Chance

V

 Baekhyun pensó alguna vez el estar en el portal de la persona que le gusta, esperando a que saliera, y robándole un casual beso, formando un momento de lo más cursi. Pero ahora estaba frente al portal del hogar de Park Chanyeol, y su expectativa cayó inmediatamente. Kyungsoo había arruinado una de sus mejores fantasías románticas.

—¿Baekhyun? ¿Q-qué haces aquí? —Sorprendido el más alto al ver al castaño en su puerta, sonrió tontamente al verlo.

—Kyungsoo me pidió te devolviera esto. —Estiró aquel cuaderno hacia el alto.

—Gracias.

No sabía bien como, pero la luz de la farola de aquella calle le daba a Chanyeol cierto encanto a su perfil. Recordó todas las veces que Chanyeol le había dicho directamente —como también las insinuaciones que hizo no comprender— que salieran. Y recordando su única salida, y acotando que ninguno de sus amigos estaría disponible, insinuó.

—Sabes, um, creo haber visto que remodelaron la tienda de juegos del centro comercial.

—¿Enserio? –El rostro de Chanyeol floreció en alegría, y Baekhyun estuvo a punto de cantar victoria— Me gustaría ir.

—¿Y porque no lo haces? —A Baekhyun le pareció extraño que él más alto no se ofreciera invitarlo de inmediato.

—Tengo un trabajo a medio tiempo, bueno, ahora es a tiempo completo, por las vacaciones. Quizás vaya cuando regresemos a clases. Um, esto, creo que debo entrar, fue un gusto verte, Baekhyun.

—Sí... Adiós.

Aturdido luego de ver la puerta cerrarse frente a él, caminó despacio hacia su hogar. Más no pudo creer como Park Chanyeol lo había casi rechazado, Baekhyun no lo invitó ni nada por el estilo, pero pensó que aun así el más alto pudiera querer reservar un tiempo con él a la vuelta de clases. Indignado, se prometió a sí mismo no ir a ningún sitio con Park Chanyeol nunca más en su vida.

Encismado en su enojo irracional, se encerró en su cuarto, jugando con su móvil hasta quedarse dormido.

Chanyeol no pudo creer que la mala suerte lo rodeara. Él quería invitar a Baekhyun a algún sitio, y cuando este le dijo de la remodelación de la tienda de juegos, la idea fue perfecta. Pero tenía un trabajo, trabajo con él cual ganaría dinero, dinero que usaría para algo especial que había estado planeando. Se sintió frustrado por toda la noche en su habitación, pero el pensar en la gloriosa sonrisa de Baekhyun al ver lo que le daría le hizo olvidar aquello por unos momentos.

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Kyungsoo se recuperó dos días antes de terminar las vacaciones, se ofreció a llevar a Baekhyun a donde quisiera, ya que él cuidó de él todos los días mientras estaba enfermo.

—¿Noraebang?

—Sí, sé que no será lo mismo sin los chicos, pero tengo ganas de ir, vamos ¿Si? —El noraebang era uno de los lugares preferidos de Baekhyun, podía cantar hasta que la garganta no le diera más, y también podía tomar un poquitín sin pasarse de la raya.

Al llegar al lugar más cercano al hogar de Kyungsoo, pagaron una sala y comenzaron a cantar, sus voces eran buenas, ambos hacían un gran dúo. Un tanto cansados luego de cinco canciones decidieron pedir más bebidas y comida. Hablaban animadamente hasta que el mesero llegó, Baekhyun lo reconoció de inmediato y se le quedo mirando mientras dejaba las cosas en la mesa. El chico al sentirse observado miro a sus clientes, reaccionó un poco y saludó levemente con la mano y una suave reverencia, antes de que se fuera, Baekhyun lo llamó.