The Five Kindoms [Sin terminar]

7🥀Cortejo🥀

Capítulo 7: Cortejo

Jane

El ruido de un cotilleo al otro lado de la puerta me despertó y casi sin poder evitarlo, reconocí las voces; se trataba de las princesas manteniendo una charla sobre algo que parecía desconcertarlas.

—¿Qué quieres decir con "vienen hacia aquí"?— sonaba amortiguada la voz de Sahara

—Que pronto tendremos al príncipe Leandro y a la princesa Daniela justo aquí, visitando el palacio.— esta vez habló la princesa Ébano

—¿Sabías de esto? Padre no me ha dicho nada.

—Por supuesto que no, estaba paseando cerca la entrada principal cuando oí que los guardias discutían con alguien, cuando me he acercado para ver qué sucedía, un hombre que decía trabajar en el puerto afirmaba haber divisado una embarcación pequeña con el emblema de la Familia Real de Málaga.— Ébano parecía no creerse lo que ella misma decía

—Dioses, ¿Cómo se atreven a aparecer sin invitación o previo aviso?— la princesa Sahara decía

Rápidamente me recordé a mi misma que era de mala educación oír conversaciones ajenas e ignoré la charla fuera de mi alcoba, en cambio, me dispuse a abrir todas las ventanas de mi habitación sin exceptuar el gran ventanal que daba paso al balcón.

Mi liviana túnica para dormir ondeaba su fina tela color hueso, era un día espléndido pero ventoso, una buena oportunidad para cambiar aires en esta atosigada alcoba.

No pasó mucho tiempo hasta que una doncella entraba muy resuelta y frenaba su andar a pocos pasos de la puerta.

—Buenos días mi Lady, espero que su descanso haya sido favorecedor

—Así fue, gracias.—dije y esperé en silencio a que ella hablara nuevamente.

—La princesa Sahara desea saber si usted los acompañará en el desayuno— la doncella me miró fijamente, aguardando algo impaciente por mi rápida respuesta

No había razón para ausentarme, además, si lo que las princesas habían dicho era cierto, sería imprudente de mi parte no estar presente en la llegada de los príncipes de Málaga.

—Por supuesto, allí estaré— le dediqué una leve sonrisa y observé como se marchaba en dirección al baño para preparar la tina.

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La misma doncella que se había aparecido en mi habitación se encontraba ahora acompañándome a la puerta principal para encontrarme con la princesa Ébano y Sahara.

Bajando las escaleras noté lo inquieta que se encontraba la princesa Sahara, caminaba de un lado al otro en el vestíbulo, sacudía sus manos con vehemencia y parecía estar quejándose con su hermana por la imprevista visita.

—Su Alteza, va a marearse si sigue así.— inquirí en un tono amable

—Oh, lo siento, es solo que mi padre ha dicho que estaría aquí para cuando llegasen los príncipes pero al parecer lo ha olvidado.— Sahara había dejado de moverse pero aún así mantenía una actitud intranquila.— De la misma forma que olvidó decirnos que vendrían a visitarnos los príncipes de Málaga.— Susurró para sus adentros pero nos encontrábamos en suficiente silencio como para oírla.

—No es tan grave Sahara, cálmate de una vez. Ellos llegarán y los recibiremos de la manera más educada, deberemos pasar el día juntos pero al final de la semana estarán volviendo a su reino sin más. No creo que resulte tan catastrófico para que te comportes así.— Ébano parecía perder la paciencia con su hermana, es quien más calmada se veía.