Capítulo 12

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POV SARADA

Han pasado unas semanas desde que Naruto-Sensei a muerto, no puedo evitar llorar y recordar todos los momentos que vivimos juntos, cada vez el sentimiento es más sofocante y me incrusta en mi corazón.

En estos momentos me encuentro dentro de la profunda oscuridad del bosque; acostada sobre la hierba que alberga en él, las estrellas brillan en su maximo esplendor, la corriente del río es apasible y relajante, el aire choca con mi cara un par de veces, pero es una sensación bastante agradable. Nadie ha pasado por aquí en mucho tiempo, todo lo que siento es Soledad.

Poco a poco siento un profundo cansancio, hasta que finalmente caigo dormida en medio de este pacífico escenario, y sin importarme nada más que consumir mi sueño.

Algo extraño pasa, esta vez había algo diferente, esto no se veía como un sueño normal, hasta se asemejaba a un lugar tetrico y deteriorado. Todo a mi alrededor se encontraba oscuro, excepto por un camino levemente alumbrado.

Pude notar que yo estaba en una especie de alcantarilla, el suelo estaba lleno de agua y las tuberias estaban en el techo o en las paredes, la oscuridad permanecia ahí y la unica luz que se podía apreciar era la de dos antorchas que me conducian a una especie de reja.

Con cautela me fui acercando cada vez más y pude ver con claridad que la reja contenia un pequeño papel, "Cerrado", era lo que decia este. Tuve curiosidad por retirar esa cinta y adentrarme en lo que sea que oculte esta cosa. Pero inmediatamente escuche una rísa que me sorprendio un poco.

Dentro de la reja, pude ver con claridad dos grandes ojos rojos que ejercieron de la oscuridad, por lo visto me miraban con odio, y de inmediato unos enormes dientes blancos que podrían perforar a cualquier persona o cosa se hicieron presentes, formando lo que parecia una pequeña sonrisa.

A causa de la extraña aparición de esta criatura desconocida, intente sacar mi katana para prepararme en caso de que deseara atacarme esto, caí en cuenta de que no solo no traía mi katana, yo no contaba con ninguna clase de arma y ni hablar de que no podía activar mi sharingan en ese momento. No podía practicamente hacer nada en contra de esta cosa enorme, lo único que me protegía era esta extraña reja que nos dividía a los dos.

- ¿Estas asustada verdad niña?.- Me pregunto este extraño pero enorme ente.

- Para nada.- Trate de mantenerme indiferente, es mejor permanecer alerta no se con quien estoy hablando.

Inmediatamente veo como abre su boca y la cierra con fuerza enfrente del limite de la celda, provocando un muy fuerte sonido que me inpactó un poco y provocando que abriera un poco los ojos, más no retrocedi, eso era de cobardes.

- Tu cara no demuestran lo mismo niñata.- Parecia que le hacía gracia a esta cosa.

- Por supuesto que no tengo miedo imbecil.- Practicamente le grite y de inmediato me arrepenti por eso.

Note como su mandibula se tensaba y su cuerpo se aclaraba cada vez más, frente a mí tenía a nada más y nada menos que al famoso. Zorro de las Nueve Colas.

Mi maestro me había hablado mucho sobre él.

El más poderoso Biju de todos los tiempos, Naruto-Sensei me hablaba de él con gran admiración y gratitud. Me relataba sus más grandes azañas y aventuras acompañadas por él, la guerra en la que el participo con ayuda del Kiubi y sus regaños por parte de él.

Solo había un problema, el odiaba a los Uchihas, realmente los odiaba. Los odiaba bastante y vaya que los odiaba.

En verdad que los odiaba.

En ese preciso momento me dí cuenta de que algo no marcharia bien desde ahora.

Pero pensándolo mejor, esto podría ayudarme en mi misión, no solo aprovecharía su ayuda sino también su poder. Por fin algo salía bien, no faltaría mucho para que pueda obtener lo que quiera.

Y por primera vez en semanas volví a sonreír.

No en vano mi maestro me dejó este poder.

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