9.angelica

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9.Angelica



Benedict y Giselle pasaron toda la noche entre besos y caricias demostrando todo lo que sentían entre ellos, todo el amor que habían tratado de esconder ahora estaba presente en el aire.

-Te amo-murmuro Benedict mientras quitaba el camisón de Giselle, esta se sintió nerviosa y cohibida, aunque había besado al Bridgerton con anterioridad  nunca habían cruzado la línea-no te pongas nerviosa, eres la mujer mas preciosa del mundo.

Giselle sonrió y dejo que el Bridgerton la besara y pasara sus manos por su pálida piel con amor y cariño, a ninguno de los dos les importo el lugar en el que estaban, no les importo que la familia de Giselle estuviera en las habitaciones de alado.

-Te hare mi esposa, lo juro-aseguro Benedict con una gran sonrisa abrazando fuertemente a Giselle mientras la recostaba en la cama y el aprovechaba para quitar su propia camisa.

El Bridgerton sonrió al sacar sonidos de placer de la boca de Giselle mientras pasaba sus manos por su cuerpo, primero toco sus pechos que estaban sensibles y necesitados pero luego su mano bajo hasta su centro empezando a trazar suaves círculos que hacían jadear con más fuerza a la pelirroja.

-Debes guardar silencio-dijo Benedict escondiendo su rostro en el cuello de Giselle.

-Eso intento-murmuro Giselle con voz temblorosa y una sonrisa de placer mientras pasaba sus manos por el cabello azabache de su amado.

Los labios del Bridgerton se posaron en los pechos de Giselle y esta tuvo que taparse la boca pues la presión de los dedos de Benedict en su entrepierna y sus labios trazando besos en su pecho iban a hacer que ella llegara a su clímax, Benedict noto esto y se alejo con una sonrisa.

-Aun no Elle, aun tenemos mucho que hacer-dijo Benedict volviendo a besarla en los labios.

°°

Giselle empezó a moverse entre sueños y rápidamente se despertó al sentir el dolor entre sus pernas recordando lo que hizo la noche anterior notando el brazo de Benedict abrazarla por su cintura mientras dormían.

La Meadows sonrió girándose para ver a Benedict, parecía tranquilo mientras dormía, pero ese dulce momento tuvo que terminar pues Giselle se dio cuenta de el donde se encontraban.

Era de mañana pues los rayos de sol se metían por su ventana y no faltaría mucho para que su dama de compañía o su tío se asomara a su cuarto.

-¡Ben!-dijo Giselle sacudiendo a Benedict que solo que quejo entre sueño, Giselle suspiro nerviosa y le arrebato la almohada a su amado haciendo que este se sobresaltara despertando-debes irte o alguien va a descubrirte.

-¡Rayos!-dijo Benedict levantándose con rapidez buscando su ropa mientras Giselle buscaba su camisón-se supone que me iría pero te veías tan bonita dormida a mi lado que no pude evitar dormir también.

Giselle se sonrojo y se acerco a Benedict que estaba solo con sus pantalones puestos y lo beso, ambos se dejaron llevar que no escucharon la puerta abrirse hasta que la voz de Angelica se hizo presente.

-¡Giselle!-dijo Angelica entrando y cerrando la puerta del cuarto, la pareja se separo y ambos se miraron nerviosos.

-Yo puedo explicarlo Señora Meadows-dijo Benedict poniéndose frente a Giselle.

-No quiero escuchar nada-dijo Angelica apuntando con su dedo al Bridgerton-salga de esta habitación antes de que llame a mi marido y le aseguro que eso solo traerá problemas.

Giselle sintió que sus palmas se ponían sudorosas y un pequeño tic en su ojo empezaba a punzarle, ella siempre había tratado de ser la chica perfecta pero ante la mirada de Angelica solo pudo encogerse.

MIDNIGHT RAIN [Benedict Bridgerton]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora