XXVIII

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 Se hallaba de nuevo frente a la casa de aquella persona que estaba siendo algo —bastante— extraña los últimos días. Y en la que pensaba nunca estaría muchas veces de frente. Porque la casa de Baekhyun había sido algo; un tanto anhelado por el alto, se había imaginado el venir a dejarlo, quizás estar en la habitación del bajito, mientras hablaban y estaban abrazados el uno al otro. Eso había sido antes, y aun lo recordaba.

Pero ahí estaba, solamente para ayudar al castaño, que había ocupado gran parte de sus pensares en la noche pasada. Sobre todo, las risas y sonrisas que tenía cuando estaban paseando por aquel parque, montados en bicicletas y compitiendo por quien llegaba primero a la meta. No sabía si alegrarse o no, de que tan solo hubiera uno solo de esos vales, pero se había divertido mucho.

Quizás debió de alegrarse, porque se sintió mal cuando le dijo a Kyungsoo que estaría ocupado, otra vez, y no podría pasar el día con él. Y parecía que el pelinegro le estuviera pidiendo a gritos el hablar un momento. Pero a diferencia de Baekhyun, Chanyeol no podía leer siempre a Kyungsoo. El pelinegro era un enigma para él muchas veces.

—¿Qué haces ahí? ¡Entra! —Dijo animado el castaño cuando abrió la puerta y se encontró con el alto—

Baekhyun hacia que el estar en su hogar —otra vez—, fuera de lo más normal, y sus pesares se fueron por el animado chico.

—Bien ¿Qué debemos hacer? —preguntó Baekhyun una vez instalados en el sofá— Esta es la parte no muy divertida del día, así que...

—¿Encontrar algún tipo de solución? ¿Lo has pensado, algo que pueda ayudarte a ti mismo?

¿Cómo si quiera pudo haber pensado en eso? El soju había sido un tema olvidado por él, tan solo recordaba una y otra vez el día anterior, el cómo había disfrutado tanto.

—No mucho. —desvió sus ojos a otro lado— Nada. —confesó, pero reía sin saber exactamente por qué—

—Deberíamos pensarlo ahora. ¿Qué tal el decírselo a tus padres? Creo que sería un gran paso, aunque no te guste.

—Podría ser. —dijo, algo nervioso, y comenzando a jugar con sus dedos— Pero ya sabes, creo que ahora mismo, no me gustaría molestar.

—Entonces... —pensó un momento el alto, tratando de progresar en algo aquel día— ¿Sucede algún día en especial? ¿Algo que lo activa?

—Bueno... el domingo, quizás. Y la verdad no lo sé, tan solo sucede y ya.

—Bien. —Chanyeol, dedico a pensar unos minutos aquello que le habían dicho, mientras el castaño se le quedaba viendo, y sonreía ante el semblante pensador del alto— ¿Qué te parece, el pasar ese día en otro lugar?

—¿Otro lugar?

—¿Quizás, con Kyungsoo?

El mero nombramiento de su mejor amigo, le revolvía algo dentro, y realmente no le hacía bien. Había dejado de lado al pelinegro y se había concentrado de lleno en él mismo.

—No creo que... quizás en otro lugar, podría llamar a Jongin, o-

—¿Pasa algo con Kyungsoo? —interrumpió. Era consciente de que aquellos dos ya no pasaba tanto tiempo juntos, lo había atribuido al miedo de Baekhyun porque sus demás amigos se enteraran de su problema, pero, lo sentía, sentía que había algo oculto ahí. —

—No, ¿Qué debería de pasar? —responde algo nervioso—

—Pareciera que lo evitaras, y últimamente no los he visto juntos, o siquiera hablar mucho.

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