Una calada más, me repito, sólo una. Dicho y hecho. Vuelvo a inspirar ese agradable humo y lo suelto con delicadeza por mis labios. El volumen de la música golpea con brusquedad mis oídos, una agradable sensación. Todo aquí se vuelve más... ¿Borroso? Ya no estoy segura de nada de lo que hago, ya no soy consciente de mis propios actos.
En cuanto vuelvo a abrir los ojos la luz me golpea con fuerza.
Otro despertar en una casa desconocida, en una cama ajena, desnuda y sola. Un día más que añadir a la lista.
Entre la oscuridad de la habitación distingo una camisa, unos tejanos y un cigarrillo. Me visto y enciendo el cigarrillo. Tengo tantos momentos en blanco, tantos recuerdos olvidados, no sé cómo puedo seguir viva. No tiene mucho sentido, no siento la vida en mí, no siento absolutamente nada. Es como si estuviera muerta en vida, bueno, quizás llevo tanto tiempo muerta que esto me parece vida. Quizás este es el mundo de los muertos, quizás estoy en el Infierno.
Luces, personas, parejas, sonrisas, voces sofocadas por el horrible sonido de una incesante taladradora. Un mundo lleno de personas con sus problemas y sus sueños, con sus esperanzas y sus venganzas. Un mundo lleno de cosas innecesarias. Un mundo en el que la felicidad va relacionada al nivel de riqueza de cada persona. Un mundo lleno de personas vacías. Un mundo al cual no pertenezco.
Dicen que hay vida más allá de la noche, que todo es más bonito y más puro cuando el sol sale, pero yo no soy una persona pura ni bella, yo soy una criatura nocturna que sólo busca pasar desapercibida.
El sol quema con tanta fuerza que veo como todo se deshace ante mis ojos, como si el mundo que conocía se hubiera convertido en un simple trozo de chocolate puesto al sol en un caluroso día de verano.
Paso mis manos ansiosamente por mi rostro, una y otra vez, intentando recuperar la vista. Hago un esfuerzo sobrehumano para intentar recomponerme del colocón que llevo encima pero no hay manera, todo, absolutamente todo, sigue deshaciéndose.
Cierro los ojos con fuerza, intentando relajarme. Al volver a abrirlos siento como si mi corazón estuviera a punto de salir de mi pecho. Lo que estoy viendo no es otra cosa que a mí, entrando en una casa, incluso puedo escuchar como una especie de voz en off que narra la situación.
El humo de mi cigarro se mezcla con el vaho que suelto al respirar. Hace mucho frío. Muchísimo. Todo mi cuerpo tiembla y mi piel se estremece cada vez que cruzo una calle.
En muy poco tiempo llego a una casa enorme, llena de luces y de personas, y con la música tan alta que me desorienta un poco. Supongo que será aquí.
No vivo la situación en primera persona, pero todo parece tan real, esa voz entra en mi cabeza, es como si me gritara al oído para llamar mi atención. De lo que no tengo duda es que, por muy raro que suene, me estoy viendo a mí misma entrando en la que supongo que es la fiesta a la que fui anoche.
Pero con esta afirmación vienen demasiadas dudas. No sé qué hacer así que me limito a dejarme llevar.
Observo como empiezo a mezclarme entre la gente, con una botella de cerveza en la mano y el cigarro colocado entre mis labios. El volumen de la música aumenta aún más. Yo empiezo a bailar y a bailar con todo el mundo. De repente me sorprendo mirando a una esquina con cara de asco. Ese chico... ¿Por qué tengo la sensación de que siempre está ahí? Mire donde mire le veo, es como si me siguiera o como si yo le estuviera siguiendo a él, aunque eso no tendría mucho sentido ya que no sé ni su nombre.
¿Qué hace ese pesado ahí? ¿Es que no puedo tener ni una maldita noche tranquila?
Parece que me cabreo al notar su presencia y voy hacia él, apartando bruscamente a la chica con la que estaba bailando. El chico me mira divertido, con una sonrisa cuyo significado no logro descifrar.
-Déjame tranquila -
-¿Que te deje tranquila? Pero si has sido tú la que ha venido hacia aquí y me ha robado a la pareja de baile -ríe.
-¿Vas a estar en todos los sitios a los que yo vaya? -
-Pues ese no era mi plan, pero puedo cambiarlo si así lo prefieres -su dedo me acaricia la mejilla. Puedo notar su tacto en mi piel. En mi propia piel. Ya no soy la espectadora, ahora vuelvo a vivir esta situación en primera persona.
-No me toques -gruño -Y no me vaciles, haz lo que te dé la gana, pero aléjate de mí -
-No quiero -
-¿Cómo? -pregunto desorientada.
-Que no quiero. Si tanto intentas alejarme de ti quizás lo mejor sería darte lo que buscas y pasar a otra cosa -
-¿Y según tú qué es lo que busco? -
-Sexo. Sexo sin compromiso, conmigo -su sonrisa sigue intacta -Por mí perfecto, estás buena y eso, un par de bebidas más y me dejarías hacerte todo lo que yo quisiera -no puedo evitar reír ante ese comentario.
-¿Esto te funciona con tus putitas? Porque de verdad que es muy penoso -me río -Limítate a dejarme en paz. Y eso implica no volver a tirarme piedras, gilipollas -gruño. Y me voy.
¿Entonces? ¿Con quién coño he pasado yo esta noche?
Son más de las tres y aquí sigo. Creo que he perdido tanto la cabeza esta noche que siento como si no fuera yo la chica que está en la cama. Si fuera yo no me estaría viendo ¿no?
No me apetece demasiado verme así, en pelotas, con un completo desconocido. Pobre idiota, la que le espera. Ahora entiendo por qué cuando me levanto nunca tengo a nadie a mi lado. Deben sentirse tan hechos mierda y con tanta vergüenza que no son capaces de mirar el lugar donde la perversión tuvo lugar. Pobres humanos y sus estúpidas conciencias. Y pobre alma perdida que no sabe ni escoger con quien acostarse.
-Mi pobre niña... ¿Por qué? ¿Por qué permitiste que tu mente te dominara? ¿Por qué yo no puede hacer nada? ¿Por qué tuviste que conocer a ese chico? ¿Y por qué tuvo que irse? Quizás podría haber hecho mucho más por ti, quizás llevo demasiado tiempo cometiendo errores -las lágrimas caen precipitadamente por las mejillas de la madre de Heaven -Lo siento, lo siento tanto, siento no haber escuchado todo lo que decían tus largos silencios. Siento no haber entendido a tiempo aquello de lo que querías huir con cada noche de desenfreno. Lo siento.... Vuelve, por favor, vuelve conmigo -
ESTÁS LEYENDO
Sueños destructivos
Ficção AdolescenteVivimos y morimos estancados en el mismo lugar, nuestra vida, nuestro mundo. ¿Alguna vez os habéis planteado la opción de que todo aquello que consideramos como “vida” fuera tan sólo un sueño, o una pesadilla? ¿Qué haríais vosotros si esa idea os ll...