A medida que el tiempo avanzaba, Luprem se sumía en una aparente calma, un remanso temporal donde la amenaza se desvanecía en la distancia cósmica. Las galaxias continuaban su danza majestuosa, girando con elegancia en una coreografía celestial que hablaba de la armonía restaurada.
Las estrellas, como faros luminosos en el vasto lienzo del espacio, desprendían su ardiente fuego con una intensidad renovada. Su luz, ahora desprovista de la sombra de conflictos pasados, bañaba el universo con una resplandecencia que recordaba los días de serenidad y creación compartida.
Las nebulosas, como pinceles cósmicos, estaban meticulosamente ubicadas en el firmamento, pintando paisajes etéreos que encantaban a quienes las contemplaban. Cada espiral de gas y polvo narraba la historia de un universo en equilibrio, donde las cicatrices del pasado no eran más que recuerdos lejanos.
Los planetas, leales compañeros de sus estrellas, exhibían colores vibrantes que hacían juego con la paleta única de cada sistema solar. Sus órbitas eran trayectorias perfectas, reflejando la estabilidad recién encontrada en Luprem. En ese cosmos restaurado, la serenidad se expresaba en la alineación cósmica, cada elemento en su lugar, cada entidad celeste contribuyendo a la sinfonía universal.
En este rincón renovado del espacio, la esperanza resplandecía como una estrella distante. Sin embargo, en la tranquilidad reinante, resonaba la promesa de un futuro más luminoso. La paz, aunque frágil como el destello de una supernova distante, se afirmaba en cada rincón de Luprem, un testimonio de la perseverancia de Zenian y su determinación de restaurar la grandeza perdida del universo.
-Los felicito por cumplir con su trabajo. Casi todos ustedes han realizado su labor a la perfección y merecen un tiempo de relajo. -decía Aurum con un tono de voz más animado, sus palabras resonando en la majestuosidad de la sala.
Los asistentes a la reunión estaban eufóricos por la perspectiva de tiempo libre, después de generaciones de arduo trabajo. Cada uno ya tenía sus planes para descansar o explorar Luprem a su antojo.
-Jefe... ¿A qué se refiere con "casi"? -preguntó Zenian, su voz cortando el aire lleno de jubilo.
Un silencio se apoderó de la sala, los Astras habían olvidado ese pequeño detalle. Uno de ellos no había cumplido al 100% con su deber encomendado. El rostro de Aurum cambió a uno de seriedad, y su mirada se posó directamente en Arsenius.
-Últimamente he escuchado que tú, Arsenius, no has estado recorriendo Luprem con tus Deoros. Estos seres tienen la responsabilidad de acompañarte y preservar la barrera de Luprem, pero ahora veo que no están contigo, sino con Alpheron. -reprochó Aurum, su voz resonando con autoridad en la sala.
Al fondo de la sala, el grupo de cuatro Deoros estaba situado como espectadores. Al escuchar los nombres de los Deoros enanitos, un escalofrío recorrió sus espinas dorsales.
-Creo que nos están llamando, Jefe. -dijo Palude.
-Será mejor que vayan ahora. Si no lo hacen, podrían llevarse un buen regaño, y eso solo empeoraría las cosas. -indicó Nébulo.
Los dos pequeños se dirigieron hacia el centro de la sala, posicionándose al lado de su Astra.
-¿Desde cuándo te ven como una figura de autoridad? -preguntó Nocte.
-Desde que Arsenius prácticamente los abandonó con Alpheron. Literalmente no quiere ver ni la sombra de ellos. -respondió Nébulo, con un tono que reflejaba la decepción y la preocupación.
En el centro, Arsenius se encontraba recibiendo un regaño directo de Aurum. Era solo cuestión de tiempo antes de que estuviera al borde de enfrentar algún tipo de castigo.
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Luprem Universe (En Proceso)
AbenteuerDesde sus orígenes, la humanidad ha buscado respuestas a las preguntas más profundas: ¿De dónde venimos? ¿Cuál es nuestro propósito? ¿Qué hay más allá de esta realidad? Pero las preguntas también van más allá del pasado y del futuro, y se extienden...