Culpable

2.4K 220 63
                                    

Capítulo 29: Culpable

Cat

La estructura interna de cirvius se ha quebrantado. La presencia de Cornelius De La Rosa, mi tío como el nuevo representante del concejo ha levantado una fina capa de turbulencias en muchos de los estudiantes y profesores, ni hablar de los guardianes que llegaron tarde a la fiesta. Mi presencia aquí tampoco es que este ayudando mucho. Ya puedo visualizarme siendo señalada por el concejo como responsable del todo el caos durante el baile, la muerte de Naim, el ataque de los carnivus y que mi primo este en recuperación. Eloy llego justo a tiempo para impedir que fuera sacrificado y el constato mis sospechas. Ashlyn es el nuevo oscuro, pero anoche no pudo obtener su marcha. Ahora le hace falta un sacrificio.
Para los dos representantes del concejo y el director de cirvius la palabra de Eloy no tiene validez, han argumentado que sus recuerdos de hace horas pueden estar manipulados y que por eso cree haber visto a Ashlyn intentando matar a Frank. Yo por haber estado involucrada con los oscuros soy la principal sospechosa.
-Conseguirán encerrarte -dice Eloy que no para de caminar de un lado al otro. Esta frustrado por todo lo que se desenvuelve detrás de a puerta y sin enterarnos.
-Conseguiré una manera de salir -digo con toda la calma del mundo reposando sobre mis hombros. Mi actitud lo exaspera más.
Arcángel ha estado muy callado desde que regresamos.
- ¿Cómo puedes estar tan tranquila?
-No voy a conseguir nada estresándome. En estos momentos solo tengo cabeza para pensar en que Naim está muerto, que Frank está luchando por su vida y que la Ashlyn va a salir bien librada de todo esto porque su padre ahora es un representante del concejo -digo con la sangre hirviendo. Lo que realmente me preocupa es como le vamos a decir a Dulce que Naim murió, ella ha pasado por tanto en esta vida, perdió a toda su familia y ahora esto. Dulce no se merece más dolor, y Naim no merecía morir de esa manera.
- ¿Y ahora qué? -la pregunta de Arcángel nos sorprende a ambos. Ha estado tan sumergido en sus pensamientos que por un momento pensé que no había escuchado nada.
-No lo sé. Esto nunca había pasado, los oscuros nunca habían llegado tan lejos -musito. En el pasado siempre hubo algún oscuro dentro de los guardianes, hasta del mismo concejo. Pero mi muerte siempre detuvo lo que está ocurriendo ahora. Mi muerte siempre hizo a los oscuros retroceder, ocultarse hasta mi retorno.
-Arcángel, ¿cómo estás? -la cantarina voz de Ashlyn hace que la bestia ruja. Respiro. Ella pasa delante de mí y va directo hacia él. Como un manso corderito mientras que yo tengo un cadáver y un herido-. Me entere de lo que paso. No pude asistir al baile, todo ha sido tan trágico.
Arcángel ni siquiera alza la mirada. Sus manos se cierran y se abren, conteniendo un mar de sensaciones. Eloy por su parte decide poner distancia de por medio, aislándose a un rincón de la estancia. En estos momentos, con el concejo del otro lado de la puerta un movimiento en falso puede complicar las cosas. No solo yo estoy en problemas, ellos dos también. Por no solo permitir que saliera de la ciudad de las sombras si no que también son mis acompañantes en el baile.
Mi situación ya no puede ser más complicada, fui señalada como culpable de la muerte de un guardián caso que aún no se ha esclarecido, y ahora bueno aún no hay un veredicto pero puedo hacerme una idea de lo que dirán. Si le saco unos cuantos cabellos a mi prima los mas que pueden hacer es llevarme a una celda. Me levanto del suelo, y me halo el vestido un poco hacia abajo.
- ¿Por qué lo mataste? -pregunto.
Me detengo detrás de ella. Arcángel está sentado en el suelo con las manos sobre sus rodillas.
