-¿Que parte de que ahora eres mía no entendiste el otro día? -
-Entenderlo lo entendí pero me gusta demasiado el sexo como para tener que limitar mis posibilidades a un solo chico, eso es estúpido. Yo no quiero ningún tipo de compromiso, ni contigo ni con nadie -estoy totalmente relajada, un poco mareada, pero relajada. Creo que el alcohol me ayuda a soportar mejor su compañía.
-No te he pedido tu opinión -gruñe y se cabrea al darse cuenta de que me he vuelto a caer -Joder, que patosa -me coge y me cuelga a su espalda como un puto saco de patatas.
-Me estoy mareando aún más -me quejo dándole varias patadas.
-Si no hubieras bebido tanto no habría pasado nada de esto -
-Me los habría follado igual -río. Sé que no le ha hecho ninguna gracia, sé que cada minuto que pasa se cabrea un poco más, lo sé porque esa es la reacción normal de todas las personas, porque puedo notarlo en su forma de actuar, pero el problema es que su rostro no expresa absolutamente nada, incluso desde aquí abajo puedo ver su vacía y escéptica sonrisa.
Pasamos de chillar a guardar un completo silencio. Cierro los ojos por unos segundos o quizás unos minutos, no sabría diferenciar una cosa de la otra, pero el hecho es que ahora estoy sentada en el sofá del salón de una casa extraña...
-Esto debe servir -la voz de Jack rebota una y otra vez en mi cabeza, provocándome un inmenso dolor. Ugh.
-No necesito que me ayudes -
-No te he preguntado -me levanta las mangas y examina mis heridas. Pone un poco de alcohol por encima para desinfectarlas y al cabo de un minutos me aplica una pomada -Ponte esto -me pasa dos vendas. Me las pongo y después dejo caer mi espalda en el sofá, relajándome.
-Bueno, me voy -mi intención es levantarme pero su cuerpo me lo impide.
-Tú no te vas a mover de aquí, al menos no esta noche. No tienes dónde dormir ¿verdad? Pues te ofrezco un sofá y un techo -
-¿Por qué? -pasa de ser irritante a medianamente soportable en segundos, algo que me desconcierta.
Me tira una manta, ignorando mi pregunta y sale del salón, apagando todas las luces que hay en su camino, dejándome a oscuras. Escucho como sube las escaleras y se encierra en su habitación, incluso juraría haber escuchado un suspiro.
"¿Y ahora qué se supone que debo hacer?
Las personas normales por la noche duermen.
Yo no soy una persona normal.
Busca una forma para dormir, lo necesitarás."
Hago caso a ese consejo, sin siquiera entender muy bien de dónde lo he sacado. Me levanto y, a ciegas, consigo llegar hasta las escaleras. Subo peldaño a peldaño, con el mayor cuidado del mundo y me acerco a la habitación de Jack.
Abro la puerta y le encuentro tumbado en la cama, con las manos en cruz debajo de su rostro y su mirada clavada en el techo.
-¿Qué coño quieres? -ni siquiera se molesta en mirarme.
-Algo para dormir -
-En el segundo cajón, coge una y lárgate -obedezco, no sé por qué pero lo hago. Vuelvo al sofá, donde me tumbo y empiezo a jugar con la pastilla.
***
El volumen de la música me ensordece. Un irritante pitido se instala en mis tímpanos, haciéndome gruñir, como si con eso pudiera conseguir algo, como si fuera un animal.
Esto está más lleno de lo normal, todo el mundo baila al ritmo de "Chandelier" de Sia. El local queda envuelto por un profundo aire de locura y desfase. Todos bailan como locos, saltando de un lado para otro. La cerveza y las drogas corren. El ruido aumenta. Menudo ambiente.
Me acerco al bar e inmediatamente me invitan a un vodka. Cojo mi copa y me adentro entre la multitud, bailando a su compás, uniéndome a ese dulce aroma que desprende su locura.
Me gusta fingir que soy normal, me gusta fingir que estoy loca solo por una noche, sólo por esta noche (eso es lo que me repito siempre). Pero la gran diferencia es que la mayoría de estas personas mañana seguirá con su vida, mejor o peor pero seguirán con ella. Recuperarán su cordura y sus problemas, los que acabaran resolviendo y/o olvidando en poco tiempo. Mientras que yo estoy estancada en esto, en vivir con la locura dentro, una locura que hace mucho que acabó con todo lo que un día fui. Pero no importa, no pasa nada, alguna copa más y dejaré de pensar.
Bebo y bailo tanto como puedo. Todos a mi alrededor me siguen, empiezo a pasar por varias manos, de aquí para allá, siempre con una copa en las manos y sin dejar de bailar. La noche va bien hasta que le veo. Pasa por delante de mí y al darse cuenta de mi presencia se acerca, pero antes de que pueda hablar cojo al primer chico que encuentro y le beso, ignorándole, restregándome con el otro una y otra vez.
Por el ramillete del ojo puedo ver como retrocede. Nos observa durante unos largos minutos y durante ese tiempo se me pasan mil cosas por la cabeza, la que más se repetía es que iba a darle una paliza al pobre chico que tenía entre mis brazos.
-¿Quieres jugar? Bien, pues jugaremos -me grita. No lo dice cabreado, creo que sólo ha gritado para asegurarse de que le escuchaba. Aparto al chico de mí y sigo a Jack con la mirada.
"¡Se ha ido, bien! Ahora deja de pensar en ese subnormal y pásatelo bien. Eres libre, haz y compórtate como quieras.. Él no es nadie para ti así que no te tiene por qué molestar nada de lo que haga, por mucho que sepas lo que es capaz de hacer" pienso.
ESTÁS LEYENDO
Sueños destructivos
Genç KurguVivimos y morimos estancados en el mismo lugar, nuestra vida, nuestro mundo. ¿Alguna vez os habéis planteado la opción de que todo aquello que consideramos como “vida” fuera tan sólo un sueño, o una pesadilla? ¿Qué haríais vosotros si esa idea os ll...