Luprem Universe (En Proceso)

Capítulo XVI: El planeta tierra

El había regresado...

Jadeo tras jadeo, suspiros y gritos se escuchaban en el centro de Luprem. Aurum no se encontraba en buenas condiciones y lo sabía perfectamente.

Los sonidos inquietantes que salían de su boca eran intensos, cualquiera que lo escuchara, viera quejarse y destruir todo a su alrededor por la ira que acumulaba en su cuerpo, pensaría que había perdido el control de su capacidad mental antigua.

Tenía ganas de golpear algo, o a alguien... ¡No! Debía olvidar esos pensamientos y pensar en alguna excusa o solución a su estado.

Tardaría eras en recuperarse, no sabía que hacer.

Luego... Recordó que Cettau también había asistido a la reunión, después de tiempo al igual que él.

Un Suxarion que siempre cumplía con lo que decía, a diferencia de él que era un desastre inmundo, olvidado por los grandes.

Odiado por los sabios y los menores, que eran influidos por estos, pero era adorado por las "señoras" lideresas, especialmente por las tres M, que le ofrecieron un puesto entre ellas por una condición vergonzosa a cambio, que rechazó por dignidad e intentar hacer lo correcto.

No era la primera vez que escapaba exactamente en el momento decisivo donde borrarían todos sus recuerdos y lo "reiniciarían" para ser un mejor gobernador, solo que en esta ocasión se había retrasado al concentrarse en otras cosas... Normalmente se iba antes de que ese momento se ejecturara, camuflandose entre los Suxariones dorados.

Con dolor en su ser, trataba de olvidar los miles de momentos en el que intentó disculparse de todos sus errores, sin embargo era inútil al estar en una posición de rango muy baja en reputación al no traer nuevas noticias tanto a su especie como a sus creaciones.

La tristeza era tan notoria en su ser que Zenian lo percibía a pesar de ubicarse en el planeta de tierra, rodeado de un bello jardín de flores amarillas, que le recordaban al ser que lo creó, meditando en medio de una laguna.

La paz que tenía se fue al sentir la presencia de Aurum, cansado y estresado.

Estaba sentado, flotando sobre el agua sin tocarla, concentrando la distancia mínima entre el agua y él, evitando que se establezca contacto entre ambos y moje su corteza, la cual ya no era tan transparente al ubicarse fuera del espacio exterior.

Estaba tan concentrado en recuperar la calma, pensando en como hacer feliz a su amo, que no se dio cuenta que bajo la laguna había una presencia marina, acechándolo.

Cruzaba las piernas, sentado, nublando su vista e iluminando a su alrededor con su núcleo, verificando que las presencias a su alrededor estén bien.

Pero la presencia desconocida se acercaba cada vez más desde las profundidades hacia su objetivo... ¿Presa? Quizás.

A tan solo un metro de Zenian, este fue a abalanzarse a él, pero el Astra era rápido.

—¡Casi, casi! —cambió de forma el depredador.

—Perdiste tus habilidades afuera, Nexinius. Necesitas practicar más.

Nexinius se rió y metió su cabeza bajo el agua, luego se levantó con su rostro cubierto por su cabello mojado.

—¡Te traje un amigo! Se llama Kenia

Zenian no sabía como reaccionar ya que era literalmente una roca en forma de humano, pero muy bien construida.

—¿Por qué no tienes ropa?

—Ya te dije, Nexinius. Mi corteza es demasiado fuerte, no necesito eso, además de que la "ropa" es demasiado frágil para proteger una corteza.