Cuando el mar se levanta (Neuvillette x tn)

Acto X

La noche anterior fue magnífica, pero ya era hora de trabajar. Estuve ensayando con el catalizador mientras me acostumbraba a mi nueva casa. Había conseguido mejorar la forma de mis seres mitológicos marinos, ahora eran más grandes, además había practicado y ahora podía lanzar flechas echas de agua. Tartaglia me dejó un libro sobre debilidades y psicología, a pesar de la necesidad que sentía por saber que era lo que iba a hacer se contuvo y no me hizo preguntas.

Para que nadie sospechara de lo que iba a hacer seguiría trabajando con Ayato. Hace unos días que había solicitado trabajar con él, al principio pensaba que no iba a contratarme pero le gustó bastante la idea a pesar de mi mal comportamiento con el cliente de la última vez. Mi intención con esto era no levantar sospechas en cuanto a Neuvillette, ya que si él sabía que estaba trabajando con Ayato no haría preguntas sobre de donde sacaba el dinero.

Hoy era un día bastante tranquilo e iba de camino al hotel donde me alojé aquella noche, mi intención era mirar en los registros para saber las personas que se encontraban allí ese día, para ello me haría pasar por el personal, del hotel.

____: Este va a ser mi primer delito... Aunque no muy grave -susurré nerviosa-.

Había preparado una identificación falsa la noche anterior, así como un traje, la verdad es que coser se me daba bastante mal, pero el resultado había sido más satisfactorio de lo que me esperaba.

____: Buenos días señor -saludé a quien se suponía que era mi superior-.

Gerente: Buenos días, ¿eres la nueva?

____: Si, señor.

Gerente: Vale, vaya a las habitaciones para limpiarlas, su lista está en la zona de empleados.

Asentí y me dirigí hacia el lugar, me alegré un montón al saber que había contratado a alguien nuevo, no me esperaba para nada que diera esta casualidad, tuve mucha suerte, ya que si ni llega a ser así tendría que haber inventado una excusa.

Llegué a aquella sala y recogí los papeles de las habitaciones que me tocaban. Después de hacer un gran trabajo limpiando me dirigí a hacia la habitación donde estaban los archivos del hotel y una vez dentro comencé a buscar la fecha de aquel día.

____: ¡Bien! -susurré algo más alto de la cuenta-. Aquí están así que me los llevo, espero que me perdonen.

Terminé mi turno de trabajo y me dirigí a mi casa para mirar aquellos documentos.

____: Veamos lo que tenemos aquí... -miré uno a uno los nombres de todas las personas que se alojaron aquella noche-. Este nombre... -me quedé pensando un momento-.

Me sonaba bastante, no sabía de qué, lo dejé apartado para luego buscar más información y seguí mirando aquellos documentos. Lo primero que iba a hacer era buscar a esas personas.

Al cabo del rato guardé los documentos e ideé un plan, debía de buscar a todas las personas, pero no sabía por donde empezar, además, no había ninguna pista sobre esos hombres y por más que intentaba acordarme, no podía ver sus caras, además hacerlo me suponía un dolor y molestia inmensos, ya que tenía miedo.

Alguien llamó a la puerta y yo me dirigí a esta, para mi sorpresa me encontré a Wriothesley en el marco.

Wriothesley: ¿Qué estás haciendo? -me miró a los ojos-.

____: Es una sorpresa encontrarle aquí, ¿qué necesita? -lo dejé entrar a mi casa-.

Wriothesley: Me gustaría tratar unos asuntos contigo en privado -se aclaró la garganta mirando el interior de mi casa-.

____: No eres normal Wriothesley -lo invité a pasar-. No puedes presentarte a la casa de una dama así porque sí.

Wriothesley: Es importante.