Muerte de un guardián

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Capítulo 2: Muerte de un Guardián

Sergio

El sol intenso sobre el cielo y un torrente de agua precipita contra la tierra. El cielo esta nublado, y una densa neblina cubren la calle. Las calles de san Rafael, un pequeño pueblo perteneciente a los andes venezolanos, se encuentran desiertas.

Todos se refugian de la lluvia en el interior de sus casas. Son alrededor de las dos de la tarde.

Él está de regreso a casa. Después de un largo y duro año en la ciudad de las sombras. A diferencia de las demás personas que se mantienen alejados de la lluvia, a él no le importa estar mojándose, ni que todos lo miren como un completo extraño, más bien está feliz de estar de vuelta, y de por fin ver a su madre, su única familia.

—No tienes que acompañarme —dice Arcángel: Un felino. Un tigre blanco. La herencia de sus padres corre por sus venas, y la maldición de su padre se oculta bajo su pelaje. La ciudad de la sombras es la cárcel de las bestias, las brujas, y toda ser mágico que incumpla la ley de los guardianes, y el concejo. La humanidad aún desconoce de nuestra existencia. La tecnología ha dejado a un lado a la magia y a esos monstruos que se ocultan en la oscuridad. Sin embargo, los guardianes son una organización antigua, como la sangre que corre por mis venas. La unión entre la magia y las bestias, para dominarnos y limitarnos a nosotros mismo para no lastimar a quienes son más débiles.

—No tengo nada mejor que hacer —me encojo de hombros.

En la ciudad de las sombras no existen las vacaciones, apenas y unos cortos lapsos de tiempo para salir al mundo. Arcángel solo cuenta con una semana para estar en casa con su madre.

Ha pasado mucho tiempo, desde que no la ve.

Es un guardián a tiempo completo de la ciudad más espeluznante que pueda existir, donde cada monstruo y asesino llega para ser apresado y contenido.

Si las personas que ahora se encuentran en esas casas, supieran la existencia de los guardianes, sería un desequilibrio para la humanidad. Es más fácil, creer en leyendas que en la propia realidad. Sería desastroso que la humanidad conociera nuestra existencia, tanto él como yo somos bestias.

—Pensé que te reunirías con la manada —.La manada de la ciudad me ha recibido muy bien a pesar de mi pasado. Cada especie tiene su alpha. Los lobos vivimos en manadas, somos letales en grupos. A diferencia de los felinos que son cazadores furtivos y solitarios.

—Te acompañare hasta tu casa, y luego me reuniré con ellos.

La gente parada en el frente de sus casas lo observa como si fuera un extraño, y prácticamente lo es. Ninguna de las personas de allí, lo recuerda. Vivir bajo las sombras tiene sus efectos en el mundo real, por decirlo de alguna manera. En eso nos parecemos, solo que yo llevo en las sombras mucho más tiempo que él, más del que imagine que pasaría en este mundo.

Su madre es un guardián de las calles que los mortales recorren a diario, protegiéndolos de su propia especie. Manteniéndolos a salvo de monstruos deseosos de algo que va más allá de este propio mundo. Aunque al final todos llevamos un monstruo debajo de la piel, unos lo controlan más que otros. El problema es: como le explicas a un mortal, que puedes pasar a ser de una persona a un animal peludo y salvaje. No es algo fácil, en el pasado la existencia de otros seres no estaba completamente oculta, ¿y cómo termino?, en un baño de sangre, en caserías sin sentidos.

Él lleva un bolso pequeño en la espalda, con las manos en los bolsillos de sus jean, y una franela azul holgada que ahora está pegada a su definido cuerpo, su cabello dorado completamente mojado cae sobre su frente ocultando un poco sus ojos, pero impidiéndole ver la dirección que toma sus pies.

Secreto de la Rosa. Guardianes 5. Gato MágicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora