Sueños.

5. Problemas

--Habló tu padre, me dijo lo que te propuso.- Agitaba el celular en su mano derecha.

Me quedé como piedra literalmente, no sabía que contestar, ¿Acaso él no le había contado? Parece que no.

--Sí, bueno... En la escuela me llamó.

-¿Y qué le vas a decir?

Por un momento me dio tristeza, verla así, tan preocupada.

--No lo sé, no lo he pensado.

--No quiero que te vayas, por favor.

De un momento a otro sin darme cuenta estaba entre sus brazos, en un cálido y fuerte abrazo que debo aceptar necesitaba, por muy doloroso que sea la iba a extrañar, se me formó un nudo en la garganta, no quería llorar, no enfrente de ella, no en esta situación, quería sentirme fuerte, no sentirme vulnerable... No de nuevo.

--Hija. ¿Me dejarás cierto?- Su cara era pálida, sus ojos rojos y las mejillas empapadas. La aparté un poco.

--No tengo claras las cosas- Mentira.

--Mañana hablamos, después del colegio, vete a dormir, ya es tarde.

--Buenas... Olvídalo, te quiero madre.- Me dirigí hacia la habitación. Suspiro un par de veces y me recosté en la cama, perdí la noción del tiempo.

"--Yo no crié a una enferma.

--¿No vez que la lastimas?

--No me importa en lo absoluto.

--¡Déjala en paz, no vez lo que pasa!

--Ella o yo.

--Ella.

Una niña de apenas 10 años de edad escuchaba todo con atención mientras derramaba lágrimas silenciosamente, con miedo, con ganas de salir de ahí para siempre, la han lastimado de tantas formas que ya no aguantaba, quería no recordar nada de aquella noche."

Desperté con mi boca seca, estaba agitada, volteaba a todas direcciones, recuperándome de aquel extraño sueño ¿Quién era?... Esas voces... Esa niña... Estire mi mano para ver la hora, 5:30 de la mañana, me azote contra mi cama mirando al techo, ni siquiera parpadeaba ¿Qué era ese sueño? Lo sentía tan real. No me atormenté más y me levanté pesadamente, era muy temprano pero no puedo dormir, fui a darme una ducha para después cambiarme, preparé mis cosas para ir al colegio. Vi si mi madre estaba en la casa pero nada, debió haber salido temprano a rondar por la ciudad, mujer sin que hacer.

Caminaba lento, muy lento observando la mayor parte del tiempo al cielo con un tono gris claro que cubría todo el lugar acompañado de poca niebla entre calles, esto parecía una típica película de terror, pues claro, como son las seis de la mañana ¿Quién sale a esta hora?

Pasé por lugares que no me había tomado el tiempo de apreciar, me detenía a mirar zonas específicas, escuchaba música con los auriculares, me senté en las bancas del parque a ver como poco a poco las calles se iba llenando, el sol no se asomaba por ningún lugar y para mí eso era excelente. 6:40 de la mañana caminaba hacia la escuela, era temprano aún.

Me acomodé en mi sitio esperando a Michelle y Alejandra, miraba el patio trasero a través de la ventana cuando algo tocó mi hombro.

-¿Eduardo?

-Hola, em ¿No estás molesta?

-¿Debería estarlo?

-¿Aún no te enteras?

-¿Crees que si sabría ya te hubiera golpeado o algo parecido?

-Mira- sacó su celular y me enseñó una foto.