Chance

IX

 La mañana siguiente, los rayos del sol fueron los encargados de despertar al pequeño castaño. Arrugó la nariz ante la molestia, y se tapó con las sábanas para que así no le molestarán, se revolvió un poco en la cama, acomodándose bien en ella. Un nuevo olor fue percatado por su nariz, uno un tanto fuerte que le agrado mucho, se volvió a remover y de a poco despertó —ya que le incomodaba la ropa que estaba usando—, antes de poder mirar alrededor suyo, una melodía tocó en la habitación, rápida pero torpemente busco su móvil en sus pantalones, encontrándolo miró la pantalla, en ella brillaba el nombre de Kyungsoo. Rápidamente contestó la llamada.

—¿Soo? —Su voz estaba ronca y pastosa, se pasó la lengua por sus labios resecos y con sabor a soju.

—¡Al fin te dignas a contestar! No sabes lo preocupado que me tenías, ya estaba a punto de salir a buscarte ¿Estás bien? —La voz retumbo en sus oídos, haciendo que se alegara un poco del móvil ante el dolor que le produjo— ¿Baek?

—Sí, sí, estoy vivo, no te preocupes, Soo. —Pasó una mano por sus cabellos, desordenándolos un poco, mientras miraba a su alrededor.

Esa definitivamente no era su pieza.

—Bien, iré luego a verte, báñate y quítate el olor a soju que debes de tener, llevaré un poco de comida.

—E-está bien.

Cortó inmediatamente, aquella no era su habitación, pero estaba a salvo ¿Dónde estaba? Se tomó la cabeza y comenzó a recordar lo de anoche. Presentación, noraebang, algo de soju, la casa de Chanyeol, el siendo aplastado. Rayos.

Se quitó las sábanas de encima, buscó su chaqueta y se la acomodó lo mejor posible, se puso sus zapatillas y se dirigió a la puerta de la habitación, si Chanyeol no estaba ahí, tenía que estar en algún lugar de la casa. Apresuró su paso al recordar que Kyungsoo iría a su casa, y que si no lo encontraba, preguntaría donde estaba, y definitivamente no diría que se quedó a dormir en la casa de Chanyeol porque quedó aplastado y fue tan débil como para no poder salir de ahí. Culpaba al soju de todo eso.

—Maldito soju, me has traicionado. —Susurró entre dientes.

Cuando estuvo en el primer piso, sintió un aroma cruzar por su nariz, aquel aroma de los dulces que tanto le gustaban. Lo siguió hasta donde creyó estaría la cocina, al llegar al marco, vio como el alto chico estaba poniendo aquellos dulces en un plato, el cual estaba dentro de una bandeja, con un vaso de agua y jugo.

Chanyeol tenía puesto una polera negra sin mangas, que dejaba al descubierto sus fuertes brazos y parte de su pecho, junto a unos pantalones grises. Estaba limpio, su pelo aun un poco húmedo lo delataba. Baekhyun se quedó mirando a aquel chico moverse por la cocina, sin generar ningún ruido.

Su mente se llenaba de aquella escena y generaba una ficticia, una donde aquel alto chico estaba preparando el desayuno tal como ahora, y él entraba saludando, ambos se sonreirían y se abrazarían, se sentarían tranquilamente a comer y se darían comida el uno al otro entre pequeñas risas y roces.

—Baekhyun. —El alto lo sacó de su ensoñación con su voz— ¿Te sientes bien? Pensaba llevarte algo de comer... bueno, si quieres puedes hacerlo aquí.—El nombrado no sabía bien que decir, con una mano se cubrió el rostro porque sabía que tendría la cara un tanto roja por haberse imaginado lo de antes— Yo... siento haberte causado problemas. —El sonrojo en el rostro del alto era evidente— No sé cómo... bueno llegamos ahí, y quedamos así... —Chanyeol vio como el otro chico tenía su mirada desviada a un lado— Debió de ser mi culpa, de verdad lo siento. Si algo te preocupa, no hice nada indebido o algo por el estilo, cuando desperté, te deje dormir en la cama...