Acto II

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El lugar era hermoso pero me producía un malestar continuo, mis padres vivían aquí llevaba años sin hacerles una visita o querer saber algo de ellos, vivían en la ignorancia de que todo lo de Fontaine era mejor que cualquier cosa y que ellos al tener mucho poder eran superiores al resto del mundo.

Estudié medicina y me gradué a los 20 años, era la chica mas lista del salón y por ello siempre me adelantaban de curso. Abandoné mi casa justo el día de mi graduación y me fuí a recorrer el mundo, conocí a Alhacén y Kaveh y me quedé con ellos un tiempo, después continué mi viaje e hice amigos por todo el mundo.

Ayaka: ____, hay que coger el ferribús para llegar a la ciudad, pero no sé dónde está la entrada del ascensor.

Me eché a reír y la guié hasta esta, tardamos un ratazo en subir y una vez arriba nos montamos en el ferribús. Una melusina nos explicó el camino que íbamos tomando y nos indicó que no saliéramos del transporte en ningún momento. Al llegar nos bajamos y nos despedimos de la chica.

Ayaka: Mi hermano está cerca de la relojería esperándonos.

Andamos hasta la relojería y allí se encontraba Ayato hablando con Aether.

Aether: Ayaka, ____, ¿cómo estáis?

Ayaka: Bien -se sonrojó levemente y después saludó a su hermano con un abrazo-.

Ayato: Vaya ____, veo que estás diferente, ¿por qué?

____: Sólo me cambié la ropa... Y ahora sé utilizar mi visión mejor -reí y le salpiqué agua a Ayato-.

Ayato: Oye niña, respeta a tus mayores -se secó el agua de la cara y después me regaló una sonrisa-.

Aether: Es divertido verte enojado, yo también lo haría, si no fuera porque a mi sí me pegas.

____: Chicos me alegro de verles pero ya me tengo que ir, si no entrego los fuegos artificiales, ni busco a Tartaglia, ni le doy los planos a Furina, Yoimiya, Zhongli y Kaveh me van a matar.

Ayaka: Está bien, no te preocupes, avísanos si necesitas algo, aquí estaremos.

____: Está bien, muchas gracias chicos -me despedí dándoles un abrazo-.

Recorrí la ciudad de Fontaine en busca de la persona que debía de entregarle los fuegos artificiales, pero fue en vano. La noche cayó las estrellas iluminaban el cielo de la ciudad, anduve un rato más hasta llegar al ascensor y allí lo vi.

Era un hombre alto, con cabello largo y blanco con algunas mechas azules, sus ojos eran de color rosa palo, tenía un hermoso traje digno de un aristócrata. Estaba parado en frente del ascensor esperando a que llegara, al acercarme a él reconocí su olor, me recordaba a las conchas marinas que llevaban las nutrias de Fontaine, me era tan familiar.

Mis ojos brillaron al encontrarse con los suyos, hubo un silencio entre ambos y sentí las chispas recorrer mi cuerpo, después me sonrojé y miré hacia abajo.

??: ¿Qué se le ha perdido a estas horas, joven? -se aclaró la garganta-.

____: Estaba buscando a la Arconte hidro y bueno, a más personas pero mi búsqueda no dio resultado.

??: Soy Neuvillette, la mano derecha de Furina y el juez de Fontaine, ¿qué necesita de ella?

____: Entregarle unos planos -saqué de mi mochila unos papeles-. Me los entregó Kaveh, es una de sus construcciones, se la encargó Furina.

Neuvillette extendió su mano y cogió los planos, sus guantes rozaron mis dedos y volví a sentir la misma descarga.

Neuvillette: Si quieres se lo entregaré yo mismo -dobló los papeles y los dejó como estaba-.

____: Lo siento su señoría pero no puedo dárselos, cuando hago un encargo lo hago al 100%, por lo que yo misma debo de entregárselos a su dueño.

