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First contemplaba a su esposo y se le partía el alma pues su precioso Gulf estaba totalmente sedado y tumbado en una camilla.

Le habló pero este no abrió sus ojos, ni habló y tampoco se movió durante las dos horas que se demoró su traslado a la clínica donde iba a ser ingresado.

Cuando llegó el trasporte, los sanitarios lo metieron en la ambulancia a la que el empresario también se subió y Sam los siguió en el coche.

Al parecer Khaotung pasaría al menos los siguientes tres meses en ese lugar, por lo que el empresario confiaba en el buen criterio de su amigo, por lo que estaba seguro de que su marido se curaría y volvería a ser el mismo.

Al llegar, el más bajo abrió al fin los ojos y entonces se incorporó confundido.

...-¿Por qué estamos en este lugar?

-Ven cariño, entremos y veamos las habitaciones, ¿te parece?

Este lo miró y asintió.

-Este sitio es frío y triste y todas las paredes sin blancas- habló este a su paso- hay barrotes en las ventanas, First. No me gusta

-Tranquilo, cariño. En este lugar te van a ayudar a que te sientas mejor

Una de las trabajadoras llamada Samantha, les indicó la habitación asignada y les entregó la ropa que debía ponerse.

...-Cielo. Tienes que ponerte esto, mañana te traeré tus cosas-le dijo poniéndola sobre la cama.

Khy se acercó a la pequeña ventana en la que también había barrotes y entonces le señaló el jardín.

-¿Podemos ir allí?-habló.

El empresario miró a la trabajadora y ella asintió.

-Si, claro ...vamos cariño. Después te vestirás

Había un gran jardín afuera y también muchos pacientes, los cuales estaban desperdiciados por distintos puntos de este; unos bailaban, otros corrían gritando, otros se balanceaban y otros como el moreno permanecían parados mirando al infinito.

Después de estar un rato allí, este quiso entrar, así que fueron de nuevo a su habitación y entonces el empresario le ayudó a ponerse una especie de pijama azul, igual al de los demás pacientes.

-Lo siento señor Khanapan pero el tiempo de visita se ha agotado-dijo la enfermera entrando por la puerta de la habitación.

-Cariño, yo tengo que irme... Mañana vendré a verte, ¿De acuerdo?. Te amo

Khaotung solo lo miró y dio una media sonrisa, entonces este lo besó y luego salió de allí muy abatido, aunque antes de irse del centro quiso hablar con el director.

...-Señor Khanapan. Soy Win Sailom y yo soy el director de esta clínica mental. He de decirle que esté tranquilo. Cuidaremos de su esposo pero para ello le ruego que tenga paciencia y obedezca las normas y los parámetros que le indiquemos para mejorar la curación de su marido, ¿entendido?

 Cuidaremos de su esposo pero para ello le ruego que tenga paciencia y obedezca las normas y los parámetros que le indiquemos para mejorar la curación de su marido, ¿entendido?

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4. El nuevo secretario - FirstKhao - 2da parte TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora