Este colegio debe tener más mala suerte que cualquier otra institución. Un alumno muere, el profesor se rompe una pierna al caer por las escaleras, las luces del establecimiento funcionan mal y hasta despidieron al director. Un inspector vino y está a punto de clausurar el lugar, por ahora solo puso una advertencia. Todo es muy extraño, podría ser mi culpa, pero no le tomo importancia. Más en la parte que la noviecita de Loid se ha enfermado, anda tosiendo bastante seguido.
―Te traeré un vaso de agua. ―Se va corriendo mi amigo a los baños―. Ahora regreso.
Camino a donde está la rubia, tosiendo, y me siento a su lado.
―Y... ¿Cómo va la relación, Mably? ―consulto.
Ella me sonríe, amigable.
―Sabes que Loid es todo un caballero, no podría ir mejor.
Entrecierro los ojos.
―Eres muy linda para Loid.
Se ríe.
―Siempre te estaremos agradecidos por habernos ayudado a conectar. Sin ti no seriamos nada, así que no te creo la bromita.
Sonrío.
―Toda la razón. ―Me levanto de la banca―. Iré a ver por qué se está tardando tanto.
Asiente, entonces me dirijo hasta el baño. Visualizo a Loid, llenando un vaso con agua. Se gira, entonces me ve y me regala una sonrisa. Mi corazón corre como si fuera a salirse de mi boca. Sería una gran maratón.
―Está roto. ―Hace puchero, refiriéndose al vaso―. Usaré magia. ―Mueve su dedo en un gesto de silencio―. Que no vean los escépticos.
Mantengo mi sonrisa, me aproximo hasta él, mientras formula el hechizo y salta emocionado cuando le sale bien.
―Estás mejorando. ―Apoyo mi mano en el lavabo y la otra en la pared, acorralándolo―. Todo un brujito ―susurro cerca de su boca.
―Me estás incomodando ―opina.
―Loid, yo... ―Agarro su barbilla―. Te quiero solo para mí.
Levanta el vaso, poniéndolo en medio de nosotros, aunque eso no lo protegería ni en un millón de años.
―Eh... en primera, no soy gay; en segunda, tengo novia; y en tercera, pero no menos importante, somos amigos, ¿por qué acabas de decir eso?
―He estado enamorado de ti desde hace tiempo ―confieso.
―¿Qué?
No le doy forma de reaccionar, ya que agarro sus mejillas y uno sus labios con los míos. Lo que provoca que su vaso caiga al suelo, entonces termina forcejeando conmigo.
Apenas logra apartar su boca de la mía, formula un hechizo y el vaso me da en el rostro, así que, adolorido, retrocedo, mientras él se cubre la cara, estupefacto por lo que ocurrió hace segundos nada más.
―¡¿Qué crees que acabas de hacer?! ―declara, alterado y nervioso―. ¡¿Te has vuelto loco o qué?! ―Limpio la sangre en mi mejilla, entonces baja los decibeles―. Ay, lo siento, ¿estás bien? ―expresa, preocupado y casi a punto de llorar―. Yo... yo me tengo que ir.
Pasa por mi lado y lo agarro del brazo, deteniéndolo.
―Hablaba en serio ―le aclaro.
Me observa, atónito, y se suelta.
―¿Y qué quieres que haga? Estás muy equivocado si piensas que iba a corresponderte. Además, esa no es la forma de tratarme, hubiera comprendido si solo me lo decías, pero eso, eso no sé qué fue. Será mejor que nos distanciemos un poco ―finaliza, entonces se retira.
Me quedo viendo a la nada por un buen rato, luego reacciono y frunzo el ceño. El espejo del baño se empieza resquebrajar, lentamente. Oigo susurros en mi cabeza, son mis emociones que se giran para un lugar oscuro, un lugar lleno de energía negativa y resentimiento.
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Me gustan los malos, pero no te metas con Loid 🔪🔪🔪
Y hablando del brujito, todos los siguientes capítulos son de él ❤️
