14🥀Inicios🥀

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Capítulo 14: Inicios.

El príncipe había estado inquieto durante los días que tuvo que esperar a su hermana para poder notificarle de la situación. Afortunadamente para ese momento el barco de la familia real estaba ya en el puerto de Gama, aún no contento con ello la esperó en la entrada junto a dos guardias. 

En cuanto la vio descender del carruaje con Jane algo se revolvió dentro de él, si algo disfrutaba de no ser el responsable era que ya no tendría aquel constante sentimiento que lo había acechado, la sensación de que algo malo siempre iba a suceder. 

—Mi querida hermana, no sabes cuánto me alegra verte de vuelta.— dijo Ezra dedicándole un esbozo de sonrisa.

—Me alegra oír eso, creí que estarías más ocupado o tal vez seguías enojado conmigo.— la reina había comenzado a subir la escalinata rumbo a la gran puerta. 

—Nada de eso hermana,— Ezra visualizó a Jane y rápidamente tomó su mano,— no me he olvidado de ti, mi querida Jane, también me hiciste falta. 

—Igualmente, Alteza. No hay nadie igual a ti en otros reinos.— río bajito estrechando la mano del príncipe.

—Si no es molestia me gustaría hablar contigo cuanto antes Sahara, sé que debes estar cansada pero se trata de algo sumamente importante.— Aquello no sonaba para nada bueno y Sahara esperaba poder escapar de los problemas. 

—Por supuesto.— afirmó su hermana y nada más fue dicho. 

Ambos hermanos se adentraron en un pasillo que los conduciría a la oficina de la mayor sin antes despedir a Jane que iría a descansar. 

Una vez en el despacho el silencio se instauró solo, ambos sentándose frente a frente, con el semblante preocupado Ezra esperó unos segundos antes de hablar. 

—Mientras estabas en Dupré, al segundo o tercer día llegó desde Nelicia alguien llamado Alan Eiros. Se encargó de explicarme que su familia fue la que acogió a Thomas, el hermano de Jane.— comenzó relatando el joven.

—¿Dijiste Alan Eiros?— preguntó Sahara, recordando algo de ese nombre. 

—Sí, Alan... ¿Lo conoces?.

—Tal vez, pero continúa, no tiene relevancia. 

—Vino hasta aquí porque su familia se encuentra preocupada por el bienestar de Thomas. Dicen que ha desaparecido y no tienen noticias de él desde la celebración de cumpleaños de la princesa Daniela.— Ezra intentaba ser lo más exacto posible según lo que recordaba. 

—¿Y no han pensando que tal vez se fue a vivir su vida por ahí? Quizás es un muchacho rebelde o aventurero.— intentó razonar la reina.

—Al principio pensé lo mismo, pero Alan asegura que Thomas jamás haría eso. Que él se había vuelto especial en la familia y de haber querido irse al menos hubiese dejado una nota para Jane.— se lo veía realmente preocupado, Sahara no sabía diferenciar si era por la "desaparición" o por haber tenido que lidiar con eso él solo. 

—Entiendo, ¿Pero por qué razón vino hasta aquí y no lo reportó en su reino?— indagó la monarca.

—Debido a Jane. Alan esperaba que ella supiera de su paradero o al menos que se haya comunicado con su hermana. No pude asegurarle algo ya que se había ido contigo y jamás me cuenta sobre su vida, no sabría si Thomas le mandaba cartas.— Ezra realmente se sentía responsable de aquel asunto, se notaba en su rostro que le preocupaba tener que decirle a Jane lo sucedido y además, haberse dado cuenta que no tiene lo que se necesita para actuar en una situación así. 

Él no hubiese podido ser rey bajo ninguna circunstancia. 

—Me siento en la obligación de investigar qué le sucedió a Thomas porque sé lo que significa para Jane, pero no podemos decirle aún. Contarle la debastaría y no sabemos la verdad de los hechos, tal vez pueda pedirle a Sir Alexander que averigüe.— Sahara mantenía su vista fija en el paisaje de la ventana cuando comenzó a sentir una pesadez extraña en su cuerpo. 

The Five Kindoms [Sin terminar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora