Cuando el mar se levanta (Neuvillette x tn)

Acto IV

Las cosas habían mejorado durante estos dos últimos meses, Neuvillette y yo habíamos tenido más citas, el siempre era encantador y atento, sentía que poco a poco nos íbamos conociendo más y más.

El asunto de Tartaglia había mejorado y ahora mismo estaba en libertad condicional gracias a Neuvillette, me dijo: "Ayudar a tu amigo es lo mínimo que puedo hacer por ti" y así fue como tras varios días de duro trabajo consiguió que saliera bajo una serie de normas.

Estaba esperando a Neuvillette donde siempre, al lado de la tienda de relojes, hoy había recolectado dos pequeñas cascaras ostras una del color de su chaqueta y blanca y otra rosa y violeta, las clases de natación me habían ayudado bastante y gracias a él ya sabía hasta bucear. A lo lejos lo vi y fui corriendo a saludarlo. Había guardado las ostras en una pequeña caja y las había atado con una cuerda, así hice dos collares a juego.

____: ¿Cómo ha ido tu día?

Neuvillette: Algo cansado, tuve que hacer mucho papeleo pero siento que ahora estoy más tranquilo.

____: Me alegro, de todas formas hoy iba a invitarte a ver un observatorio de estrellas, hay un telescopio gigante, siento que eso te va a relajar.

Neuvillette: ¿De verdad? Muchas gracias ____, siempre eres muy atenta conmigo.

____: Me gusta consentirte -reí y tosí, después me aclaré la garganta-.

Neuvillette: ¿Estás resfriada? -dijo preocupado-.

____: Llevo unos días encontrándome mal, pero me supongo que iré a resfriarme.

Neuvillette: ¿Te duele algo en concreto? -me miró a los ojos-.

____: El estómago, nada de lo que preocuparse Neuvi.

Neuvillette: Sí necesitas algo solo dímelo, por favor.

____: Lo haré -le sonreí con dulzura-.

Andamos un rato por Fontaine, la brisa era agradable y las personas nos miraban sorprendidos como siempre, es normal, una persona de mi clase que se lleva tan bien con una persona de su clase es extraño en este lugar.

Neuvillette: ____, te ves preciosa.

____: ¿A qué viene eso de pronto? -me sonrojé-. No digas tonterías -moví mi mano en el aire-, tú eres el que se ve hermoso.

Neuvillette se rió y continuamos nuestro paseo. La verdad es que hoy me había puesto un vestido blanco liso, con mangas largas y pomposas y palabra de honor, la parte de arriba se ajustaba hasta la cintura y después colgaba una falda lisa que me llegaba por debajo de la rodilla. Hoy decidí maquillarme un poco más y ponerme unos lindos zapatos de tacón medio blancos. Estaba empezando a sentir cosas por Neuvillette y la felicidad hacia que quisiera verme bonita para él, nunca me había preocupado en cómo ir por la calle pero con él todo es diferente y mágico.

??: Neuvillette, ¿cómo estás? -habló una chica de cabello rubio y ojos rubís-.

Neuvillette: Buenas noches Margaret, estoy bien gracias, cuanto tiempo sin vernos.

Margaret: Estuve ocupada, la verdad es que ser de una familia con poder es algo complicado, ¿quién es tu acompañante?

Neuvillette: Ella es ____, una amiga muy cercana -se aclaró la garganta-.

____: Encantada -extendí mi mano para saludarla pero ella la rechazó-.

Maegaret: Igualmente, me alegra que hallas encontrado a alguien de la clase de Neuvillette, pero está mal aprovecharse de los demás.

Neuvillette: Ella no se aprovecha de mi, ¿por qué lo dices?

Margaret: Ya sabes lo que pasa con los que han vivido una vida de lujos y luego lo pierden todo, buscan gente para aprovecharse de su poder y escalar.