¡3!

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Hinata Shoyo llegó a Okinawa y le mandó fotos a Miwa

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Hinata Shoyo llegó a Okinawa y le mandó fotos a Miwa. Todo el tiempo se mantuvo en contacto con Miwa, más no con Tobio.

Porque Tobio no tenía celular.

Fue entonces que Kageyama robó el teléfono de Miwa y empezó a escribirle a Hinata.

El pelirrojo lo regañó, obviamente.

Desde ese día el azabache estaba insistente en conseguir su propio teléfono para hablar con Shoyo.

Hinata había cumplido quince años y Tobio diez

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Hinata había cumplido quince años y Tobio diez. Había pasado ya un año desde la última vez que lo vió.

Y pueden pasar muchas cosas en un año.

En primera instancia, el menor de los Kageyama empezó a mostrar signos de ser un Alfa. Pero no cualquier Alfa.

Un dominante.

Los dominantes se caracterizaban por ser bastante más agresivos y territoriales, tener Ruts más fuertes así como un alto líbido. Y lo más característico de ellos era el particular tono grisáceo claro de sus ojos.

Mientras que a varios kilómetros de distancia, Shoyo había empezado una relación con un Beta. Poco común y poco normal, pero el pelirrojo no pudo evitarlo, jamás se había enamorado tanto como del Beta.

Miwa estaba feliz por su mejor amigo, él era tan bueno y merecía ser feliz. Después de "eso" merecía ser feliz.

Fue una tarde que los padres de los azabache le compraron un teléfono que pudo hablar con Hinata.

Cuando Miwa le dio su información de contacto, vio la fotografía de perfil del mayor. Era él, con una sonrisa grande mientras se colgaba del cuello de alguien.

Un rubio de ojos casi verde, con una sonrisa igual de grande.

No sabía que preguntar ni si podía preguntar. Probablemente Miwa supiera quien es ese tipo, pero, de nuevo, él no era el mejor amigo de Hinata, era Miwa.

-Tsukki, ¿Puedo ir contigo?- El mayor hacía sus maletas, iba a volver a Miyagi luego de haber pasado unos meses en Okinawa

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-Tsukki, ¿Puedo ir contigo?- El mayor hacía sus maletas, iba a volver a Miyagi luego de haber pasado unos meses en Okinawa. Gracias a que ambos eran de Miyagi y nuevos en el lugar, se conocieron y comenzaron a salir.
-Claro, Shoyo. Pero mi hermano también es un Alfa y bueno... Sé que no te gusta estar con Alfas.- Cerró sus maletas, el pelirrojo caminó hasta su pareja y se sentó al lado del objeto.
-¡Está bien! Estoy seguro de que Kei es tan dulce como tú.- Le dijo refiriéndose al hermano menor del rubio.

-Y si estás a mi lado, no tengo nada que temer.- Le dijo con una sonrisa, Akiteru sonrió un poco y revolvió el cabello de su pareja.

Shoyo llegó a casa de sus padres, llevaba un año sin verlos y los había extrañado mucho

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Shoyo llegó a casa de sus padres, llevaba un año sin verlos y los había extrañado mucho. Sus celos eran más débiles y gracias a terapia que estaba recibiendo em Okinawa, sus feromonas eran mucho más débiles.

Presentó a Akiteru con sus padres, quienes lo recibieron bastante bien. Al principio dudosos, pues no parecía ser un Beta.

Luego, el mayor presentó a Shoyo con su familia, Kei veía con admiración a su hermano y cuñado, que hablaban de los equipos de volleyball en los que jugaban. Ambos habían hablado de la posibilidad de que Shoyo volviera a Miyagi y entrara con Akiteru al Karasuno.

Un día después, Kageyama vió a Hinata.

Al pequeño azabache se le había hecho el hábito de pasar por la casa de los Hinata una vez a la semana y preguntarles sobre él.

Lo encontró ahí, en un short y una playera oversized.

-¿Tobio?- Kageyama están petrificado.

Cuando conoció a Shoyo, no pudo evitar olerlo, en un acto infantil y que él mismo desconocía la razón.

Ahora, el aroma que emanaba el cuerpo del pelirrojo, lo hacía querer olerlo.

Tal vez era porque Shoyo era un Omega, siendo que no había Omegas sin marca en Miyagi casi para nada. Era muy difícil encontrar uno y, por lo tanto, el aroma de Hinata era inusual para el dominante en crecimiento.

Sintió su cara sonrojarse por la situación.

-¡Tobio!- El pelirrojo trató de levantar al menor, pero en ese tiempo, Kageyama ya era de su estatura, por lo que se abstuvo a abrazarlo.
-¡Ha pasado mucho tiempo!- Le dijo con emoción en su voz.
-¿Volviste a Miyagi...? ¡¿Vas a quedarte?!- El menor estaba emocionado, su cuerpo estaba temblando de la euforia que ahí se acumulaba.

Shoyo lo soltó.

-Ah... No, aún no... Volveré en un año, vine de visita con mi novio...- Acarició las mejillas del menor, quien frunció el ceño.
-¿Por qué aún otro año?-
-No he terminado mi terapia.-
-¿De qué?-
-Para ayudar a controlar mis feromonas. Hay una gran terapeuta que nos ayuda a los Omegas con feromonas difíciles.- El menor asintió, aún no convencido con la respuesta.

Cuatro días después, en los que tuvo la oportunidad de acompañar a su hermana con sus salidas con Shoyo y también conocer al novio del pelirrojo, Shoyo partía de nuevo a Okinawa.

Quien sabe cuando lo volvería a ver.

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The Brother Complex {Kagehina Omegaverse}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora