Acto XII

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A mi alrededor se encontraban un montón de cuerpos, mis manos estaban llenas de sangre al igual que mi ropa, no sabía dónde estaba, no sabía quien era, ni sabía que había pasado, sentía miedo y angustia, al igual que una pena enorme por todas aquellas personas que se encontraban al rededor de mi, tenía una bomba entre mis manos y a mis pies un cuchillo.

Hombre de cabello negro: ¡____, ____! -me agarró de la muñeca con fuerza lo que hizo que soltase aquel objeto redondo de entre mis manos-. ¡¿Qué es esto?!

No podía contestar, estaba igual de perdida que él, no entendía que estaba pasando, miré a mi alrededor de nuevo, los cuerpos de niños, jóvenes y ancianos se encontraban a mi alrededor.

Hombre de cabello negro: ____, dime algo.

____: ¿Me llamo ____? -lo miré a los ojos, asustada-. ¿Qué les pasó a todas estas personas? ¿Por qué estoy llena de sangre? -me temblaban las piernas-.

Wriothesley: Soy yo, Wriothesley, el alcaide de Fontaine, Neuvillette está muy preocupado por ti.

____: ¿Neuvillette? ¿Alcaide? -estaba muy desconcertada-.

Wriothesley: ¿Por qué no te acuerdas? ¿Qué te pasa? -me agarró más fuerte de la muñeca, haciéndome mucho daño-.

____: Me está asustando -agaché mi cabeza-.

Wriothesley: ¿Has hecho tu esto? -su voz parecía temblorosa-.

____: N-no lo sé...

Dottore: ____, ¿qué has hecho? -dijo el hombre de cabello azul mirandome y con un semblante tranquilo-.

____: D-dottore... -el chico se acercó a mi y yo instintivamente me escondí detrás de Wriothesley-.

Dottore: ¿No crees que deberías detenerla señor alcaide?

Wriothesley: ¿Quién eres? -se interpuso entre los dos y miró al chico a los ojos-.

Dottore: Eso es irrelevante, acabo de llegar aquí y me encuentro con esta masacre, además ella es la única que se encontraba aquí.

Wriothesley: Pero no hay pruebas para detenerla, ni ahora mismo.

Dottore: ¿Le parece insuficiente el cuchillo y la bomba? -carraspeó su garganta-.

Ese hombre me producía un malestar constante, no quería ir con él y sabía que su intención era llevarme de vuelta allí adentro, a ese lugar oscuro.

____: Es mi culpa, yo maté a esas personas -dije en voz alta-.

Los dos hombres se quedaron en silencio, creo que ninguno se esperaba que confesara así. Wriothesley cogió sus esposas y las colocó en mis manos, después negó con la cabeza sin entender nada.

Dottore: ¿Se la va a llevar? -dijo claramente molesto, sabía que estaba manipulando a Wriothesley para que me dejara allí-.

Wriothesley: Por supuesto, ella debe ser sometida a un juicio, ¿tiene alguna objeción?

Dottore: No, ninguna -se dio la vuelta y se fue-.

Nos montamos en una especie de coche y al cabo de las horas llegamos a una hermosa ciudad de aguas cristalinas, una vez allí nos dirigimos hacia una celda y me encerró allí. No hablamos nada durante todo el viaje, aún me sentía algo mareada, no sabía quien era, ni qué hacía allí. Al cabo del rato llegó un hombre de cabello blanco y entró a mi celda para después abrazarme.

Neuvillette: No sabía dónde estabas, ¿qué has estado haciendo todo este tiempo? -dijo alterado y después me agarró por los hombros-. ¿Por qué estás tan delgada y pálida? -me agarró el brazo y me levantó la camiseta viendo moratones por todos ellos-. ¿Qué es esto? ¿Qué te ha pasado? -me volvió a abrazar-.

Cuando el mar se levanta (Neuvillette x tn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora