Capítulo 4

25 7 0
                                    

Despierto, sin recordar mucho sobre el día de ayer. ¿Soñé que uno de mis compañeros de clase se moría? Bueno, dicen que cuando sueñas con muerte, le alargas la vida a esa persona. Aunque muchas ganas no tengo de favorecerle la existencia a un bully. Dejo de estar recostado en mi cama, sentándome, para agarrar mis lentes. Curioso, no los necesito, veo perfecto. Los tiro hacia atrás. Mi actitud también está un poco frívola y diferente, pero la ignoro. Me estoy tomando esto muy natural.

Me dirijo a mi escuela y voy directo a mi curso. Termino sentándome en mi pupitre mientras dos compañeras de clase se me acercan.

―Uh, un hombre guapo se escondía detrás de esos lentes.

Sonrío.

―Ah, ¿sí?

―Definitivamente ―responde la otra―. Te ves más atractivo sin tus gafas, ¿usas lentes de contacto?

―No. ―Mantengo mi sonrisa.

Se sienta en la mesa.

―Siempre me has parecido interesante, pero ahora más.

Veo entrar al aula a Loid con su novia y frunzo el ceño, las luces parpadean. Todos prestan atención al foco en mal funcionamiento. Por mi parte, vuelvo mi vista a la chica.

―¿Quieres salir esta tarde? ―pregunto.

Ella sonríe.

―Me encantaría.

Loid se nos aproxima junto a su pareja.

―¿Qué estás haciendo? ―el rubio se queja.

―¿Con qué? ―Enarco una ceja.

Se inclina hasta mi oído y susurra.

―Creí que eras gay.

―Sí, ¿y?

―Eso es jugar con los sentimientos de las personas. ―Mantiene la voz baja―. Incluso los tuyos.

―¡Soy joven, quiero experimentar! ―Me levanto de mi silla y rodeo mi brazo en el cuello de la chica―. Quizás soy bisexual.

Me observa, sorprendido, porque grité mi sexualidad a los cuatro vientos. Cosa que no es normal en mí, pues soy bastante reservado.

Todo queda en silencio hasta que oigo un llanto. Lubstein entra a la sala junto al profesor, el cual lo consuela mientras avanza hacia su pupitre.

―¿Qué le pasa? ―consulto.

―¿No te enteraste? ―dice la muchacha―. Murió su amigo.

¿Damn falleció? ¿No fue un sueño eso? ¿Yo lo maté? Imposible, seguro fue esa cosa en mi cuerpo. Aunque en realidad no tengo remordimiento alguno, incluido si hubiera sido mi culpa. 

 

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Voces Oscuras: Energía NegativaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora