Once

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Jungkook

Ella estaba nerviosa y según ella molesta, pero casi podía ver su pulso en el cuello, tengo días teniendo sueños húmedos con ella desde la vez que estuvimos en su departamento, Esmeralda sabe muy bien lo que siento por ella, sabe también que la deseo, es por eso que usare esto para poder jugar de alguna manera con sus emociones, quiero ser más atrevido.

—Dame algo para que acepte —dije mientras me quitaba la camisa.

—Tu...tu... —se cubrió un poco el rostro, pero miro entre sus dedos —por los dioses de los videojuegos, tu...tu —respiro hondo —no sé de qué hablas.

Me acerque a ella y su reacción fue bastante linda, sus mejillas se pusieron tan rojas como una cereza, miraba mi abdomen y después mi rostro, pero luego regresaba la vista a mi abdomen.

—¿Por qué te vez tan nerviosa?

—Es que a veces olvido todo eso —señalo mi abdomen —que escondes con tu ropa holgada, creo que tengo fiebre —infló las mejillas y suspiró— ¿Qué quieres a cambio de aceptar?

—¿En verdad no lo sabes? —levanté un poco su suéter y metí mis manos para tocar su cintura, mi nariz rozo su cuello hasta llegar a su oreja —a ti.

—Hecho.

Sonrió de manera pichara y la alce con una mano para llevarla hasta mi habitación, ella se aferro a mi cuerpo de manera tímida, podía sentir que deseaba mover las manos, pero al mismo tiempo se detenía, cuando la subí a la cama, enseguida me coloque sobre de ella.

—Hola.

—Hola —miro un poco mi rostro — sin afán de cortar el romanticismo, ¿Tenemos preservativos?

Me acerqué un poco a la mesa de noche y abrí la cajonera mostrando las cajas y cajas que había ahí adentro.

—Me prepare, aunque creo que fui un poco impulsivo.

—Mi cajonera de mi cuarto esta igual —dijo con timidez —cada vez que venia a casa a ducharme del trabajo metía una caja de preservativos.

—Perfecto, no tendremos que salir seguido por ellos —le quite los anteojos —¿En que estábamos?

Quite su suéter y camisa al mismo tiempo, solo deje ver un lindo sostén negro, con unas huellas de gatitos rosas en él, encajaba perfecto para su personalidad, baje dejando besos húmedos en su abdomen, sintiendo como su piel se erizaba de apoco, hasta que llegue a la cintura de su pantalón, su respiración se detuvo por un momento hasta que jale, sus pantalones y quedara en unas lindas bragas a juego con él.

—Que lindo.

—No te burles, no esperaba terminar así contigo hoy, de haber sabido.

—¿Qué? ¿Compraste lencería sexy para mí? —sus ojos me lo dijeron todo, yo abrí un poco sus piernas y coloqué mi erección contra su humedad —para mi lo que uses es sexy, incluso con esos enormes suéteres, con tu pijama de ositos, incluso esa camisa enorme que dice "Muerte a los unicornios" me parece sexy.

—¿Cómo puedes decir todas estas cosas?

Me acerque a sus labios y la bese un poco, antes de meter mi mano entre los dos y frotar su dulce hendidura húmeda, ella se estremeció ante el primer contacto, su espalda se arqueo exponiendo su cuello para mí.

—Es simple, es porque me gustas, me encantas demasiado Esmeralda.

Di una lamida larga sintiendo su pulso, luego deje un beso entre su hombro y el inicio de su cuello, haciendo que jadeara ante el contacto, mi mano ya estaba metida en su ropa interior y pude sentir lo resbaladiza que estaba con sus fluidos, me dolía tanto la entrepierna, que me correría en mis pantalones si ella gemía más alto.

—Jungkook, adoro el juego previo, en verdad, pero en este momento lo que necesito es a ti.

No me lo dijo dos veces, me quite los pantalones de manera rápida, y con una habilidad que ni yo sabía que poseía me coloque el condón, ella termino de desnudarse para lucir hermosa entre mis sabanas.

Volví a subirme, esta vez alineándome con lentitud ante su palpitante entrada, apenas la punta entro, una oleada de placer me invadió, tuve que apretar los dientes para no correrme en ese momento, Esmeralda no era la primera, pero si era la única que me había logrado poner así de ansioso.

Estuve metiendo y sacando un rato la punta, hasta que entre los besos que nos dábamos me mordió, mostrándome el ceño fruncido, levante su pierna y me hundí en totalidad, haciendo que su boca se abriera en un largo gemido.

Embestía ferozmente en lo que ella rasguñaba mi espalda, dejándome escuchar su linda voz entre jadeos y gemidos, su piel tan suave contra mi cuerpo, era la gloria, quería durar bastante dentro de ella, pero su orgasmo me estrangulo en miembro tan duro que no pude evitar correrme de igual manera.

Me tomo el rostro y dejo dulces besos por todos lados, hasta que quito el cabello de mi frente.

—Me gusta tu manera de negociar —dijo entre una risita tímida — ¿Quieres pedir algo antes de reafirmar los términos?

—Usted es la niña más lista de todas.

Volví a besarla, sin darnos cuenta el caos que se había hecho en Twitter por su aparición en mi stream.

Crush (JJk) Completa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora