El príncipe y el mago

Capitulo 14: Belleza la luz de la Luna

-Solamente espero mi hijo no sea tan idiota y logre hacer suyo al omega puro- decía el líder del consejo.

-¿Ha pensado en lo que su hijo quiere?

-Mi hijo... sabes perfectamente que ese muchacho no es mi hijo, el no tener a mi destinado provocó que no pudiera tener hijos... así que no tuve más remedio que forzar a mi mujer a tener un hijo de su destinado para luego eliminarlo del camino- riendo- mis planes no pueden estropearse... quiero ser el líder de todas las manadas y controlar a los omegas a mi antojo... especialmente a ese omega puro.

-¿Y si el omega del alfa Singto tiene razón y madre Luna nos castiga por lo que estamos haciendo?

-Ese omega es al primero que voy a hacer arrodillarse ante mi...

-Como si eso fuera a suceder- decía el sujeto en apenas un susurro.

-¿Qué dijiste?

-Él y cuantos más señor

-Bien dicho... ahora esperemos mi hijo haya cumplido con lo que se le pidió-sentándose en un mullido sillón de piel admirando la luna azul a través de la ventana.

Aún con la luz de la luna azul en todo su esplendor, el hermoso omega puro salía al jardín a admirar su belleza, rodeado de hermosas flores y un pasto recién cortado, aspiraba el delicioso aroma que por años siempre quiso percibir, derramando calladamente unas lágrimas de felicidad.

-¿Por qué está llorando mi omega?- decía el alfa abrazándolo por la espalda.

-Es la primera vez que percibo el olor de las flores... es algo que nunca esperé... a diferencia de ti... yo no podía percibir ninguna clase de olor.

-¿Son lágrimas de felicidad?- limpiando las mejillas de su omega, viéndolo asentir- Agradezco a la madre Luna por haberte puesto en mi camino... que sin saberte mío te he querido desde el día que cruzaste por esa puerta para ser mi asistente ... mi Fluke... mi Noo... mi amado mago.

-¿Sabías que así me llamaban?

-Claro... y yo soy el temible príncipe maldito- riendo.

-Entonces agradezco también a la madre Luna por colocarte en mi camino... por ser el temible príncipe maldito al que sólo yo con mi magia podía controlar... si en el pasado nuestros destinos fueron truncados... espero en el presente nuestros destinos logren llegar a su fin por un camino de felicidad- besando a su alfa castamente.

-Quiero mostrarte a mi lobo, Fluke...

-Yo... yo quiero mostrarte el mío... tu debes ser el primero que lo vea... ni siquiera mi hermano sabe cómo soy.

-Tu hermano no va a matarme ¿verdad?

-¿Le tienes miedo a Singto?

-No... a él no... a su pareja... esa carita de ángel esconde un demonio.

-Entonces no lo hagas enojar- riendo- Krist es un gran omega... es dominante, por eso la voz de mando no funciona con él... muéstrame a tu lobo... alfa.

Lentamente el alfa puro se aleja de su omega para acercarse al centro del hermoso jardín, su piel dorada por el sol brillaba a la luz de la luna azul, como si quisiera que el omega se diera cuenta d esa majestuosidad de su alfa, los ojos del alfa cambiaban de un negro acero a un rojo sangre, dándole una mirada misteriosa, su cabello castaño oscuro, se volvía negro con algunas tonalidades grises, bajando a cuatro patas y sacudiéndose el pelaje, el lobo de imponente altura hacia una reverencia ante su omega.