-Perdón -dice Ashlyn sorprendida e indignada- ¿me estas acusando?
-No, solo constato un hecho. Tu desagradable olor quedo impregnando por todo el bosque alrededor del lago. Además, alguien te vio -digo mientras tomo un mechón de su cabello. Las puntas secas y maltratadas ante ese color de fantasía.
-Eso es imposible porque en toda la noche estuve en casa con mi madre, quien supuestamente me haya visto está mintiendo -dice. Quitando el mechón de cabello de mis dedos.
-Yo estuve allí, y estoy muy seguro de lo que vi -replica Eloy con los labios apretados.
-Pues no sé de qué están hablando -dice Ashlyn nerviosa.
Agarro su cuello y en dos pasos, la pego contra la pared, corto un poco su respiración. Sus garras se hunden en mi piel para que la libere.
-Escúchame muy bien Ashlyn. La muerte de Naim no se va a quedar así, yo no necesito pruebas. Lo único que necesito es esperar el momento adecuado, y créeme vas a saber lo que es consumirte en el fuego. Ni siquiera la marca de los oscuros que tanto buscas tener te va a salvar de mí.
-Cat, suéltala -aflojo el agarre. La anciana del concejo ha llegado en el momento menos indicado. Puedo saborear el miedo de Ashlyn, lo transpira por los
poros. La dejo ir-. Ashlyn, entra.
Mi prima se apresura a cruzar la puerta abierta, y la cierra antes de que pueda mirar al interior.
- ¿Qué ha decidido? -pregunta Arcángel poniéndose en pie. Tan cubierto de sangre como lo estoy yo.
-Van a ejecutar a Bruno -dice la anciana.
- ¡¿Qué?! -decimos los tres como un coro de iglesia.
-Como lo han oído, Eloy y Arcángel regresaran a la ciudad de las sombras con ese comunicado. Espero que se les ocurra algo para que eso no suceda. En cuanto a
ti, Cat. Permanecerás en Pétalos de Oscuridad, en los calabozos de cirvius.
Agarra mi mano derecha y pasa sus dedos sobre mi muñeca, la cadena brilla a través de mi piel. Hasta había olvidado que la llevaba. Sus dedos se separan de mi piel, y mientras más se alejan la cadena comienza a emerger rompiendo mi carne y piel. Me muerdo el labio para no gritar, duele demasiado. Todo ocurre en un segundo, el más eterno de mi vida. Aspiro aire por la boca mientras mi piel comienza a cicatrizar. La cadena ahora reposa en su arrugada mano.
-Le pedí a Selt que la removiera pero supongo que no ha tenido tiempo -dice la anciana-. Sin esto el concejo no podrá ubicarte.
-Gracias -la herida se ha cerrado por completo dejando la zona enrojecida.
El giro de la manilla hace que la anciana retroceda. Llevo mi mano a la espalda. La puerta es abierta y Selt es la primera en salir. La expresión de su rostro es indescifrable, de lo que si esto segura es de que no está nada feliz. Mientras los demás intentábamos detener los sacrificios, ella y el profesor Bladimir tuvieron su propia diversión con algunos oscuros y carnivus. Los cuerpos aún se encuentran detrás de las residencias, y por los alrededores del comedor. Su vestido rosa recibió los estragos de una agitada noche.
El profesor Bladimir es más fácil de leer, su rostro, su postura solo indican una cosa, encajar sus garras de guepardo sobre mi tío. Se está conteniendo, así como lo hacen Eloy y Arcángel. Para mi toda esta situación no me sorprende, pero para ellos es traición e impotencia.
Cornelius de La Rosa, y su hija son los únicos que sonríen importándoles muy poco la tragedia que ha tocado a cirvius. Una sonrisa llena de arrogancia que deseo borrar con mis garras.
-Bladimir, lleve a Cat al calabozo-ordena Cornelius-. Es allí donde permanecerás hasta que se dicte la sentencia por la muerte de un guardián y un estudiante.
-Asegurase de que esa sentencia llegue rápido, porque la vida de su hija pende de un hilo -digo.
Bladimir se detiene a mi lado, me sostiene del brazo y dejo que me lleve. Conozco perfectamente cómo llegar a los calabozos, cada rincón de esta monstruosa estructura de piedra. Pase los momentos más importantes de mis otras dos vidas aquí, y ahora soy prisionera.
El estrecho pasillo que da a los calabozos está a oscuras, lo que no nos afecta a ninguno de los dos. Los oscuro están ganando tiempo, la ejecución de Bruno es una distracción para los guardianes porque tendrán que contener la ira de la manada.
Nos detenemos delante de la fría y estrecha celda. Bladimir mueve a reja, el chirrido me estremece el cuerpo.
-Lamento todo esto -dice el profesor esperando a que entre.
-Mejor que lo lamenten otros.
Doy dos pasos hacia el interior, y la reja chirrea de nuevo al ser cerrada. Bladimir se va con las manos metidas en los bolsillos.
Mis pies descalzos acarician una magia corroída, manchada con la vida de inocentes. Una magia muy distinta a la que sellado estas rejas durante mis vidas anteriores. La presencia de los oscuros nace de estos calabozos. Es aquí donde se han estado ocultando todo este tiempo.
Me acomodo en el suelo, en algún momento alguno de ellos vendrá a hacerme la visita. Quizás la sentencia nunca llegue, porque los planes de Cornelius es que no consiga salir de este calabozo con vida. No creo que los oscuros tengan otros planes para mi más que la muerte.
¿En qué momento mi familia se involucró con los oscuros?
No me parece que sus alianzas hayan comenzado durante estos casi 17 años. Falta poco para mi cumpleaños. Comienzo a dudar que mi nacimiento en esta vida sea la razón de que los De La Rosa sean oscuros. No todos, pero creo que más de la mitad de la familia lo es.
- ¿Qué otros secretos se mantendrá sepultados en el tiempo? -murmuro.
-Hay uno más -me levanto y miro hacia el pasillo. Es la voz de un hombre pero no hay nadie aproximándose-. Estoy detrás de ti, lo único que nos separa en la pared de piedra a tus espaldas.
Doy vuelta. Me pego contra la deforme pared de piedra.
-¿Quién eres? -pregunto. Y me siento una tonta hablando sola. No recuerdo que hubiera pasadizos entre los calabozos.
-Mi nombre no es importante. Seguramente no me recuerdas -dice.
Su voz no convoca ningún recuerdo.
Estoy segura de que no te conozco -digo.
-Ya me recordaras -dice, se oye cansado. Mantengo el oído en la pared-. Tengo algo importante que decirte, escucha con mucha atención.
-¿Qué más podría hacer? Estoy encerrada escuchando la voz de un desconocido.
Una risa gruesa desierta algo dentro de mí, no es exactamente un recuerdo solo la sensación de un momento feliz, un momento de infancia que se distancia de esta época, viajando a través de los años. Lo conocí en alguna de mis otras dos vidas.
-Mientras estas aquí encerrada, allá afuera se está desatando una guerra. Los oscuros ya han ubicado el libro y al demonio. Supongo que ya sabes que el demonio del círculo de sangre camina entre los vivos -dice el hombre.
-Sí, algo así me comentaron. Espero encontrarlo y cobrarle todas mis desgracias juntas -expreso.
-No debes matarlo, él no es el verdadero enemigo Cat. Si lo matas le darás la fuerza que tanto necesitan los oscuros para despertar a su gran señora -explica-. En el libro se encuentra una parte del alma de Sonia Riquelme, y ahora que has roto el vínculo entre el demonio y los oscuros especialmente con Nariel. Ellos están buscando como traer de vuelta a la fundadora de la secta, y el camino más rápido es sacrificar al demonio para regrese a su cárcel. Hay que impedir que eso suceda. ¿Crees que puedas salir de aquí?
-Eso está difícil. He descubierto recientemente que la magia de los oscuros me lastima -digo desesperada.
