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Jennie's POV

En la clase de educación física, Louise me dio una nota que mi madre
directamente le pasó al profesor que dictaba la clase que ponía que yo podría hacer cualquier actividad física, y con más requerimiento las que inquirieran ir en equipo, por lo tanto, ahora nos encontrábamos jugando toda mi clase junto a la clase de enfrente a un partido de handball (balonmano).

Yo estaba de delantera, porque me dijeron que como era pequeñita de estatura y delgada, podría ser escurridiza en algunas ocasiones, (Aunque yo era la definición de torpe y asustadiza)

Hwasa me pasó el balón desde el centro del campo al lateral y corrí, haciendo unos pasos más, hasta el círculo que protegía la portería. Salté tratando de meter la pelota entre los brazos, pero sin querer, Moonbyul, que estaba protegiendo el círculo, me empujó y caí al suelo perdiendo el balón, pero lo que me preocupaba es que me había raspado el codo porque escocia demasiado.

-Oh, Dios mío, Jen... Lo siento, lo siento tanto. Ven, te ayudo a levantarte. ¿Estás bien? -Dijo en un tono bastante preocupado, yo mantuve mi silencio como de costumbre y observé que me había roto la chaqueta del chándal que llevaba por la parte del codo.

Me quité aquella manga, desabrochando para esto la chaqueta, y cuando Moonbyul, al igual que yo, vio que tenía sangre ahí, me sacó de la pista con una mano en mi hombro.
-De verdad, lo siento... estoy acostumbrada a ser una bruta y... Bueno, vamos a la enfermería, corre. -Antes que nada, pidió permiso al profesor y de allí cogimos un papel del baño para poner en mi herida (aunque yo no confiaba en que eso fuese muy higiénico, pero bueno).

Al llegar allí había una enfermera que se preocupó por mi herida, no era como la señora del otro colegio que simplemente te ponía una tirita. Sí, te ponía una tirita aunque solo estuvieses mareado... Así era.

Obedecí a la instrucción de aguantar un paño mojado sobre la herida con tranquilidad, sentada en la camilla, balanceando los pies ya que no llegaba al suelo, mientras, de reojo podía ver a Moonbyul apoyada en la pared mirándome fijamente, creo que ella no sabía que yo podía saber lo que estaba haciendo, porque cuando levanté mi vista, ella apartó la suya, disimulado mirándose las uñas.

¿Os puedo hablar sinceramente?

Moonbyul al principio no me daba ninguna buena espina, pero poco a poco está ganándose algo de cariño por mi parte... No tanto cariño como le tengo a Lilo o a Hwasa y Wheein, porque eso es trampa, ellas llegaron antes.
Finalmente la enfermera, cuando se cortó el sangrado, fue limpiando y desinfectando mi herida, con cuidado y profesionalidad hasta que la pudo tapar con una gasa. Estaba fastidiada porque la chaqueta que estaba rota, era mi favorita, por eso no la había quitado de mi regazo en todo el tiempo que llevábamos ahí.

-Hey, Jen... Escucha, ahora que estamos solas quería proponerte algo. - Dijo mirándome a los ojos mientras se acercaba poco a poco, yo bajaba un poco la mirada porque eso que hacía me intimidaba bastante. -Este fin de semana hay un partido de béisbol y jugamos contra los ganadores de Busan. Es una final importante, ehm... ¿Podrías venir a verme?

Ella se sonrojó un poco y sonrió de forma tímida, así que asentí, se veía bastante adorable de aquella forma. ¡Seguro que a Wheein, Hwasa, Rosie y Lili les encantaría venir! Vamos a ser un buen grupo animando a mi instituto.
Después de aquella situación que tuve con Moonbyul, volvimos a clase de gimnasia, la cual el profesor dijo que sería mejor si descansaba por el vendaje de mi brazo, entonces, mientras ellos jugaban, yo buscaba alguna forma de poder remendar la tela de mi chaqueta, seguro que mi madre le podría poner un parche o algo.
Después de clase, Hwasa y Wheein vinieron a casa porque teníamos que hacer un trabajo, así que subimos rápido a mi habitación con una gran provisión de comida para la merienda, ¡no quería que nos muriésemos de hambre!
Ya iba por el tercer pastelito mientras escribía datos de mi portátil en el escritorio, Hwasa y Wheein estaban recortando cosas, pero entonces escuché la voz de la pelinegra hacia mí.

𝐂𝐚𝐨𝐬 | 𝐉𝐞𝐧𝐥𝐢𝐬𝐚 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora