Esta es la segunda parte de la adaptación de «El nuevo secretario».
Te aconsejo que antes de leer esta parte, te leas la primera, la cual encontrarás en mi perfil con el número 3.
First seme
Khao uke
Mark estaba sentado en la misma silla de la sala de espera de urgencia del hospital, en la que se había sentado cuando habían llegado en la madrugada.
En la noche anterior, el camarero había regresado del trabajo, cuando se había encontrado a su amigo tirado en el suelo del salón, hecho una bolita y totalmente envuelto en lágrimas.
Rápidamente lo había levantado y llevado a la cama y este a grandes rasgos le había dicho lo que había pasado, entonces le había hecho una sopa caliente y se había dormido.
Sin embargo horas después se había despertado con un ruido muy fuerte procedente del baño, entonces se había levantado y al llegar lo había encontrado desmayado en el suelo.
Mark había llamado a una ambulancia pues aunque poco después Khaotung había abierto los ojos, se aquejaba de un brazo.
En el primer informe que le había dado el médico unos diez minutos después de llegar a urgencias, había sido que estaban por hacerle un lavado pues al parecer tenía una sobredosis de calmantes, además de una fractura en el brazo.
El camarero estaba muy preocupado pues no sabía como iban a pagar la factura de todo pues seguramente los pocos ahorros que tenían no alcanzarían y para colmo, Khaotung había dejado el trabajo que los iba a sacar de pobres.
Ni siquiera había tenido tiempo de cargar su móvil ni coger el cargador y no tenía forma de avisar a Neo y este seguramente se habría extrañado de no verlo en su puerta.
Un momento después, una enfermera vino a avisarle que habían puesto a su amigo en una habitación y que podía pasar para estar con él, así que este cogió la bolsa con las pertenencias de Khaotung y la siguió.
El secretario estaba dormido, con un brazo escayolado y en el otro una vía con varias bolsas de medicación adheridas a él.
Mark soltó un profundo y sonoro suspiro de resignación y a continuación se sentó en la silla junto a la cama.
Estaba aliviado de que fuera su día libre pues sino seguramente Nik habría puesto el gritó en el cielo y habría tenido que dejarlo solo en el hospital, para no perder su trabajo también.
Khaotung abrió los ojos unos veinte minutos después y extrañado se incorporó mirandose el brazo con confusión.
...-¿Qué me pasó?, ¿Qué demonios es esto?
-Oh joder, amigo ¿Qué tal estás?, ¿Por qué te tomaste más pastillas ayer?- habló su amigo desde el sofá a los pies de la cama.
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-No me sentía bien y quería dormir pero no podía
-Khao... perdiste el conocimiento y te hicieron un lavado de estómago