Tengo que encontrar la forma de avisarle a Selt, ese libro no puede regresar a manos de los oscuros. El demonio bueno si no tienen el libro no puede hacer nada con él. Además no tengo idea de donde puede estar.
-Ya que pareces saber tanto de los planes de los oscuros, ¿dónde se supone que esta el demonio?
-En la ciudad de las sombras, el demonio ha nacido para ser un guardián -dice el hombre.
Suelto una carcajada, realmente la vida hace jugadas interesante. Un demonio que se ha alimentado de almas inocentes por siglos ahora es un guardián. Protector de
la buena causa, de los humanos indefensos, del mundo.
-Espero que sigas de tan buen humor cuando descubras de quien se trata -dejo de reír. ¿Por qué siento que no me va a gustar lo que va a decir?
- ¿Quién es? -ahora él quien se ríe del otro lado de la pared.
¡Ay no, ya lo conozco! En la ciudad de las sombras, ¿quién puede ser?
-Estuvo en Cirvius anoche, sentí su poder derramando sangre.
¡Oh, no, no! No puede ser. Pero si es posible, ningún felino puede manejar magia. Solo yo he podido hacerlo, y ya conocemos la historia. Arcángel, es ese demonio. No hay otra explicación.
-¿Por qué tenía que ser él? -jadeo.
-Ahora entiendes la razón por la que te inculparon de la muerte de su madre -dice el hombre-. Cat, debes salir de aquí.
-Okey, lo primero es comunicarme con Selt -balbuceo mientras camino de un lugar a otro, lanzo un par de miradas a la reja. Podría intentarlo, pero si me tuyo como cuando ataque a Sasha estoy perdida. Necesito a Selt. ¿Dónde estarás condenada bruja?
¿Cat?
Sí, no preguntes nada solo escucha. Los oscuros saben dónde está el libro, y justo ahora deben estar intentando recuperarlo. También saben dónde está el demonio.
No puede ser.
Sí puede ser.
Yo iré por el libro, tu ve por el demonio. Supongo que ya sabes quién es.
Sí.
Suerte con tu escape.
-¿Cómo voy a salir de aquí?
-Abriendo la reja, a menos que quieras cavar un agujero -replica el anciano.
-Muy chistoso -murmuro.
Camino hacia la reja, dudo al poner mis manos en ella pero termino colocándolas igual. La descarga de magia me hace caer de rodillas pero me niego a soltarlas.
Quedarme aquí y esperar a que vengan a matarme no es una opción. Sé que dentro de mí hay algo, una chispa que está despertando con lentitud. Sin explicación alguna, pero está ahí en mi sangre, tatuada en mi alma.
La magia oscura aprisiona mis manos como si fueran cadenas, y comienza a doblegarme ante ella. No estoy controlando mi naturaleza, mi bestia se hace camino hacia mi piel pero al mismo tiempo se desata algo más.
Mis garras emergen y me concentro en mantener mi piel humana en su lugar. Me sostengo con fuerza de la reja, y me levanto. En el pasillo se encuentra Alonso mirando como lucho contra el oscuro poder que domina al calabozo. El desconcierto está escrito por todo su cuerpo.
Respiro frentica mientras mis brazos tiemblan. Esa chispa dentro de mí se convierte en una fuerte llama, el fuego siempre ha sido parte de mí. Siempre fue mi salida ante cada sacrificio. Arder en el fuego es una muerte desesperante, dolora y como si nunca se fuera acabar.
Cada vez que miro a Alonso mi odio crece y crece. Y ese sentimiento me da las fuerzas que necesito, ese torrente de magia que nace dentro de mi nace retroceder el poder de la reja. Los barrotes seden ante la fuerza que ejercen mis manos, y Alonso retrocede. Uno, dos, tres pasos y corre hasta que ya no lo puedo ver.
Oh, sí. El gato mágico ha regresado.

Secreto de la Rosa. Guardianes 5. Gato MágicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora