Cuando el mar se levanta (Neuvillette x tn)

Acto V

Llevaba un mes practicando con mi visión, como ya sabía nadar poco a poco iba desarrollando mis poderes y mejorando la técnica, por la tarde Neuvillette me ayudaba con el catalizador y después ensallaba en una pequeña colina lejos de la ciudad.

Mutuamente preparábamos citas preciosas, el aprendía cada vez más cosas sobre el mundo y yo sobre él, aunque a veces por su trabajo había días que no nos veíamos, cada día me sentía más cercana a él, pero aún tenía dudas después de lo que me había dicho Margaret.

La noche que fuimos al observatorio pensé que casi me besaba, aunque intentaba olvidar ese momento ya que podría ser que mi imaginación me estuviera jugando una mala pasada.

Aún estaba investigando el tema de Tartaglia, para mi era complicado encontrar pruebas fehacientes. Iba a visitarlo siempre que podía y el me ayudaba a regresar sobre sus pasos pero por más pistas que intentara buscar era como si las hubieran borrado. En más de una ocasión le había expresado mi malestar a Neuvillette, me preocupaba Tartaglia, él me había ayudado mucho y juntos conseguimos que lo pusieran en libertad condicional pero a cambio tenía que hacer trabajos para Fontaine.

El día de hoy me encontraba con un malestar enorme, después de comer mi estómago empezó a rugir y ahora estaba tumbada en mi habitación con unos dolores intensos, apenas podía moverme.

____: Siento dejarte plantado pero apenas puedo levantarme... -sujetaba mi estómago para ver si se me pasaba el dolor-.

Había quedado con el chico de pelo blanco como siempre pero las fuerzas cada vez me iban abandonando más, quería moverme pero mis ojos pesaban, debía de ser fuerte, no sé por qué pero no podía dormirme, no ahora.

____: Tal vez debería llamar a Neuvi... -sí era una buena idea-.

Sentí como la puerta del apartamento se abría y me incorporé viendo a dos hombre entrar en el cuarto, me asusté.

??: Mierda, está despierta, corre antes de que grite -habló uno de ellos-.

Corriendo se acercaron a mi y como pude me incorporé en la cama, debía hacer algo o posiblemente me secuestraran, los dos se abalanzaron sobre mi, intenté esquivarlos pero mis movimientos eran lentos, después sentí un golpe en mi cara y mi nariz empezó a sangrar.

Narra Neuvillette:

Los minutos se hacían eternos, ____ no venía y yo tenía algo importante que decirle, al fin Tartaglia podría ser libre, esta mañana me llegó una carta con pruebas lo suficientemente buenas como para demostrar su inocencia, cuando se lo contase se iba a poner muy feliz, es más, ella iba a ser su testigo.

El tiempo pasaba y mis nervios cada vez se hacían más presentes, decidí ir a verla, la verdad es que ella jamás se había retrasado más de cuatro horas y si no podía venir me avisaba un día antes, me dirigí al motel donde se alojaba, me daba mala espina el lugar, era tétrico y con una fachada poco cuidada, entré y pregunté la habitación donde ella podía estar, subí las escaleras y al llegar toqué la puerta, no hubo respuesta, luego volví a llamar y tampoco, al final entré a la fuerza.

La habitación estaba vacía, no había nadie, la ventana estaba abierta de par en par y en el suelo había pequeñas gotas de sangre que manchaban la cama también, antes de salir del lugar miré el cuarto de baño para ver si estaba, no había nadie. Busqué en cada rincón de la habitación, estaba vacía. Mi preocupación aumentó e utilicé mi visión para seguir el rastro de partículas elementales, estas estaban en toda la estancia pero luego se iban claramente hacia la ventana.

Neuvillette: Como alguien la haya tocado no tendré piedad -dije en voz alta y muy molesto-.

A pesar de que la rabia me consumía intenté mantener la calma como siempre, no me gustaba estresarme y sabía las consecuencias de ello. Bajé las escaleras y salí fuera del lugar, luego seguí el rastro, este llegaba al mar y seguía por debajo del agua. La busqué, la busqué durante horas pero no había ni rastro de ella, en un momento dado las huellas elementales desaparecieron, no podía entenderlo, ¿qué estaba pasando?