𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝑰𝑰𝑰

3.2K 281 19
                                    

"𝘚𝘐𝘕 𝘍𝘈𝘓𝘓𝘖S"

Al llegar al final de la jornada de trabajo se sentía exhausto, pero no podía decir que no le gustaba su trabajo, ser colaborador en una casa hogar para ancianos desamparados le hacia recordar que todavía habían buenos motivos por lo que sentirse cansado. Termino de hacer las fichas con los nuevos turnos para el siguiente día.

–Izuku, ¿Ya te vas cariño?– pregunto una mujer mayor de cabellos blancos.

Se acerco a la mujer, que pacientemente lo miraba en su silla de ruedas, con una sonrisa amplia y dulce parecida a la de su madre.

–Así es, ¿Quiere que la lleve a su habitación?– inquirió con voz suave arrodillándose junto a la anciana y acogiéndola de las manos.

— Oh, no querido, tu ya tienes que irte, de seguro ese novio alto y guapo tuyo esta impaciente por que no llegas– dijo la beta, haciendo que a Izuku le apareciera una vena en la frente.

Paso todo el día tratando de no pensar en Katsuki, desconectando su celular y aclarándoles a todos en el centro que no quería que le pasaran sus llamadas, ganándose varias miradas de desconciertos, pues todos conocían a Katsuki de las incansables veces que el alfa lo había sacado pataleando y gritando, cuando el horario de salida se había alargado.

— No señora Akemiko, Kacchan es solo un viejo amigo, nada más– aclaro parándose, volviendo al mostrador para coger su mochila y el abrigo.

— Ustedes los jóvenes queriendo tenerlo todo en secreto– murmuro la viejecilla, dando la vuelta a la silla, dejando al omega desconcertado y con ganas de matar a cierto alfa rubio cenizo..

Al prender su celular, le sorprendió que no hubiera una sola llamada de Katsuki. Se quedo mirando la pantalla con el corazón oprimido, sabiendo de ante mano lo que significaba, él había cambiado de idea. Aquello solo le demostraba que estuvo bien en decirle que no… "Después de todo fue mejor así", se dijo conduciendo el auto mas tarde, pero a pesar de todo le había dolido que Katsuki no lo consideraba lo suficiente para saber lo mucho que le afectaba.






•    •    ◆    •    •





Miro a su celular, tentado a marcar, pero se contuvo… solo tenia que esperar unas cuantas horas más, hasta que Inko Midoriya, la madre de Izuku le avisara. Pero la impaciencia lo estaba devorando.

Unas horas después de hablar con Izuku, se dijo que por muy inseguro que el omega estuviera, no podía echarlo todo por la borda. Y si había que tomar medidas drásticas, las tomaría si importar las consecuencias. Y eso era lo que había hecho precisamente. Gran sorpresa se llevaría su mejor amigo.

Sonrió malvadamente buscando su ropa de invierno y acomodándola en una maleta, junto a varias prendas para el omega, que por la sugerencia de la tía Inko había comprado. Claro que él se había encargado personalmente de escoger las prendas mas intimas.

Cuando termino de empacar, miro el reloj con impaciencia, a esa horas Izuku debería estar recibiendo la llamada de su madre y con lo enfuruñado que era el pecoso, sabia que estaría impaciente y contrariado. El sonar del celular lo alerto. Soltando el aire retenido al reconocer el numero.

— Si… ¿Izuku acepto?– pregunto impacientes escuchando la risa algo burlesca por su apresurada impaciencia.

— Si, al principio no le gusto la idea, pero después dijo que iría lo mas rápido posible… hiciste muy bien al escoger el señuelo, mi hijo no dejaría que una hormiga muriera si de sus manos dependiera– explico la mujer a través del auricular.

𝐔𝐍 𝐇𝐈𝐉𝐎 𝐏𝐀𝐑𝐀 𝐌𝐈 𝐌𝐄𝐉𝐎𝐑 𝐀𝐌𝐈𝐆𝐎   [BKDK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora