XXVI

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 Decir que cuando despertó se sentía de mil maravillas, por el hecho de ser aun consiente de que Chanyeol había dormido con él; sería ser muy positivo. Porque cuando despertó, sentía como le dolían la cabeza y los ojos, había sentido ese dolor antes, claro que sí, pero eso, no lo hacía menos doloroso que las otras veces. Tratando de ver mejor en la habitación, de repente se dio cuenta que no estaba el cuerpo que debería de estar al lado suyo. En un rápido movimiento miro debajo de la cama, quizás, sin querer había pateado al más alto fuera de la cama. Pero no estaba ahí, y solo se ganó más dolor en la cabeza. Tratando de recuperarse, se encamino al baño para poder tomar aquellas salvadoras pastillas.

Se sentía algo mejor luego de sentirse limpio, porque tenía algo de saliva marcada en su mejilla, y definitivamente no quería que Chanyeol viera eso. Y pensando en el alto, se encamino fuera de su habitación para buscarlo ¿Se había ido sin avisar?

Esperando que aquello no fuera el caso, camino con cuidado por su hogar. Llegando a la cocina, sintió un deja vu. Era como viajar en el tiempo, porque también tenía resaca, aunque mucho más que aquella vez, y más importante, Chanyeol estaba preparando el desayuno en la cocina.

Sintió el impulso de entrar, besarlo y decirle que quería salir con él, que comenzaran su historia feliz. Y si hubiera hecho aquello la primera vez que vio a Chanyeol en una cocina, no hubiera tenido que pasar por el mal rato de haber salido con Kris, así hubiera tenido una aún mejor navidad, y quizás hubiera viajado con el alto a algún lugar, quizás.

Sin pensarlo mucho, se encamino hacia Chanyeol, se sentía demasiado nervioso, inclusive sus manos comenzaban a sudar un poco y se las limpiaba en su ropa. Cuando estuvo al lado de Chanyeol este parecía estar muy concentrado en su labor.

—Chanyeol. —Llamo el castaño, recibiendo ahora la atención y hermosa sonrisa del alto. —

—Baekhyun. — Respondió Chanyeol.

—Yo... esto, quería decirte, que yo quería... —Había parado, y se perdió en la sonrisa y ojos del alto, sonriendo tontamente. —

Se acercó de manera lenta. Ciertamente tuvo que ponerse de puntillas para alcanzar los labios contrarios. Había sido por poco tiempo, tan solo un suave rose entre ambos, un casto beso, pero Baekhyun sentía que explotaría en cualquier momento. Se quedaron mirando fijamente, como si trataran de encontrar explicación a algo, y antes de que Baekhyun quisiera dar un intento de explicación, el alto tomó su cintura, lo acerco y se agachó para volver a reunirse con los rosas contrarios. Baekhyun tomó la tela de la camisa de los brazos de Chanyeol, apretando el agarre mientras el contacto seguía. Movieron lentamente los labios, disfrutando un poco del sabor del otro, para que luego el castaño sintiera las manos de Chanyeol en su rostro, separándolos unos cuentos centímetros. Al abrir sus ojos, vio la sonrisa del alto, y todo su ser se sintió demasiado bien.

—Baekhyun. —El nombrado lo miro mordiéndose el labio para evitar sonreír más, si es que podía, porque lo que había pasado era demasiado maravilloso para él. —Baekhyun. — Volvió a repetir el alto, una y otra vez, y Baekhyun estaba a punto de reclamar el porqué de la repetición, que de por sí, estaba arruinando un poco aquel maravilloso momento para él. —

El dolor de cabeza lo invadió de nuevo, sus ojos batallando contra luz del día. Su nombre siendo repetido unas veces más al lado suyo.

—¿Estás bien? — Chanyeol decía, con la voz tan tenue y baja como podía, para no molestar en la resaca del bajito. —

—¿Chanyeol? — miro algo confundido al chico al lado de su cama. —

Había sido un sueño.

ChanceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora