-¿Qué piensas hacer, que?- gritaba Krist molesto.
-Quiero que Fluke regrese... ya estuvo bien de que esté lejos de la manada y...
-Singto- decía molesto- Fluke no es un niño... en lugar de acercarte a él, lo único que haces es alejarlo cada vez más de ti... ¿Acaso quieres que te odie?
-Soy su hermano... debo cuidarlo y...
-Tú lo has dicho, cuidarlo... no asfixiarlo- acariciando sus cabellos- Entiendo tu preocupación, pero no servirá de nada que lo obligues a regresar a un lugar en el que nunca ha sido aceptado y sabemos por culpa de quien- escuchando a su pareja suspirar.
-El antiguo consejo es una mierda- decía Singto- Y mientras el consejo sea tan cerrado... creo que Fluke no debe volver ¿verdad?
-El consejo es quien más daño le ha hecho... mantenerlo aquí no es sano para él... mi leoncito- dándole un beso de esquimal.
-No lo voy a presionar... pero tiene que regresar para el día de la Luna zul ... es su cumpleaños.
-Iremos a verlo... se lo dirás y si él no quiere no lo vas a obligar ¿entendido?
-Y si lo hago- tomando a su pareja de la cintura.
-Te duermes afuera... así de simple.
-Gracias... también te amo... omega mandón- riendo.
-Lo sé- sonriendo.
Ese fin de semana Ohm seguía inquieto, su asistente no se había comunicado con él desde que irrumpió en su casa y cada vez que llamaba contestaba ese amigo omega suyo, si en verdad estaba tan enfermo porque no lo llevaba al hospital; cuando llegó a su oficina pudo ver que él aun no llegaba y eso fue la gota que rebasó el vaso, por lo que, así como llegó se fue a su auto y se dirigió a la casa de su asistente.
-¡Maldita sea Natouch... tú no puedes enfermarte!- golpeando el volante.
-¿Ya te sientes mejor?- decía Prem que le colocaba una toalla fría en la cabeza- No pensé que de verdad fueras a enfermarte ¿será el karma?- escuchando a su amigo retorcerse de dolor- Nunca habías tenido tu celo...
-To... todos creen que soy un beta, porque los olores no me molestan y la voz de mando no la sigo... creo que por eso el jefe me ha conservado por tantos años.
-¿Por qué siento que lo dices como si no te sintieras parte de algo, Fluke?- decía Prem molesto.
-Porque según los humanos soy demasiado hermoso para serlo y para los lobos me comporto muy alfa para ser un simple beta- decía suspirando con dolor.
-Pero tú y yo sabemos la verdad... eres un omega sin olor, aunque....- decía Prem acercando su nariz a su amigo- Puedo percibir un ligero olor, pero todavía no lo distingo... pero eso no explica porqué estas teniendo tu celo ahora.
-No creo que sea mi celo Prem-sintiendo escalofríos y mirando por la ventana.
-Créeme Fluke, reconozco un celo cuando lo veo y esto amigo mío- señalando su cuerpo- Es tu celo... deberás necesitar a alguien que te ayude.
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El príncipe y el mago
FanfictionUn lobo que odia su destino, por una maldición compartida... un hechizo que se termina cuando la Luna azul hace de las suyas y una vida que cambia cuando menos se lo esperan.