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Como el médico le había indicado, First solo iba los domingos por la clínica mental para ver a su esposo, luego de pasarse todos los días de semana con un continuo caos de sentimientos y de trabajo.

En la clínica habían comenzado con las sesiones y así ayudar a Khaotung a salir del pozo en el que su mal cuidado trastorno le había llevado.

El director derivó el caso a un joven psiquiatra llamado Dika  Ron, el cual llevaba varios pacientes y sus terapias revolucionarias estaban ayudado a muchos.

Sin embargo Khaotung era reacio a abrirse y guiado por su alucinación cada vez más fuerte, alimentado de sus iedos y debilidades, tampoco comía y se negaba a salir al jardín o al salón común.

Cuando entró en la sala de visitas, miró hacia todas las mesas pero Khaotung no estaba allí, entonces se sentó y esperó como los demás familiares a sus parientes.

Poco después impaciente caminó hacia la puerta y entonces lo vio aparecer sujeto por un celador que lo traía casi a rastras.

First lo miró  con pesar pues este lucía todavía más desmejorado que la última vez que lo había visto pues parecía un zombie, ya que su precioso rostro estaba demacrado, tenía los ojos rojos y unas enormes ojeras bajo ellos.

-Oh por Dios, Amor, ¿Estás bien?

Khaotung ni se inmutó, solo permaneció inmóvil mirando al infinito sin percatarse que frente a él, estaba el hombre que había estado esperando durante varios días.

-Ci-Cielo... ¿sabes quién soy?... Soy yo, First-habló de nuevo el empresario con un nudo en la garganta.

En ese momento este lo miró y sonrió.

-¿Fitst?, no...tú no eres él- le dijo Khaotung inducido por su acompañante imaginario, quién a su lado le decía cosas al oído.

tú no eres él- le dijo Khaotung inducido por su acompañante imaginario, quién a su lado le decía cosas al oído

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Su esposo lo miró asustado.

-Amor, si que soy yo... Mira, mis ojos, mi pelo, escucha mi voz... Claro que soy tu esposo... mi rostro, mi cuerpo, soy yo-le dijo desesperándose.

Khaotung entonces comenzó  a reírse fuerte, luego se levantó y apretando sus puños se le acercó.

-Shssss...First es malo.... First me encerró aquí... Yo no estoy loco, él es el loco

El empresario sintió una punzada en su corazón al escuchar esas duras palabras de la boca de su esposo y por primera vez sintió mucho miedo de él pues tenía rabia en la mirada.

-Siéntate o volverás a tu habitación-Habló entonces el celador acercándose.

-Obedece amor o te llevarán y no podremos estar juntos-le dijo el empresario acariciando su mano- Oh, me duele tanto verte así

Con esa caricia, el ayudante  tuvo un breve momento de lucidez pues sintió el calor del tacto.

-Llévame contigo, quiero irme a casa. No quiero estar aquí. Él es malo, me dice cosas malas

4. El nuevo secretario - FirstKhao - 2da parte TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora