6. Llamadas

26 2 0
                                    


--Señorita.- No podía moverme.

--¿Señorita?- Un dolor de cabeza fuerte se hizo presente. Y poco a poco se me nublaba la vista

Desperté dando una larga exhalación ¿Estaba en enfermería?

--¿Ya te sientes mejor?- La doctora me preguntó con unas hojas en la mano.

--Estaba en clase.- Me escuché muy alto pero al parecer ella no me oyó

--¿Perdona? - se puso de lado inclinándose más a mí.

--Que estaba en clase.- dije un poco más alto, haciendo que retumbara mi cabeza. Tapé mis oídos para intentar calmar un pitido que oía muy agudo, hice un gesto de molestia.

--Veo que no, acuéstate y toma, para el dolor.- Estiró su mano para darme una pastilla, seguí sus indicaciones.

Traté de relajarme un poco, no lograba acomodarme en aquella cama dura con solamente una manta blanca. la doctora se había marchado dejándome sola en mis pensamientos.

Al rato la luz artificial del foco se colaba en mis ojos, toqué con mis manos a mi alrededor, la desesperación de saber en qué lugar me encontraba era demasiada.

Abrí mis ojos rápidamente, un brillo fuerte me lastimó; reaccioné arrugando mi rostro y pegando un grito.

--¿Estás bien?- ¿Mi madre?

Sentir su mano sobándome la espalda.

--No.- Me levantó la barbilla así para yo poder mirarla, esta vez, tuve mis debidas precauciones.

--Ahora, cuéntame lo que ocurrió.- me incorporé notando que estaba en mi habitación. Aclaré mi garganta para empezar a explicar. No tenía idea por donde comenzar.

--Bueno... Estaba en clase... Miré hacia la ventana que daba al patio trasero y...- paré, estaba recordando con tanto detalle que volvió un poco del miedo de antes, ahora me sentía segura.

--¿Y qué?

--Y vi... A un hombre... Me estaba mirando, lo he visto en otro lugar madre, lo conozco.

Esperaba una reacción de sorpresa de parte de ella pero en vez de eso se levantó de mi cama y se quedó ahí parada, sin dirigirme la mirada.

--¿Mamá?

--Espérame aquí, no te muevas- literalmente corrió hacia la sala, me levanté para seguirla sin hacer mucho ruido. Tomó el teléfono y marcó un número.

Decidí quedarme en el marco de la puerta a escuchar.

"--Mira, por ningún motivo te la llevarás ¿Oíste?-"

"--...--"

"--No te la voy a dejar tan fácil-"

"--...--"

"--No me importa, ella no sabe-"

"--...--"

"--Pues volvió de nuevo ¿Feliz?-"

"--...--"

"--No te creo-"

Colgó

Escuché unos pasos lo cual me alertó pata volverme acostar en la cama y hacer que no oí nada.

--Hija, mañana no irás a la escuela

--¿Qué? ¿Por qué? - A veces no entiendo a esta mujer.

--Me acompañarás a un lugar.

--¿A dónde?

Sueños.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora