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Los días pasaron y Mark fue perdiendo las esperanzas de que el jefe millonario de su amigo volviese y entonces empezó a creer que este no estaba tan loco de deseo como habían creído.

Por su parte, Khaotung permanecía tirado en la cama, de la cual no había salido desde la mañana en la que habían llegado del hospital.

...-Amigo, esto es enfermizo. Ya va siendo hora de que te olvides, porque Khanapan no va a venir. Debes hacerte a la idea de buscar un nuevo trabajo en cuanto te recuperes o nos echarán de aquí- dijo el más joven realmente preocupado-Nos moriremos de hambre en cuanto la comida se acabe y mi sueldo no dará para el alquiler y comida para los dos.

 Debes hacerte a la idea de buscar un nuevo trabajo en cuanto te recuperes o nos echarán de aquí- dijo el más joven realmente preocupado-Nos moriremos de hambre en cuanto la comida se acabe y mi sueldo no dará para el alquiler y comida para los dos

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-Él vendrá, tiene que venir

-Eso mismo dices cada día pero ya ha pasado una semana y nada. Tendrás que vender ese portátil y todo lo que te has comprado para conseguir algo de dinero

-¡No!, ¡no pienso vender el portátil!-gritó Khaotung abrazando el aparato-... ¡él vendrá!, ¡Él no puede dejarme así!

-Cualquiera que te oiga pensaría que te has enamorado de tu jefe como una quinceañera, ¿Qué no puede dejarte así?, amigo mío, ese tipo puede hacer lo que le dé la real gana... Tú simplemente eras su secretario y él puede conseguirse a otro con solo chasquear los dedos- el más joven no quería ser tan duro pero Khaotung parecía estar perdiendo el Norte.

El mayor lo fulminó con la mirada.

-¡Cállate y no digas bobadas!, ¡vete a trabajar de una maldita vez!, ¡Déjame tranquilo!

Este asintió conforme pues no sabía que más hacer y finalmente se fue, mientras que Khaotung volvió a mirar su móvil por millonésima vez.

-Nada... ni un solo mensaje, ni una llamada, ¡Maldito seas First!, ¡Maldito seas!- chilló rompiendo a llorar de impotencia por ser tan tonto y no haber aceptado los regalos y esperar a la siguiente oportunidad.

Finalmente se quedó dormido hasta que horas después, el sonido de su móvil lo despertó, entonces miró hacia la ventana y vio que ya atardecía, luego miró la pantalla y su cara se iluminó pues su jefe lo estaba llamando.

Nervioso dudó si descolgar o hacerse de rogar un poco más pero tras tres tonos más, ansioso pulsó la tecla de descolgado.

-¿Si?..¿diga?

-Emm...hola, Khaotung, oye, ¿podrías venir mañana a la empresa?, necesito que veas algo

-¿Va ha ascenderme?, porque sino es así...

-Te espero... no tard...

-Espere...espere...es que Mark  se irá a trabajar y estaré solo

4. El nuevo secretario - FirstKhao - 2da parte TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora