The Revenge

Capítulo 17

Sarada partió del pequeño pueblo decidida a buscar a este misterioso grupo que Orochimaru le había mencionado. La información que había recibido era vaga, pero sabía que no podía permitirse el lujo de rechazar cualquier posible ayuda en su búsqueda de venganza contra su propio padre, Sasuke Uchiha.

Su viaje la llevó primero a la Aldea de la Lluvia, un lugar conocido por su oscuridad y secretos. Mientras caminaba por las calles empapadas, sintió que los ojos de los lugareños la observaban con cautela. La fama de su linaje y sus habilidades no pasaba desapercibida, pero ella no tenía tiempo para entablar conversaciones innecesarias.

Después de varios días de búsqueda, finalmente se encontró con un sujeto en particular. Era un chico de cabello oscuro, alto y con unos hombros relativamente anchos, sus ojos extrañamente oscuros, se acercó a Sarada y habló en voz baja. No sabia por que, pero su instinto en lo más profundo de su ser le decía que debía de hacer que se una ella en su viaje. Había algo en él que la hacía pensar que ya lo había visto antes, pero no recordaba en donde.

— Tú debes ser la chica Uchiha, cierto? Te pareces a tu padre, un despreciable asesino que nunca aprendió la lección.

Sarada asintió con frialdad. — Si hay mucha gente que me conoce y por muchas razones que no te gustarían. Quiero venganza y quiero que me ayudes a obtenerla.

El chico solo la miro ligeramente sorprendido, nunca había conocido a alguien con un aura tan oscura y más a una edad tan joven, pero eso no impidió que pudiera obtener algo de diversión de la situación. — Mira, sinceramente no me importa ninguno tus motivos personales, pero si puedes demostrar que eres quien he escuchado ser, no solo me uniré a ti, sino que tendrás mi absoluta lealtad.

Mientras se acercaba más a ella, no pudo evitar admirarla por sus profundos ojos, eran emblemáticos. Ella tenía un aura tan poderosa e imponente que la hacia ver realmente resplandeciente.

- Te seguiria hasta el fin del mundo, mataria por ti, haría lo que sea necesario para que cumplas tu adorado sueño, seré tu lacayo bajo cualquier circunstancia e impulsare cualquier camino que desees seguir.

Sarada solo lo veía fijamente, nada era gratis, nunca lo era. Así que estaba esperando a que este chico extraño terminara su estúpido discurso para poder decidir su próximo movimiento.

El chico camino hacia ella hasta que la tuvo frente a frente. - Pero por supuesto, eso solo lo haré si puedes someterme a ti, no hay nada que no haría por una chica linda como tu, pero tienes que ganárselo cariño.

La oscuridad de sus objetivos se cernía sobre ellos, y mientras se dirigían hacia un futuro incierto, Sarada no podía evitar preguntarse si estaba tomando el camino correcto o si se estaba adentrando en un abismo del que no podría regresar.

- Por cierto, mi nombre es Shisui y estoy seguro que nos conoceremos muy bien cariño.- Eso fue lo último que se escucho antes de mostrarle unos ojos tan rojos que reconocería en cualquier parte, después de todo los veía en su reflejo casi todos los días.

Si estaba sorprendida, por supuesto que no lo demostró, por lo menos su padre le enseñó algo bueno después de todo.

Y luego... la batalla comenzó.