Esta es la segunda parte de la adaptación de «El nuevo secretario».
Te aconsejo que antes de leer esta parte, te leas la primera, la cual encontrarás en mi perfil con el número 3.
First seme
Khao uke
Faltaban tan solo quince minutos para su matrimonio y un más que nervioso Khaotung junto a un incómodo Neo, caminaban por los pasillos de juzgados buscando el número tres.
...-Gracias por venir y ser mi testigo. Aunque apenas nos conocemos y hubiese querido que Mark fuese el que estuviese aquí pero ese cabrón de Nick no lo dejó salir
-Él me ha llamado en último momento pero no te preocupes yo seré tu testigo. Además, así podré cobrarle bien caro este favor a mi pequeño
Tras dar con el lugar, vio acercarse a First, el cual estaba muy apuesto.
-¿Donde está el cabestrillo de tu brazo?
-No me lo he puesto, con este traje era un estorbo
-Pero te lastimarás sin él - dijo First preocupado
-No, apenas me duele. Estaré bien
-Ok como quieras...emm, ¿Este es tu famoso amigo Mark?- preguntó el empresario mirando a este con recelo- no me lo había imaginado así
-No..no, este es Neo su novio. Mark no ha podido venir
-Mi testigo debe estar por llegar, seguro que se despistó con la hora
-First...ya estoy aquí - se escuchó al psiquiatra de repente a sus espaldas- ya llegu....
Este paró pues reparó en el testigo de Khaotung quien lo miró con sorpresa.
-¿Neo?
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-Hola Louis
-Anda...¿os conocéis?- preguntó Khaotung sin entender al igual que su futuro esposo
-Si...bueno... Neo y yo...
-Fuimos novios en la universidad- habló el camarero ahora más incómodo pues jamás creyó encontrarse con el doloroso pasado.
-Si, así es
-Señores Khanapan y Tanawat, ya pueden pasar- se escuchó la voz del encargado del juzgado número tres
-Si, aquí- dijo el empresario cogiendo a Khaotung de la mano
-Perdona por lo de ésta mañana-se disculpó el ayudante -por favor no quiero que te enfades, tan solo ten paciencia. Realmente esto es muy difícil para mí
El empresario lo miró sin cambiar su serio semblante.
-Está bien, será como tú quieras
Todos entraron y tomaron asiento.
-Bien señores, ¿estamos todos?- preguntó el juez llegando a la sala.
-Si, señoría-contestaron los los presentes.
-Bueno pues entonces comencemos.
Después de que el juez leyese unas líneas de obligaciones, conductas y demás artículos legales, les hizo la pregunta final, acto seguido se pusieron las alianzas y a continuación firmaron en el libro y después lo hicieron los testigos.
