Tobio era aún un niño cuando experimentó su primer amor. Shoyo era tan hermoso, tan maravilloso.
Pero había un problema: ¡Shoyo era cinco años mayor y el mejor amigo de su hermana! ¡¿Como iba un niño de nueve años salir con un chico de 14, que adem...
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El día de graduación, toda la familia Kageyama acompañó a Miwa, Shoyo y su familia también estaban ahí, con la pequeña pelirroja llorando abrazando a su hermano.
Sabía que estaba ahí para acompañar a Miwa, a su hermana, pero simplemente no podía apartar la mirada del pelirrojo en toga. El mayor se veía algo emocional, consolando a su madre y hermana mientras que los jugadores del Karasuno estaban abrazando al pelirrojo.
Miwa se dirigió a su mejor amigo, acompañada de Udai detrás de ella, Tobio se quedó viendo como ambos azabache abrazaban a Shoyo de manera emocional.
Tenma pasó su mano por el brazo de Shoyo, quien tembló ante el toque del Alfa.
Tobio solo observó antes de acercarse, siendo llamado por el mismo y único Omega de la generación.
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Tenma había partido a la Universidad, fuera de Miyagi, dos días después de la ceremonia de graduación y Miwa pronto se iría.
También se iría Hinata.
Esa noche, en la casa Kageyama, el menor se animó a preguntar en la cena.
-¿Puedo ir a Tokyo a estudiar con Shoyo?- Preguntó el azabache. Si bien tenía aún trece años, sus padres podrían enviarlo a Tokyo con el mayor y que éste fuera su tutor. -Absolutamente no, Tobio.- Exclamó su madre. -¡¿Por qué?!- El azabache trató de reclamar. -¡Porque tienes trece!- Respondió la pelinegra. -¡Él tenía catorce cuando se fue a Okinawa!- Argumentó, tratando de presionar a sus padres, su padre lo miró a la cara, el Alfa tenía un expresión severa. -Se fue por otros motivos, no por un berrinche.-
Miwa azotó la mano contra la mesa.
Ambos adultos dirigieron la vista a su hija mayor, que se levantó de la mesa sin acabar su plato. -Con permiso.- Dijo la fémina antes de irse a su habitación.
Tobio no entendía el porqué, pero sus padres lo miraron con decepción antes de ser el Alfa quien se levantara detrás de su hija. Su esposa por su parte, se quedó en la mesa con Tobio antes de suspirar.
-Creo que eres lo suficientemente mayor para entenderlo ahora.-
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