2. first dance

778 82 3
                                    

Samuel Meadows siempre fue un desastre cuando era más joven, era rebelde y era seguro que le saco canas a su padres con todos los enojos que les hizo pasar. En cambio su hermano Stuart siempre fue un joven ejemplar, claro al ser el primogénito el título de duque pasaría a el.

Cuando Stuart tuvo hijos Samuel adoro a sus sobrinas con todo su corazón, las tres niñas fueron la luz de su vida por años y por eso mismo era difícil ver qué ahora Giselle ni siquiera podía verlo a los ojos.

-Trata de divertirte, es tu primer baile-dijo Samuel tratando de entablar una conversación con su sobrina.

-Sera difícil disfrutar el baile cuando tengo la presión de el cuidado de mis hermanas y el mío sobre mis hombros-respondió Giselle sin ver a su tío.

-Giselle ya hemos hablado de esto-dijo el ahora duque poniendo una mano sobre el puente de su nariz.

-No hemos hablado nada, Angelica llegó y quiso deshacerse de nosotras en cuanto nos vio-hablo la joven mientras jugaba enojada con la pulsera en su mano-y tu la dejaste hacernos a un lado, el dinero de la familia también es nuestro no deberías de arrebatarlo de nosotros.

-El dinero es del Duque de York y yo soy el Duque de York-hablo Samuel sintiendo mal consigo mismo por sus palabras.

-Solamente eres el Duque porque papá murió, si el estuviera aquí estaría tan avergonzado por lo que nos estás haciendo-dijo Giselle enojándose bastante-Emma necesita doctores, ella es tan pequeña y delicada y cada vez que pido ayuda para ella dices que lo descontaras de mi dote, como si  no tuvieras dinero suficiente para cuidarla pero claro prefieres mantener a tu esposa feliz que a tu propia sangre.

Samuel se quedó callado sin saber que decir mientras Giselle respiraba pesadamente, la tensión era bastante que cuando Angelica entro al carruaje noto que su esposo y sobrina habían peleado.

-Es mejor irnos, llegar tarde no es muy educado-dijo Angelica abriendo su abanico con una mirada seria que volvió mas tenso el ambiente mientras el cochero ponía en marcha el carruaje.

Giselle usaba un vestido rosa pálido con brillos en su escote que hacía resaltar sus facciones, su cabello estaba siendo sostenido por algunas pinzas que también brillaban y la mostraba  aún más hermosa.

-Sin duda el encanto de tu madre fue heredado-dijo Lady Danbury llegando frente a Giselle.

-Gracias-agradeció Giselle con una sonrisa que contagio a Lady Danbury.

-¿dónde está tu tío y su esposa?-preguntó la morena mirando alrededor de la pista-deberían estar contigo, ver al Duque de York junto a ti incitara a los caballeros a invitarte a bailar, todos querrían tener al Duque como su suegro.

-Deben estar con alguna amiga de Angelica-negó Giselle frunciendo su ceño.

Lady Danbury noto el desprecio con el que Giselle dijo el nombre de su tía política y prefirió ayudar a la joven.

-Ya que estás sola acompáñame-dijo Danbury tomando un brazo de Giselle antes de que responda-si quieres un esposo cariño debes de dar el primer paso.

-Creía que los hombres debían ser quiénes nos invitaban a bailar-hablo Giselle arreglando su vestido nerviosamente.

-Eso es cierto cariño, pero los hombres son criaturas tontas, a veces debes darles un poco de atención para que te noten-hablo la morena llegando aún grupo de hombres.

MIDNIGHT RAIN [Benedict Bridgerton]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora