XXVII

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El día anterior a que Chanyeol viniera a hablar con él, Baekhyun había estado despierto toda la noche, la resaca había desaparecido, y no tenía nada mejor que hacer. Así que, comenzó a ordenar su habitación. Incluso se puso aquel collar que le había regalado el alto. Lo había dejado guardado para que no se le perdiera, definitivamente un noraebang era algo peligroso para su valioso collar.

Y mientras ordenaba todo, encontró uno de sus regalos, aquel que había sido olvidado por el mismo. Lo miro unos segundos, no había leído los vales que le había cedido Yoora en navidad.

Rió al darse cuenta de lo que decían. Incluso tenían caritas y pequeños dibujos en ellos.

Baekhyun, definitivamente los usaría.

-¿Los vas a usar? -Preguntó el alto, mirando fijamente los vales en la mano de Baekhyun-

-Todos ellos.

Había sido una broma para su hermana. Sabía que no le sentaría bien recibir algo así, y quería ver el rostro de fastidio de la mujer.

El que se lo haya dado a Baekhyun había sido un vuelco que no esperaba, pero que en esos momentos no le dio mucha importancia, pensando que el castaño los desecharía.

-¿Enserio?

-Muy enserio. ¿Por qué no me sigues a la cocina?

Chanyeol se levantó algo nervioso. Hace poco, estaban hablando sobre el problema de Baekhyun con el alcohol, incluso el castaño había llorado por ello, y ahora parecía que nada hubiera pasado. ¿Quizás Baekhyun tenía problemas de personalidad? Chanyeol descarto la idea, porque simplemente ese era Baekhyun.

-¿Cómo sé que no las usarás más veces? -preguntó el alto una vez estaban en la cocina-

-Te las iré devolviendo.

Cuando la primera pequeña tarjeta le fue dada; tan solo inspeccionó la lacena y el refrigerador para darse una idea de que podría cocinar. Baekhyun se había quedado a una distancia prudente de él, aparentemente intrigado con una mediana caja que había allí.

-

-

Dado que no tenía nada que hacer, y en realidad no le apetecía en nada el tomar uno de sus libros y estudiar. Comenzó con un juego online desde su móvil. La mayoría de las veces perdía porque un mensaje de Yixing llegaba, diciéndole que había preparado demasiado como para que lo cancelaran, era un agravio. Una buena idea hubiera sido ir con él y matar el tiempo, pero no tenía las ganas de hacer nada. Exacto, el aplicado Kyungsoo, tan solo quería hacer el vago por el resto del día en su habitación.

Ya era más de medio de día y estaba demasiado aburrido. Pensó en ir a pasear por el parque, pero se debatía entre los pros y los contras de aquello. Mientras lo hacía, el timbre de su hogar sonó, y su madre luego lo llamó; diciendo que uno de sus amigos lo buscaba.

Pensando que quizás sería Yixing, quién había venido a quejarse frente a él, y lo haría por el resto del día en su habitación. Pero cuando se encontró con el sonriente rostro de Jongin en su puerta, no supo bien que debía de hacer.

-¿Qué haces aquí? -preguntó, y sonó entre molesto y sorprendido-

-¿Hola? Yo también estoy bien, gracias por preguntar. -dijo sarcásticamente, sacándole una sonrisa al bajito-

-Lo siento, no esperaba tu visita.

-Eres algo duro conmigo Soo.

-¿Por qué debería no serlo? -miro mordaz al moreno, quién cerro su boca e hizo desaparecer aquella sonrisa que tenía-

ChanceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora