El departamento Hinata regularmente requería limpieza profunda, ahora que tenían un perro, el lugar debía estar limpio con frecuencia.
Morita era bastante más grande de lo que Hinata se imaginaba.
El perro requería paseos constantes y en su mayoría de veces, el Omega era quien lo llevaba de paseo. Más esa mañana, mientras el pelirrojo paseaba a su mascota, una oleada de calor lo golpeó.
Sus rodillas fallaron y lo hicieron caer al suelo. Su celo se estaba manifestando.
Tenía miedo. No podía tomar su celular, sus manos le temblaban y su cuerpo estaba bastante sensible. El aire frío de esa mañana tampoco lo ayudaba, en absoluto.
Su mascota se dedicaba a ladrar con toda la fuerza de su cuerpo.Debido al corte de la medicación, sus celos eran más fuertes, eran irregulares y eran dolorosos.
Era aterrador.
Su mascota se acurrucó con él en el suelo, lamiendo el rostro de su dueño y dándole consuelo.
El aroma era fuerte. Pronto se agruparían Alfas y Betas sobre el pelirrojo.
-¡Hinata!- Era la voz de Tobio, que salía del edificio en ropa deportiva.
-Tobio...- El pelirrojo sentía sus manos picando, a la par que sentía sus muslos húmedos.
Tobio se inclinó hasta él, siendo recibido por el gruñido gutural de la mascota.
-No le voy a hacer nada...- Acercó su mano al perro, quien seguía mostrando los dientes al azabache.No sabía mucho más, pero sabía que Hinata estaba vulnerable.
Las feromonas del mayor empezaban a afectar al Alfa, sintiendo ahora como sus manos le picaban y quería tocar. Tocarlo todo.
Lo sentía. Quería marcarlo. Se inclinó para levantarlo, sintiendo así su boca salivando.
Estaba su cuello descubierto, libre para una mordida.-Kageyama...- El Omega se sostuvo de la nuca del más alto.
El mencionado mordió su mano. Con tanta fuerza que las gotas de sangre escurrían de ella. Con la fuerza que tenía en las piernas, subió al departamento que compartía con el pelirrojo, siendo seguidos por su perro, ladrando constantemente a Kageyama.Abrió la puerta del cuarto de Shoyo, dejándolo caer en su cama. El perro pronto subió a la misma y comenzó a ladrarle a Tobio, quién retrocedió.
Hinata estaba jadeante, con el cuerpo quemándole y con la necesidad de un Alfa. El azabache se apoyó contra la pared, sintiendo el bulto de su pantalón creciendo. Su mano seguía sangrante y temblorosa, su boca sabía a metal y su mandíbula le temblaba.
-K-kageyama... Ll-llama a... Waka-t-toshi...- El mayor gruñó ante la mención del Alfa de cabellos verdosos y gran musculatura.
-S-sí...- Dijo sacando su teléfono. Llamando al Alfa mayor, Shoyo se despojó de su pantalón, quedando solamente en ropa interior. En la misma, se podía apreciar la mancha de humedad causada por los fluidos corporales del pelirrojo.-Sa-al... Del c-cuarto...- Gimoteó el Omega tembloroso. El azabache se mordió el labio, acatando la orden bastante tenso.
Ahora debía esperar a Wakatoshi.
El Alfa puro llegó lo más rápido posible, golpeando en repetidas ocasiones la puerta de Shoyo.
Tobio fue quien abrió. La tensión no había abandonado su cuerpo desde que sintió el aroma a mandarina de Shoyo.
Seguía con su ropa deportiva, la mano ensangrentada, así como la mancha de su propia sangre en la comisura de sus labios. Aún tenía el cuerpo sudoroso así como en su pantalón no bajaba la erección.
-¿Y Hinata...?- Preguntó Wakatoshi. Su lobo trataba de salir y atacar al menor frente a él, reconociendo a Tobio como una amenaza, pero estaba haciendo lo posible por controlarse.
Era Tobio. Sabía que era el único incapaz de hacerle algo a Shoyo, preferiría arrancarse una pierna antes que atacar a Hinata en su celo.
-Está... En su cuarto...- Se movió de la puerta, dando paso al mayor, ambos se vieron a los ojos de manera retadora.
El recién llegado abrió la puerta de la habitación, encontrando a Hinata ya acostado en la cama, tembloroso y siendo un mar de gemidos.
Su mascota estaba acostado al pie de la cama, al ver a Wakatoshi entrando a la habitación, reaccionó von un gruñido agresivo, parado frente a la cama del Omega.En pocos segundos, sacó al perro y tomó al Omega entre sus brazos, dispuesto a salir de la habitación.
-Tú... Aún debes tomar tus pastillas, incluso si Hinata no está aquí.- Le recordó a su Kouhai.
-Y... Lavate. Limpia aquí o será difícil para tí... Ah, debes llevar a pasear a Morita.- Le dijo reanudando la conversación. Tobio podía ver a Shoyo jadeante mientras sostenía con fuerza el cuello de su pareja. Solo se limitó a asentir, ignorando el ardor de su pecho.-Gracias por cuidarlo.- Concluyó antes de salir del departamento.
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The Brother Complex {Kagehina Omegaverse}
FanfictionTobio era aún un niño cuando experimentó su primer amor. Shoyo era tan hermoso, tan maravilloso. Pero había un problema: ¡Shoyo era cinco años mayor y el mejor amigo de su hermana! ¡¿Como iba un niño de nueve años salir con un chico de 14, que adem...