One piece - El Viaje de un Rey ✔️

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Descargo de responsabilidad: No soy dueño de One Piece

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Capítulo 9

Vivi suspiró por enésima vez. Aplastaba una almohada de plumas entre los brazos mientras permanecía despierta en la cama. No podía evitar sentirse angustiada, sabiendo que ahora mismo el Thousand Sunny abandonaría el puerto una vez más. Se escabullían en la noche para evitar el alboroto de la gente.

Los Sombrero de Paja eran realmente espontáneos. No tenían ningún problema en aparecer de la nada y marcharse con la misma rapidez. Sólo habían estado aquí unos pocos días antes de hacer las maletas y marcharse de nuevo. Supuso que Luffy debía de estar realmente enamorado del mar, si ese poco tiempo era el que estaba dispuesto a permanecer en un mismo lugar.

Apretó más fuerte la almohada, enterrando la cara mientras pensaba en Luffy. Su corazón se agitaba sólo de imaginar su rostro, y una gran parte de ella seguía anhelando viajar con ellos. Quería ser egoísta, alejarse de su reino y de toda la responsabilidad de ser princesa. Quería ser libre, surcar los mares y vivir aventuras con Luffy y su tripulación.

Aún se pregunta qué habría pasado si hubiera viajado con ellos hace dos años. Si se hubiera unido a ellos a través del Grand Líne, hasta llegar a la última isla. Intentó no pensar en ello, pero era difícil no imaginar las locas aventuras que habrían vivido sin ella. Por lo que había leído en el World Economic News Paper, las cosas que habían logrado eran asombrosas.

Pero ahora que habían pasado dos años, su reino, su gente e incluso su clima se habían recuperado. El Rey Cobra estaba sano de nuevo, totalmente recuperado de su enfermedad, y podía dirigir el reino por sí mismo. Ahora que estaban prosperando... ¿había alguna razón para quedarse? ¿Habría sido demasiado egoísta por su parte marcharse con los Sombrero de Paja esta vez? ¿Para viajar por el mar con Luffy y Nami, viendo islas fantásticas y viviendo grandes aventuras?

Justo cuando pensaba eso...., la ventana se abrió de golpe. Casi salta de la cama asustada por el ruido y se incorpora rápidamente para mirar. Abrió la boca, pero justo cuando iba a gritar pidiendo ayuda... reconoció la silueta sombría en la ventana. A pesar de estar envuelto en un grueso abrigo negro, no podía pasar desapercibido el emblemático sombrero de paja que llevaba en la cabeza.

Sus ojos se adaptaron a la luz que entraba desde el claro cielo nocturno y se sonrojó. Con la luz de la luna cayendo a sus espaldas, un resplandor plateado y pálido rodeaba su figura. Pudo ver cómo la miraba, encontrándose con una mirada segura y una sonrisa brillante.

"Luffy... Tartamudeó, mirándolo. Entonces su rostro enrojeció y levantó las sábanas para cubrirse. Llevaba un camisón de seda en la cama, pero el fino material no contenía bien el impresionante tamaño de su pecho. Sujetando la sábana para cubrir su amplio escote, le habló: "¿Por qué estás aquí? Creía que te ibas esta noche...". Intentó disimular el dolor en su voz, pero fracasó estrepitosamente.

Él le siguió sonriendo, incluso cuando oyó su voz temblar, bajó de un salto del alféizar de la ventana y se acercó a su cama. Su tono era travieso: "Lo era. Pero acabo de recordar que olvidé algo en palacio".

"Ya veo... Quizá por la mañana pueda ayudarte a encontrar...". Se detuvo de repente cuando él se acercó a su cama y la miró fijamente. Ella se retorció bajo su mirada y se apartó: "¿L-Luffy?".