Sueños.

4. Decidida

Me levanté del pasto, aún no tocaban el timbre, pero quería estar sola, adivinen a donde fui, al patio trasero, no se me ocurrió mejor lugar donde ir para estar tranquila, apagué mi celular en un intento de no tener distracciones, así cerré los ojos, me hallaba en un estado de placidez, no pensaba en nada, mantener mi mente en blanco... Mantener la calma. Requería colocar en orden mis ideas; Si me fuera a los Estados Unidos tendría buena estabilidad económica, mejor trato, buena educación, una familia bien, pero si me voy dejaré sola a mi madre, yo soy su única compañía, si no fuera por mi seguramente estuviera en la cárcel o en la mera calle mendigando por un poco de alimento, me sentiría culpable si ocurriera eso, no por ser descuidada dejará de ser mi madre, podría seguir estudiando como hasta ahora pero no sería de calidad por tantos problemas, más adelante en la universidad no tendré tiempo de cuidarla, de estar con ella, de sacarla de apuros... ¿Y si por cuidarla dejaría mis estudios? No, eso no lo puedo permitir.

Ya es hora de ir de nuevo a clases con una escasa aclaración en mi decisión tomé rumbo al aula, Lengua Extranjera o mejor llamado Inglés, no sé por qué se dificultan tanto, después cómputo.

Ingresé al salón de clases un poco retardada pero nada de qué preocuparse, la profesora solo puso los ojos en blanco, pasé sin ver, no deseaba un regaño u otro reporte en este instante, me acomodé en mi lugar, saqué una libreta y una pluma, la maestra proseguía con su clase, no entendía ni una mierda de lo que decía, absolutamente todo lo expresaba en inglés, cuando me dedicaba entendía las indicaciones o explicaciones o al menos intentaba interpretarlas, nunca pensé que esta materia la tendría que tener presente más adelante.

Anotaba todo hasta como se pronunciaba a lado de la palabra para practicar después, hasta yo me impresione no despegaba la vista del pizarrón, trataba de procesar toda la información.

Era la siguiente hora, salimos al pasillo, hasta la sala de cómputo, primero nos daban teoría y si teníamos alguna duda la aclarábamos, después hacíamos las prácticas, hacíamos animación, edición y varias cuentas, esta materia también me gusta, me fascinaba la creación de contenido, pero en esta ocasión estaría en mis redes sociales, me mantenía al tanto de las noticias puesto que en mucho tiempo no las revisaba detenidamente, abrí una nueva pestaña y en ella busqué unas clases de inglés, pasaba el cursor por varias opciones que ofrecían facilidades de pago y cursos garantizados, ninguno era de mi total agrado pues el costo de algunos era muy excesivo y obviamente no lo podía pagar, otros con horarios fijos lo cual me complica hacer mis labores diarias. Quería dar una buena impresión, no sé cuándo vendrá mi padre, tampoco si está consiente de mi situación... una semana... Solo una semana. Salí de los navegadores y continué con mi practica a medias, a pesar de que perdí tiempo terminé antes que muchos, algunos trabajos ya los había acabado en mi casa y me daba gran ventaja. Una vez concluido todo la profesora me daba permiso de salir a tomar aire, a comprar algo o vagar en mis redes sociales lo cual no estaba permitido pero era una excepción, quizá es uno de los pocos maestros a los que les tengo aprecio.

Ya daban las cuatro y yo aún en el colegio, debía ir a la casa de Ale, suspendí el equipo, acomode todo en su lugar y me marché, preferí caminar, no estaba muy lejos, unas cinco cuadras aproximadamente, no escuchaba músicas por que andaba en la calle y me gusta estar alerta a todo, me saqué la sudadera que tenía puesta, el calor se hacía presente y no llevaba una liga para amarrarme el cabello. Al llegar a su casa me detuve un momento a admirar su fachada, unos pequeños árboles adornaban el lugar, su gran puerta de madera con figurillas en las esquinas le daba un toque rústico, las paredes con un color anaranjado y una enredadera que cubría la mayor parte de esta, terminaciones en la parte superior que daban buen aspecto. Pulse el timbre un par de veces, en unos cuantos minutos Imelda, la mamá de Alejandra me abrió, me invitó a pasar y yo claramente accedí.