9.Sorpresa

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--¿Shaden?-- Alejandra agitaba su mano enfrente de mí.

Parpadeé varias veces y la miré desconcertada.

--¿Qué dijiste?-- Pregunté mirando a la niña irse por el pasillo.

--Shaden, estás muy rara. ¿Estás bien?-- Michelle se levantó del sillón para dirigirse hacia mi.

--¿De qué hablan? Pero si estoy bien-- Me acomode en mi asiento mirando la pantalla.

--En toda la película estabas mirando la ventana, no comiste nada de golosinas.

--Que no pasa nada, solo estoy un poco distraída.

Se quedaron calladas mirando a la mesita llenas de las bolsas de plástico blancas que contenían productos chatarra.

--Y... ¿Mi madre?-- reaccioné observando a mi entorno tranquila volviendo al tiempo.

--En camino-- dijeron secas al mismo tiempo.

Caminé hacia la ventana abriendo las cortinas, inhalando el aroma a húmedo del exterior cerrando los ojos tranquila.

--Nosotras ya nos vamos-- Anunció Alejandra con voz tímida, sentí como se detenían mirando atrás con la puerta abierta.

--Cualquier cosa, ya sabes-- seguido se escuchó un gentil portazo, después el silencio total; No pasaron ni dos minutos de haberme quedado sola para comenzar a sentirme triste, pensando en mi vida, todos los acontecimientos que me han pasado, que estoy haciendo ¿Qué me ha pasado? No lo sabía, Ninguna respuesta, todo el rato me la pasé divagando en mi mente; demasiados recuerdos llegaban a mi cabeza, estaba mirándome, admirando cómo eran las consecuencias del hoy, las decisiones que tomé, las que tomaré. Dudas existenciales, eso eran, me desconecte del mundo un momento no para realizar, no para motivarme, si no para pensar, para reflexionar, para ver. Los sonidos de la calle, la gente hablar, los árboles agitarse, los autos pasar, en un momento de tranquilidad exclusivamente para mi persona, pero no estaría allí todo el rato. Llamé a mi madre diciéndole que todo está bien, que no se preocupara por mi, ella obviamente no me creyó y siguió su trayectoria, no me molestaba en lo absoluto así que colgué, respire hondo y me fui a mi habitación, cerré todo quedándome casi a oscuras solo con la luz que emitía mi celular, aprovechando esto lo tomé y miré la hora para estar al tanto, no tenía intenciones de moverme de mi cama, así que busqué de nuevo el nombre de aquella persona interesante que obviamente llamó mi atención, me la pasé leyendo artículos varios en donde se hallaba demasiada información sobre otros casos de enfermedades similares.

Tocaron a mi puerta, me límite a gritar un: "Estoy bien, ahora salgo". Sabiendo que era mi madre no me apure a abrir, cerré las pestañas de mi celular y lo dejé sobre la mesilla a un costado.

Transitaba por el corto pasillo con pisadas ligeras, sin hacer mucho ruido; examinaba las habitaciones poco a poco hasta visualizar a mi madre un grito calmado se escuchó desde la cocina haciéndome girar sobre mis pies e ir hacia donde ella.

--¿Qué te ha pasado?--Preguntó aferrándose a mis hombros.

--Nada en realidad, solo vino ese par-- me aparté un poco dejándome caer en el sofá.

--Me dijeron otra cosa-- cruzó los brazos.

--No recuerdo nada más

Dejó de hacerme preguntas.

Prendí la televisión y me acomodé en ese espacio, con el control exploraba los diferentes canales probando cuál era de mi agrado, un poco harta de no encontrar algo entretenido me dediqué a escuchar música clásica y cerré mis ojos, relajando mis músculos y respirando tranquilamente, mantenía mi mente en blanco.

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