XXII

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 —¿No vienes conmigo?

—Debo ordenar mi habitación, la deje tal cual cuando nos fuimos. —Rió Jongin— Pero llámame o mándame un mensaje de donde estarán e iré de inmediato. Bueno, cuando termine mi cuarto.

—¿Llegan mañana? —Preguntó el castaño, suponiendo que los padres de Jongin llegarían al otro día y Jongin seguro tenía como una pocilga su cuarto—

—Sí. —Respondió algo avergonzado— Bueno, nos vemos, recuerda, ¡Me llamas! —Hablo más alto, ya que se perdía entre la multitud del aeropuerto—

Habían llegado a Corea y a Baekhyun se le había ido todo el cansancio mágicamente cuando pisaron el suelo del aeropuerto.

Era las once de la mañana y les había dicho a sus amigos que con Jongin llegarían a las nueve de la noche. Una pequeña sorpresa más que nada para el alto chico que ocupaba su mente.

Le tomo menos de una hora el estar en su hogar y prepararse, iría con Kyungsoo primero. Como mejor amigo debía de saber cómo se encontraba el castaño y más importante, pediría su apoyo. Baekhyun sabía que las relaciones tienen sus altos y bajos, y él estaba seguro que cometería más de algún error durante aquella, así que quería tener un apoyo en ciertos aspectos. ¿Quién mejor que Kyungsoo para eso?

Se había preparado un poco más de lo común, pero no era por estar dirigiéndose al hogar de su mejor amigo, sino porque luego iría a la casa que se encontraba cerca de la de su amigo. Llevaba consigo también aquel bonsái que había traído desde Japón.

Cuando estaba por tocar la puerta de la casa de Kyungsoo esta se abrió, mostrando a la —que pareciera—siempre joven madre del pelinegro.

—Baekhyun ¿Cómo estás? —Saludó la mujer— ¿No llegabas durante la noche?

—Muy bien señora DO. He llegado antes ¿Esta Soo en casa?

—Sí, está en la cocina con Yeoli. Pasa, creo que se llevaran una buena sorpresa. Yo voy de salida, disfruten~ —Dijo y se encamino a su trabajo—

El chico quedo ahí parado algo confuso, sobre todo por la actitud de la mujer, a la cual raramente se le veía de tan buen ánimo, era amable, sí. Pero algo era diferente. Dejándolo de lado avanzo al interior y cerró la puerta con cuidado de no crear algún ruido fuerte, sorprendería a su amigo, y al parecer ahora también a Chanyeol.

Pero ¿Qué hacia Chanyeol aquí? Eso no estaba en sus planes ¿Debería de pedir unos minutos con Kyungsoo a solas antes de hablar con el alto? Por otro lado lo vería de nuevo, habían pasado dos semanas de vivir con tan solo el recuerdo del alto, y ahora lo vería de nuevo, sin duda sería un poco diferente ahora.

Se encamino por el hogar y avanzando con cuidado pasó por el living, donde delicadamente dejo su pequeño árbol, y volvió a avanzar hacia la cocina. Unas pocas risas se escucharon antes de llegar al marco de la cocina. Se detuvo de espaldas a la pared antes de entrar y con cuidado miro hacia el interior de la cocina.

¿Qué era aquello?

Pensó Baekhyun cuando vio la escena, volvió a pararse recto y se sobo los ojos. Al mirar de nuevo, la misma escena estaba ahí.

¿Me he equivocado de casa?

Se preguntó algo confuso. Aquello que estaba viendo no podía ser real. Pero sin duda ahí estaba su mejor amigo, y el otro sin duda era Chanyeol. Lo que no le calzaba con nada, era por qué aquellos dos estaban tan... cerca.

Las risas no paraban, eran bajitas y cómplices, pero aquellas risas no eran las que comúnmente el castaño escuchaba de su mejor amigo, no, eran diferentes.

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