La casa Meadows era un caos, todos en la casa estaban yendo de un lago a otro buscando que la futura debutante luciera hermosa, la tarea no era difícil Giselle ya era una joven preciosa pero si quería triunfar está temporada debía de verse aún mejor.-Vas a deslumbrar a todos-hablo Emma, la hermana más pequeña de Giselle.
-Emma tiene razon-asintio Leonora la otra hermana de Giselle que tenía quince.
Giselle solo pudo sonreír y asentir mientras las damas que su tío contrató arreglaban su cabello, ella siempre había estado emocionada por debutar en sociedad, de niña ella y su amiga Daphne Bridgerton pasaban horas soñando con los bailes y los caballeros, pero ahora no estaba emocionada.
Dos veranos atrás sus padres fallecieron cuando ambos visitaron su casa de campo y está se incendio, su tío Samuel se hizo cargo del negocio familiar convirtiéndose ahora en el Duque de York, el adoraba a sus sobrinas y les había asegurado que las cuidaría siempre pero la temporada anterior sin esperarlo su tío había contraído matrimonio con una mujer a la que no le gustaban las sobrinas de su marido por lo que gracias a sus consejos Samuel dijo que Giselle al ser la mayor debía casarse y hacerse cargo de sus hermanas.
Por eso Giselle debía casarse con alguien rico, alguien que pudiera cuidar de sus hermanas también.
-Estoy seguro que llamará la atención de la reina y a mucho otros caballeros mi lady-dijo una de sus damas cuando termino de arreglar a Giselle.
Está se vio al espejo y sonrió, su cabello estaba en un chongo y tenía una tiara que brillaba sobre su cabeza, su vestido era blanco y con mucho brillo, tenía el collar de su madre sobre su cuello y debajo de sus guantes tenía la pulsera que Benedict le regaló hace unos años.
-¡Giselle, es hora de irnos!-se escucho la voz de su tío por lo que está se vio por última vez en su espejo antes de salir.
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-La señorita Giselle Meadows presentada por la Duquesa Meadows-hablo un hombre indicando que era el turno de Giselle de presentarse frente a la reina.
Giselle empezó a caminar por el pasillo seguida de Angelica la esposa de su tío quien por matrimonio se había convertido en la tía de Giselle, aunque en realidad solo le llevaba tres años a Giselle.
-Camina más derecha-dijo la Duquesa en voz baja mientras seguía a Giselle que empezó a mirar a la gente a su alrededor, pudo encontrar a sus hermanas junto a su tío y mientras más avanzaba noto a los Bridgerton, les sonrió con rapidez sin poder evitar cruzar miradas con Benedict que la miraba de pies a cabeza con encanto, cosa que la molesto.
Al llegar con la reina, Giselle hizo su reverencia y al alzar su mirada la reina le sonrió. No era secreto que la reina fue una gran amiga de la fallecida duquesa de York quien fue la madre de Giselle.
-Estas preciosa, idéntica a tu madre-hablo la reina haciendo sonreír a la joven debutante quien agradeció las palabras de la reina terminando su reverencia y dando la vuelta por el pasillo.
Esperaba que haber tenido esas dulces palabras de la reina la ayudarían a conseguir uno o dos pretendientes.
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Giselle cambiaba su apretado vestido blanco por un vestido algo más holgado mientras sus hermanas hablaban de la presentación ante la reina.
-Todos estaban tan deslumbrados por ti-decía Leonora con emoción-todos los caballeros estaban al pendiente de tus pasos, además estoy segura que con el favor de la reina tendrás una temporada exitosa.
-La reina también le dedicó buenas palabras a Daphne-hablo Giselle con una sonrisa delicada.
-Bueno pero tú eres más bella-dijo Leonora moviendo la mano sin importancia.
Giselle negó levemente y continuo quitándose las joyas con ayuda de sus damas hasta que Angelica irrumpió en la habitación.
-¡Giselle! ¿Has leído está barbaridad?-preguntó la pelinegra mostrando el papel a Giselle que lo tomo confundida.
-Lady Whistledown-leyo en un murmuró Giselle mientras empezaba a leer.
La tal Whistledown se encontraba criticando algunos aspectos de las familias de alta cuna, pudo encontrar algunas críticas hacia los Bridgerton e incluso a su propia familia pero al menos encontró algunas cosas buenas hacia ella y su presentación ante la reina.
-"La joven Giselle Meadows y Daphne Bridgerton fueron hermosos diamantes entre todas las jóvenes que se presentaron ante la reina"-leyó en voz alta Giselle con una sonrisa.
-No debería de parecerte lindo lo que esa mujer puede decir-hablo Angelica quitando el papel de las manos de Giselle-Has visto como dice que tengo una cara alargada ¿Quien se cree que es esa tal Whistledown?
Leonora y Giselle compartieron miradas con una sonrisa ante el enojo de Angelica que rápidamente fueron interrumpidas por la tos de la pequeña Emma que empezó a contener su pecho mientras tosía.
-Emma ¿Estás bien?-preguntó Giselle con una mueca de preocupación notando de su dulce hermanita tenía su piel pálida y sus ojos rojos.
-Estoy bien Elle, no te preocupes-dijo la niña de tan solos 12 años preocupando aún más a Giselle.
Ella debía de casarse esa temporada y conseguir marido, uno que pudiera ayudar a cuidar a sus hermanas.
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Benedict estaba absorto de lo que pasaba a su alrededor mientras dibujaba la dulce figura de Giselle con el vestido que había usado esa misma mañana para la presentación ante la reina, el hombre había recordado a la perfección cada detalle de Giselle.
Para Benedict la Meadows siempre le había parecido la mujer más hermosa que existía en el mundo pero esa mañana con su vestido blanco y su mirada nerviosa le había parecido un ángel.
-¿Qué dibujas?-preguntó Eloise llegando a lado de su hermano que escondió el dibujo con rapidez.
-Algo que no te importa-dijo Benedict con una sonrisa antes de quitarle a su hermana el panfleto que leía, era una tal Lady Whistledown.
-Al fin alguien dice la realidad de muchas familias-dijo Eloise asomándose por el hombro de su hermano para seguir leyendo-¿Has visto lo que dijo sobre Daphne y Giselle? las llamo diamantes, eso es como considerarlas objetos, no se cómo ellas pueden estar tan emocionadas por casarse y ser solamente usadas para dar herederos.
-Cada quien tiene su propio sueño en la vida-respondió Benedict dejando el panfleto y levantándose para caminar a su habitación dejando la conversación con Eloise.
Cuando el Bridgerton llegó a su habitación busco en un joyero una pulsera que el había comprado hace tantos años cuando era pequeño, tenía tan solo diez años y le rogó a su padre por un puño de monedas, en cuanto esté le dio a su hijo lo que quería Benedict compro dos pulseras idénticas regalándole la otra a Giselle.
-Oh mi dulce Giselle-murmuro Benedict acariciando la pulsera-como me gustaría darte lo que quieres.
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Hola
Este es solo una pequeña introducción a la historia de Benedict y Giselle, tengo muchas cosas pensadas para ellos.
Si les gusto el capítulo dejen su voto y comentario.
¿Están listas para conocer un poco más de Giselle y su familia?
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MIDNIGHT RAIN [Benedict Bridgerton]
FanfictionGiselle debía encontrar un marido en esa temporada, toda su vida pensó que Benedict Bridgerton su fiel amigo y enamorado desde la infancia seria su esposo pero el hombre tenía cierto miedo al compromiso. ¿Que pasará ahora que Benedict se de cuenta q...