Neuvillette: Pasese mañana por el palacio, pregunte por mi y yo la llevaré hasta Furina -su voz era autoritaria y grave-.

____: Mañana a primera hora estaré allí, muchas gracias Neuvillette.

El chico se sorprendió, era como si nadie le hubiera llamado así, por su nombre, tal vez la había liado y era una falta de respeto para él pero me parecía más cercano hablarle así, después de esto se marchó y yo me dirigí hacia el hostal.

Tras pasar una de las peores noches de mi vida ya que no conseguí dormir, me dirigí hacia el lugar que me había indicado Neuvillette anoche, hablé con una pequeña melusina la cual se puso en contacto con su señoría y me dejó entrar a la sala.

Neuvillette: Me alegra que seas puntual -levantó la vista de sus folios-.

____: Te dije que llegaría temprano, ¿dónde está Furina? -pregunté algo sonrojada, su presencia me ponía nerviosa y su olor... Sentía que lo conocía-.

Neuvillette: Te llevaré hasta ella, por favor, sígueme -se lecantó de su silla y caminó hasta la puerta de forma elegante y sutil-.

Ni dije nada más, simplemente lo seguí por aquellos pasillos del palacio, guardaba la distancia e iba detrás de él, su espalda era ancha y andaba muy erguido, sus pasos eran firmes y seguros de si mismo parecía que ponía un muro entre las personas y él. Tras un rato largo llegamos a una puerta adornada de pintura dorada.

Neuvillette: Aquí es, vamos a entrar juntos, ¿de acuerdo?

Asentí y le sonreí, entramos a aquella sala y allí estaba nuestra arconte, Furina.

Furina: ¡___! -corrió hacia mi y me abrazó-. Cuanto tiempo, como has crecido, ¿has visto ya a tus padres?

____: No, aún no -le correspondí el abrazo-. Iré a verlos más adelante, cuando esté preparada.

Neuvillette: ¿Se conocen?

Furina: Ella es la pequeña ____, licenciada en medicina una de las mejores estudiantes de aquí de Fontaine, el problema es que se fue justo después de sacarse el título. Su familia es la más prestigiosa y todos le tienen mucho respeto.

____: Bueno, eso son solo títulos, me considero una persona normal, una viajera.

Furina: La verdad es que ____ nunca estuvo de acuerdo con una vida llena de lujos.

____: Bueno, dejemos de lado mi vida -rebusqué en mi mochila y le entregué los planos a Furina-. De parte de Kaveh.

Furina: Por fin, ya podemos comenzar con nuestra nueva construcción, la pondremos al lado de los mecabots que bailan.

Asentí feliz de haberle entregado los papeles y después le hice una reverencia para despedirme.

____: Siento mucho tener que irme ya pero tengo algunos asuntos, nos vemos luego, ¿si?

Furina: Pásate por aquí cuando tengas un rato libre, Neuvillette te acompañará hasta mi despacho y podremos pasar un rato juntas, si gustas claro.

____: Me encantaría pero si te parece bien vendré sola, no quiero darle más trabajo a su señoría.

Furina: Está bien, te deseo lo mejor.

____: Igualmente.

Salí de la sala acompañada de Neuvillette, este me miraba en silencio como si quisiera decirme algo.

____: Si vas a preguntarme por qué dejé mi vida de lujos, no voy a responderte.

Neuvillette: No es eso, me sorprende lo insensata que fuiste.

____: Gracias Neuvillette, yo también me di cuenta hace ya.

Neuvillette: Te acompañaré hasta la puerta.

____: Por cierto... Tu olor me suena familiar, ¿nos hemos visto antes?

Neuvillette: Que yo recuerde no, pueden ser imaginaciones tuyas.

____: No lo creo... -lo miré a los ojos-. Bueno no importa, vendré a verte -me despedí de él y me fui a buscar a la persona que debía entregarle los fuegos artificiales-.

Cuando el mar se levanta (Neuvillette x tn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora