¡5!

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Shoyo y Miwa se iban a graduar ese mes

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Shoyo y Miwa se iban a graduar ese mes. El pelirrojo había cumplido 18 años y el azabache tenía apenas 13 años.

Miwa y Tenma ya habían decidido qué estudiarían, a qué universidad irían y que harían los próximos cuatro años, mientras que el pelirrojo parecía importarle poco, como si su futuro no se viera determinado por eso.

Todos los chicos le insistían en saber a qué se dedicaría, tal vez dejaría la universidad para después y trabajaría, pero simplemente no decía nada al respecto a nadie.

Hasta que fue Tobio quien preguntó.

El pelirrojo había acompañado a Tobio a un partido de Volley de su escuela media, el pelirrojo lo llevó hasta su casa y, unas calles antes, el menor preguntó.
-¿Qué vas a hacer cuando te gradúes?- El mayor llevaba el bolso de Tobio en su hombro mientras caminaban lado a lado.
-¿Quieres saber?-
El menor asintió repetidamente.

¡Nadie sabía que haría Shoyo, y estaba dispuesto a decírselo a él!

El pelirrojo se acercó al oído de Tobio, ante el tacto el menor se ruborizó.

-Tengo una beca deportiva.- Susurró.

Hinata no había dicho nada sobre la universidad, porque tenía una beca deportiva

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Hinata no había dicho nada sobre la universidad, porque tenía una beca deportiva. El pelirrojo se iba a dedicar en un cien por ciento al Volley y, aparentemente, no se preocuparía por nada.

El azabache consideraba a Shoyo alguien admirable e increíble al respecto, pero saber que nuevamente lo iba a dejar, como esos dos años en Okinawa, lo dejaba algo herido. Es cierto que para Shoyo iba a ser una mejor oportunidad irse a Tokyo y ser un Rookie en diferentes equipos, tener la oportunidad de unirse como deportista a otros.

Sin mencionar que sería el primer Omega en Japón en dedicarse a un deporte mayormente dominado por Alfas.

Respecto a los Alfas... ¿Sería Hinata capaz de lidiar con eso? Teniendo en cuenta que la presencia de Alfas ajenos a su grupo de amigos le causaba un shock que lo paralizaba casi por completo... ¿Podría jugar contra gente de más de dos metros, con feromonas regadas por todas partes y que en cualquier momento, pueden dejar a Hinata en el suelo?

Por su joven e inocente cabeza de preadolescente cruzó una idea.

-¡Hinata, yo quiero ser tu setter cuando juegues profesionalmente!-

Shoyo estaba parado frente a la habitación del azabache, en un camisón que el menor jamás había visto

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Shoyo estaba parado frente a la habitación del azabache, en un camisón que el menor jamás había visto.

El pelirrojo tenía una sonrisa sutil en sus labios, algo inusual pues Shoyo siempre tenía una gran sonrisa en sus belfos.

El mayor se acercó a Tobio antes de que este pudiera decí algo y le propició un beso en los labios inexpertos de Tobio. El menor sostuvo  la cintura del Omega, quien lo empujó a su propia cama.

El pelirrojo empezó a pasar sus manos por los hombros del menor, quien se dejaba hacer por el mayor.

Cuando el menor de los Kageyama abrió los ojos, notó que no había ningún Shoyo en su habitación, ni siquiera en su casa. No había ningún camisón ni mucho menos habían besos entre ambos. El azabache se sonrojó al darse cuenta de la situación.

Tobio no se atrevía a ver a Hinata a los ojos después de lo ocurrido, cuando sus miradas se encontraban, a su cabeza llegaba la imagen de Hinata empujándolo a la cama y la vergüenza lo invadía

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Tobio no se atrevía a ver a Hinata a los ojos después de lo ocurrido, cuando sus miradas se encontraban, a su cabeza llegaba la imagen de Hinata empujándolo a la cama y la vergüenza lo invadía.

¡Hinata no podía saber esos pensamientos tan inapropiados suyos!

El pelirrojo parecía ajeno a la bomba de emociones que había desatado en el preadolescente, sin notar como el azabache empezaba a desarrollar cierta atracción por él.

O tal vez simplemente empezó a notar algo que siempre estuvo ahí.

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The Brother Complex {Kagehina Omegaverse}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora