Acto XV

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Una preciosa casita de madera adornaba el paisaje blanco que nos rodeaba, mis ojos se iluminaron al ver la escena puesto que jamás había sentido tanta felicidad y paz. Sentía que a partir de ahora mi vida mejoraría exponencialmente y todo se convertiría en algo maravilloso, miré a mi acompañante el cual parecía tan emocionado e ilusionado como yo. Se acercó a mi y me agarró la mano.

Neuvillette: ¿Quieres entrar a tu nueva casa? -acarició con su pulgar mi mano-.

____: Sólo si es contigo... -me sonrojé y sonreí feliz, a pesar de todo lo vivido me sentía en calma ahora mismo y junto a él-.

Los dos entramos a la casa, la madera rugía en nuestros pies pero se sentía una hermosa calidez al entrar, la sonrisa en mis labios no se borraba porque durante todo el camino el chico de cabello blanco había estado diciéndome todo lo que íbamos a hacer juntos ahora que íbamos a vivir bajo el mismo techo.

Neuvillette: Iré a encender la chimenea, puedes subir a la habitación principal, no hay mucha ropa pero iremos a por más al centro, ya lo tengo todo pensado.

____: Agradezco mucho lo que estás haciendo por mi.

Neuvillette: Es lo mínimo que puedo hacer -me besó la cabeza y se fue hacia al salón-.

Me dirigí al dormitorio, había una gran cama matrimonial y un hermoso ventanal que cubría toda la pared del lado derecho de la cama y al frente de esta había una chimenea. Las sábanas eran blancas y el cabecero de hojas de hierro. Había un armario algo antiguo, al mirar dentro encontré dos pijamas y algo de ropa, decidí ponerme el pijama y bajar.

____: Neuvillette, la habitación es preciosa... -me sonrojé y después me acerqué a él-. Te amo.

Neuvillette: No creo que sea tan hermosa como tú -cerró la puerta de la chimenea del salón y me miró-. Bien, todo listo.

____: ¿Preparo algo de comer mientras tú te duchas?

El chico asintió y yo me dirigí a la cocina, había bastante comida, parecía que unos días antes alguien había estado aquí reponiendo todo lo necesario. Decidí hacer algo sencillo, así que cocí algo de arroz e hice un pollo con salsa, puse la mesa y después esperé a que Neuvi bajara.

Cuando esté vio lo que había preparado una dulce sonrisa se formó en sus labios, después me miró a los ojos y los dos nos sentamos a comer.

Neuvillette: ¿Podemos hablar de lo que te pasó? -rompió el silencio con esa pregunta-.

____: Es algo difícil de contar -suspiré y después agarré su mano-. Salí a dar una vuelta ese día, Focalors me había dicho que averiguase más sobre aquellas personas que me secuestraron, resulta que estaba intentando saber más sobre ti... Si lo hacía ella aceptaría que te amaba y nos dejaría tranquilos.

Neuvillette: Ella no tenía que aceptar nada, eso nos correspondía a nosotros.

____: Lo sé, pero pensé que si lo hacía nos iba a dejar en paz. Adquirí un catalizador hermoso que me regaló Tartaglia y comencé a practicar con el para poco a poco ir donde ella me pidiera. Un día salí a dar una vuelta y me dejé el catalizador en mi casa, entonces llegó Dottore con Focalors y me llevaron.

Mi chico me escuchaba atentamente mientras acariciaba mi mano con dulzura para que no me preocupara y supiera que el estaba ahí.

____: El caso es que cuando llegué a aquel sitio me llevaron a una habitación vacía y completamente oscura con las personas que habías visto en esa cueva, todos parecían asustados y tristes, además llevaban unos días sin comer. Pasaron unas cuantas horas desde que estaba allí, hasta que me llamaron y me sacaron del lugar y ahí empezó la pesadilla.

Cuando el mar se levanta (Neuvillette x tn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora