Cosmos I: Uno en vez de dos

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Las estrellas parecían bailar en el resplandor del cosmos, brillando con una intensidad inusual. Los planetas giraban a un ritmo frenético, como si estuvieran ansiosos. En el cosmos, una señal vibrante anunciaba el despertar de Aurum, el Suxarion de Luprem.

En el corazón de Luprem, las nebulosas se retorcían y se moldeaban, dando forma a un ser místico. Este ser era respetado por todos los Astras y admirado por muchos Deoros.

El ambiente estaba cargado de energía, como si estuviera a punto de estallar. Se podía sentir que algo importante estaba a punto de suceder en Luprem, uno de esos momentos que parecen milagrosos.

Los Astras, aunque estaban a cientos de años luz de distancia, centraban toda su atención en su líder. Sabían que debían apresurarse para llegar a su lado.

-¡Rápido! ¡La ceremonia está por iniciar! -llamó Alpheron a sus Deoros, ordenándoles que lo siguieran en un orden perfecto.

Alpheron, también conocido como "Maestro Deoral" o Astra de la maestría, era un Astra experimentado en su trabajo. Su propósito era fundamental para la estabilidad entre los líderes de Luprem, ya que la seguridad de este dependía de la protección de los Deoros que educaba.

Este, junto a miles y miles de Deoros que lo seguían, se dirigían a toda prisa hacia el centro de Luprem.

A miles y miles de años luz, estaba Surgnus, Astra de la destreza. Su propósito era sacar lo mejor de cada Deoro en combate y dejar fluir los talentos y habilidades de combate de cada Deoro.

Además de ser un entrenador eficiente, también era protector de un joven Astra que aún no sabe nada acerca del mundo que lo rodea. Aunque no lo parezca, su rol es uno de los más importantes en todo Luprem.

-¿Estás listo, Gemisto? -preguntó Surgnus, acariciando la cabeza de Gemisto con una sonrisa amigable.

El pequeño asintió con una sonrisa amigable y una expresión de alegría, flotando a los alrededores de su protector.

-¿Estás seguro de llevarlo, Surgnus? Es probable que lo primero que cause es un desastre en la reunión -Arsenius, el Astra de la defensoría, expresó su preocupación.

-Claro que sí. Aurum nos llamó a todos nosotros para presenciar el evento. Es nuestra obligación ir. -respondió Surgnus, su núcleo color crema brillando con determinación.

Arsenius suspiró y, con lanza en mano y sus dos Deoros a sus lados, se retiró para asistir al llamado de Aurum.

-¿Qué vamos a ver? -preguntó Gemisto, su curiosidad brillando en sus ojos.

-¿Te acuerdas cuando preguntaste de dónde vienen los Deoros y Astras? -Surgnus señaló al centro del universo, donde una luz brillante emanaba.

Después de esa pregunta, Surgnus, rodeado de un ejército de Deoros y con el pequeño Astra a su lado, se dirigieron a una velocidad incalculable hacia su destino. El divino paisaje se desdibujaba en líneas borrosas a medida que avanzaban, creando una sensación indescriptiblemente placentera.

Sin embargo, no todos recibieron al instante la noticia. Gliseus, el Astra explorador, estaba demasiado lejos de su ruta correspondiente, perdido para sus Deoros, pero él mismo sabía su ubicación exacta.

Luprem era extremadamente extenso, casi infinito para algunos, pero todo tiene un límite y este es en dónde Gliseus estaba. El borde de Luprem estaba compuesto por una pared transparentemente sólida y muy resistente.

Gliseus paseaba por los alrededores de aquel borde, parecía estar buscando algo en las afueras. Su expresión de preocupación y tristeza lo decía todo. Estaba desesperado por encontrarlo, pero esa concentración fue interrumpida por una voz clara y firme a su espalda.

Luprem Universe (En Proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora