Tuvieron que pasar un par de semanas para que Sarada pudiera llegar a su destino, si bien era importante cumplir con su venganza, también lo era comenzar a formar alianzas y personas a las que pudiera dirigir. En medio del camino hacia el pequeño pueblo que tenía en mente, la chica se encontraba caminando al rededor de este. Nadie parecía reconocer quien era y ciertamente odiaba que le recordaran a la despreciable persona que era su padre. Había muchas cosas que hacer y el poder tener a un biju dentro de ella era una gran ventaja.
Tenia que vengar a su maestro.
Tenia que matar a Sasuke Uchiha.
Y nadie se interpondrá en su camino.
Finalmente había llegado a una taberna ubicada en las lejanía de ese pequeño pueblo. Había citado ahí con anterioridad a un viejo conocido, estaba segura de que podría ayudarla con su objetivo.
Mientras Sarada dirigiá hacía una mesa en particular, notaba que muchas personas voltean a verla sin disimular, algunos murmuraban cosas inapropiadas, mientras otros más indiscretos comenzaban verla con desconfianza. No eran su objetivo principal, por lo que no le importaba su presencia. No mucha gente conocía su nombre alrededor del mundo ninja, y era mejor así.
Sin perder más el tiempo viendo a la gente, tomo asiento frente a un hombre encapuchado, vestía una tunica negra y le ofreció un vaso de sake. La chica miró la bebida con desconfianza, pero aún así no la rechazó. No le convenía a esa alimaña engañarla si es que quería seguir viviendo.
— Ha pasado un tiempo pequeña Sarada.- comentó mientras se quitaba el gorro de la túnica y dejaba ver su pálido rostro.
— Me sorprendió que me hayas contactado Orochimaru.- Murmuró con desprecio mientras bebía de su vaso tranquilamente.
El hombre frente a ella no pudo evitar reír levemente y continuó mirándola con una extraña fascinación en sus ojos fríos de serpiente.
— Es algo extraño volver a verte niña, he de admitir que me recuerdas a alguien respondió Orochimaru.
— Deja de perder mi tiempo y mejor dime que es lo que tenías que decirme. Mi paciencia se agota.- dijo Sarada mirándolo fijamente.
— Me parece que estás buscando personal pequeña Sarada y estoy consciente de que no eres muy sociable.- Murmuró burlándose de ella.
— No se como te enteraste de eso, pero créeme que nada que me digas me hará cambiar de opinión.- hablo la chica mientras disimuladamente le mostraba su katana, no quería llamar la atención, pero este hombre no le daba confianza.
— Niña no seas estupida, necesitas de mi y yo se como ayudarte.- dijo con una sonrisa burlona.
Despues de tal atrevida falta de respeto hacia ella, levanto su katana hacía su dirección y la colocó a unos pocos centimetros cerca de su corazón.
— No se porque insinúa que te necesito, yo no necesito a nadie y ciertamente lograré lo que quiero a mi manera.
Y pensando en no perder más el tiempo se levantó y comenzó a salir del lugar, nuevamente todo el bar cayó en silencio y presto atención a ambos para ver la discusión.
— Mira Sarada, no pierdas tu tiempo viajando sin encontrar a alguien útil. Yo se quien estaría dispuesto a ayudarte.
— Habla.- contesto mirandolo de forma indiferente.
- Conozco a algunas personas que quisieran ayudarte con tu pequeña venganza Sarada. Un pequeño grupo de dos chicos y una chica que estarían más que dispuestos a servirte y a morir por ti si demuestras lo que vales.- había una extraña mirada en sus ojos que no le causaba un buen presagio, pero aunque odiaba admitirlo, necesitaba un equipo para lograr sus objetivos.
— ¿Y cómo sabes si son dignos de estar conmigo?.- su furia indiferencia lograba cubrir su confusión, pero parecía que a él no parecía importarle.
— Mí tiempo aquí se ha acabado Sarada, pero si realmente quieres conocerlo tendras que buscarlos en la aldea de la lluvía, la niebla, el sonido y la misma arena, estoy seguro de que te serán de utilidad. Tu los reconoceras cuando los veas, no tienes de que preocuparte.
— Y a todo esto, ¿qué quieres a cambio? Nadie da esa información gratuitamente.- sus sentidos estaban listos ante cualquier ataque que provenga de ese hombre
— Digamos que es un pequeño favor de mi parte Sarada, pero no olvides que estas en deuda conimgo.- dijo sonriendo mientras terminaba de beber su vaso de sake.
— Hmp...
Su objetivo estaba listo y su próximo destino era partir de inmediato a la Aldea de la Luvia. Comenzó a caminar a la salida del bar y antes de irse murmuro con indiferencia.
— No olvides deshacerte de la basura Orochimaru. Odiaria que alguien difundiera mi ubicación de forma inesperada.- enfocó su vista una vez más en él y sin decir más, salió rápidamente del lugar.
Lo último que escucho fue el sonido desgarrador de los gritos de la gente y sus pobres intentos por pedir ayuda.
Sonriendo una vez más, no pudo evitar pensar que este día no pudo terminar mejor.
....
Hola
Siento no haber publicado antes, pero es que estudió una Ingenieria y esto consume demasiado mi tiempo. Prometo ponerme a actualizar más la historia y me gustaría que me recomienden algunos nombres para los próximos personajes.
Les envió un saludo a la gente que sigue leyendo esto a pesar del tiempo y de igual forma una disculpa por el retraso.
Gracias por seguir conmigo chic@s :)
Por cierto, hay un pequeño fic que publiqué hace tiempo llamado claustrofobia. Leanlo si es que les gusta.
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The Revenge
Hayran KurguEl fuego es el elemento de poder, consiste en la fuerza irresistible atemperada por la voluntad inquebrantable para realizar las tareas y deseos. Símbolo de carácter, vida, y deseo, el fuego permite ir más allá de las barreras, y dar ese empujón ext...