Secreto de la Rosa. Guardianes 5. Gato Mágico

Un lobo del pasado

Capítulo 19: Un lobo del pasado

Cat

Estar en las salas de entrenamiento me han mantenido ocupada, mas, no es suficiente para mí. Que no me hayan encerrado en una celda no hace la diferencia a mi actual estadía en la ciudad de las sombras. No tengo ningún tipo de comunicación con mi familia, mis amigos, con el mundo. Lo poco que se de lo que ocurre fuera es por comentarios que he alcanzado a escuchar en los pasillos. El mundo allá fuera es un caos de muerte y horror, y yo encerrada sin poder hacer nada.

Es frustrante.

Convivir con Reichel no ayuda mucho tampoco, ella la mayor parte del tiempo se encuentra fuera con su novio y sus responsabilidades para con la ciudad. El poco tiempo en que está en la habitación me ignora por completo. Ella desliza la pequeña brocha sobre sus uñas, una y otra vez, dejando un bonito color coral decorando sus manos. Llevo un par de minutos parada en la puerta del baño, y ella ni siquiera se ha inmutado ante mi presencia.

Termino de secar un poco mi cabello con la toalla, antes de regresarla al baño. Lo dejo suelto y la humedad se impacta contra mi espalda. La blusa de tirantes se humedece un poco. Mis botas están a un lado de la litera, me las calzo con prisa por salir

— ¿A dónde iras? —me detengo sosteniendo la puerta.

Doy vuelta para cerciorarme de que no ha sido producto de mi imaginación, ella nunca me dirige la palabra a menos que sea necesario. A dejado de prestarle atención a sus uñas para darme una mirada hostil.

—A la sala de entrenamiento —respondo y cierro la puerta. Entablar una conversación con ese felino es una pérdida de tiempo.

La visita de la anciana fue rápida, y que se hubiera llevado a Ashlyn ha evitado una catástrofe que me perjudicara. Mi prima, saca lo peor de mí. Todo lo contrario a Frank que a pesar de que me evita un poco en público, por lo menos me trata con más amabilidad. Hasta se ha interesado en conocer mi pasado, más allá de lo que pueda ofrecerle un libro.

La biblioteca posee varios ejemplares que contemplan mi pasado y lo poco que reunieron sobre el círculo de sangre. Frank ha estado muy interesado en conocer a Cat, la primera chica que vino a este mundo bajo un halo de maldad y oscuridad y que al finar decidió consumirse en fuego como todas las demás.

Hemos tenido momentos de reconstrucción de la historia como él lo ha denominado, en donde he girado las agujas del reloj en reverso reviviendo cada recuerdo cargado de felicidad, dolor, amor, traición que ha desatado una sed de venganza que me consume por dentro.

El antiguo ascensor está frente a mí, y él se encuentra en su interior. Mi delirio en esta cárcel sin rejas. No disimulo al mirarlo, se ve tan guapo con todo lo que se pone. Hoy viste jean en color vino y una franela negra que enmarca su trabajado torso. Antes dar un paso dentro, lo miro fijamente. Sus ojos grises se ven neutrales como si se esforzaran en ocultar algo. Me sostiene la mirada hasta que paso a su lado. La puerta se cierra, y comenzamos a descender.

Arcángel, ha despertado en mi un sentimiento que creí dormido por muchos años de dolor. Es una inquietud que me recorre el cuerpo tan placentero y peligroso como solo el amor puede llegar a serlo. El poco tiempo que he permanecido aquí, ha resucitado muchas cosas en mi interior que complementan mis tres vidas. Cuando miro al pasado y m encuentro con una yo enamorada, me hace tener miedo al fracaso. Sobre todo porque, quien ahora ha despertado ese bonito sentimiento me odia, o por lo menos intenta odiarme.

Más allá de eso, la sombra de Alonzo no se ha ido por completo. Muchas heridas siguen abiertas, y no sé si su muerte pueda llegar a cerrarlas.

Las puertas del ascensor se abren, y él es el primero en salir. Voy detrás. Espero a que cruce hacia otro lugar pero va directo a la sala de entrenamientos, lo que me parece extraño. Muy pocas veces asiste cuando yo me encuentro allí.