Capitulo 6
“Negación”
Ya salió el sol y como todos los días todos salen a la calle como de costumbre a saludar y dar los buenos días para luego ir al trabajo por el pan del día a día.
Allí se encontraba Leo caminando hacia su casa seguro de si mismo y sin dudar al dar ningún paso la cara alta y los hombros detrás del pecho.—¿Papá?.—Llamo Leo al llegar a la casa.— ¿Donde se habrá metido ese viejo?
Entró a la casa reviso pero no encontró a nadie rascándose la cabecera comenzó a dudar y a pensar.
—¿A donde habrá ido? ¿Porqué dejaría la puerta abierta?— Decía mientras caminaba afuera de la casa apurado buscando por los alrededores — Papá está enfermó y no puede caminar mucho, debe estar cerca quizás se cansó y se detuvo a descansar ¿pero a donde pudo ir?— se preguntaba Leo.
—Quizás en la tarde invite a Lis a charlar un rato, y luego le muestro la sorpresa que le tengo, si— decía algo iluso y sonrojado.— no puedo creer que esa noche casi me aprovecho de Clara por mí mala cabeza y la bebida.— pensaba mientras caminaba.
...
—Maldición, no salieron anoche.— le decía Daniel furioso a Reinel mientras esté lo miraba con cara de disgusto.
—¡No las buscaste bien, eres un bueno para nada!— le gritó Reinel a Daniel.
—¿Disculpa? Creó que olvidaste con quién tienes el honor de hablar.— le respondió Daniel mirandolo con odió.
—Lo siento, me altere, quizás la próxima si las encuentres.— le respondió Reinel con un tono sumiso y relajado pero en el fondo pensaba que Daniel era un estúpido y ya se estaba cansando de el pero no podía simplemente correrlo o matarlo ya que el por sí solo no podía matar a las chicas y mucho menos podría matar a Daniel, lo podía hacer pero Daniel era muy necesario para su absurdo plan de venganza.
—Bueno si tanto quieres matarlas hazlo tú.— le respondió Daniel.—A mi me da igual lo que hagas, me facilitarias el trabajo.
—No no, para nada de verdad lo siento, somos amigos ¿o no?— le dijo Reinel.
—¿Amigos?.. si lo dices, está bien, pero yo no tengo amigos.— le respondió Daniel.— Quizás esta vez no las pude matar pero les dejé algo para que no me olviden.
—¿Que hiciste?— pregunto Reinel curioso.
—hss, nada me sale como lo planeó pero eso servirá.— dijo Daniel mientras prendía un cigarro.— siéntate te lo voy a decir
A pesar de que Reinel queria que Daniel acabará con Lis también quería que lo mataran, a pesar de ser importante para su cometido sabía que luego sería un maldito problema y solo era cuestión de tiempo que Daniel también se cansará de el y lo matará así que Reinel ya tenía un plan por si eso llegaba a suceder.
Leo caminaba por la carretera que llegaba a la casa de Lis, penso que su padre quizás quería conocer a esa chica ya que le habían dicho que su hijo Leo se le veía muy feliz con ella y además en el centro de la ciudad no tenía a nadie que ver y sus viejos amigos se han ido de la ciudad y los que quedan algunos trabajan y otros están peor que el así que quizás esté donde Lis.
Todo iba marchando bien en su cabeza cuando de pronto vio en la carretera manchas de sangre como si arrastraron un cuerpo desangrandose.—!Maldición!— gritó Leo y su corazón se empezó a acelerar pero nunca pensó en lo peor más bien pensaba que Daniel estuvo cerca y mato a alguien, corrió fuerte corrió como nunca antes a la casa de Lis quería ver si estaba a salvo.— !Maldición! De seguro vino por Lis.
Para su sorpresa mientras corría paso al lado de un cuerpo a toda velocidad y se detuvo rápido no podía caminar le faltaba el aire estaba muy acelerado y con miedo, se acercó al cuerpo y un frío indescriptible corrió por todo su cuerpo sus piernas comenzaron a templar y cayó sin fuerzas en la carretera su estómago se retorcía del pánico su cuerpo no reaccionaba y sus lágrimas no se contenían su voz no tenía fuerza para gritar aunque lo intentará, al mirar el cuerpo de su padre decapitado en la carretera y aunque no tenía cabeza era imposible no reconocerlo con su piel pálida y arrugada y su franela blanca toda llena de sangre y sin pantalones, en ese momento quería con toda su odió matar a Daniel quería matarlo con sus propias manos.
Abrazo a su padre y se quedó un rato con el llorando le daba golpes al piso de asfalto golpes con mucho odio pero sin nada de fuerzas.
—¿Porque?— decía con una voz opaca casi que no se le entendía —¿Porqué mi papá? Primero fue mi hermano... ahora mi padre...Sentía como su vida era insignificante se sentía de lo peor, tan solo ayer estaba hablando con su padre pero nunca pensó que esas serían sus últimas palabras con el.
—Lo siento, perdoname por no poder estar contigo, per-perdoname por nunca estar para ti en-entiendo que aunque nunca ayudaste a mamá eras m— no puedo continuar hablando solo estaba viendo a la nada pensando nada, se sentía vacío, solo, perdió a toda su familia. A toda.
Mientras tanto en casa de Lis sucedían otras cosas, en el cambio de guardias se fijaron que en las rejas del portón estaba una cabeza clavada con una nota.—¡Ahhhh!— gritó Clara a ver la cabeza en la reja.
—Creemos que está ahí desde anoche.— dijo un guàrdia.
Lis la veía y pregunto si no sabían de quién era la cabeza y se sorprendió cuando le dijeron de quién era, su mirada se oscureció y se calló por unos segundos hasta que Clara le pregunto de quién era, a lo que Clara a enterarse no se pudo contener y salió corriendo hacia la casa de Leo y Lis iba más atrás de ella.
—No puede ser, solo espero que Leo este en su casa ¿Que tal si aún no sabe nada? ¿como de lo vamos a decir?— decía Lis a Clara mientras corrían.
—No lo sé, no me imagino el dolor que estarà pasando si ya lo sabe.— Dijo Clara
—Tienes razón, no lo podemos dejar solo en esto el también nos apoyo mucho a nosotras— dijo Lis.
Mientras corrían lo encontraron tirado al lado del cuerpo de su padre, estaba mirando al cielo parecía un muerto más en la escena y corrieron hacia dónde estaba el pensando lo peor, Lis lo levanto y le dijo que todo estará bien y el solo la veía como si mirara a la nada.
Clara no pudo evitar abrazarlo y consolarlo pero este no reaccionaba a nada, lo intentaron llevar fuera de ese lugar pero él se alteró para que no lo separan de su padre a pesar de no hacer nada ahí quería estar cerca de él mucho tiempo más, hasta que llegó la policía y se lo llevaron al psicólogo porque presentaba síntomas de locura y solo decía que no pudo hscer nada. Golpeó a algunos policías para que lo dejarán en paz pero estos lo tranquilizaron a la antigua.—Por Dios, esto se fue a la mierda — dijo Santiago a Joseph al ver toda la escena.
—Uno más y lo peor es que estuvimos tan cerca.— le respondió Joseph mientras que todo acababa y llevaban el cuerpo directo al cementerio ya que estaba muy dañado y esperar un día más seria una mala idea.
Clara estaba fuera del cementerio mientras enterraban al padre de Leo y hizo una llamada
—Buenas... ¿Jeremías?
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Otro psicópata del montón
JugendliteraturBienvenidos a silent city, una ciudad muy activa hasta una hora específica de la noche, dicen que a partir de esa hora ocurren asesinatos. muchas personas pierden la vida y aparecen mutiladas por ignorar las advertencias. muchos dicen que una...